El gobierno sube impuestos y rebaja otra vez las perspectivas económicas

Prepararnos para lo peor

Apenas cinco dí­as después de las elecciones europeas el gobierno ha empezado a reconocer que la crisis es aún más profunda de los que nos decí­an, la situación va a peor y la subida de impuestos en el tabaco y la gasolina es sólo el anticipo de que se avecinan nuevas y más drásticas medidas. Las nuevas previsiones económicas aprobadas por el Consejo de Ministros, rebajan brutalmente las previsiones de recuperación que se retrasa ya, al menos, hasta el 2011. Y el agujero en las cuentas públicas, con un déficit del 10%, empezamos a pagarlo ya.

La viceresidenta de Economía Elena Salgado presentaba los acuerdos del gobierno en los que se prevé una contracción económica del 3,6% para este año (frente al 1,6% que decían en enero) y un retroceso del 0,3% del PIB para el 2010, con lo que la salida a la crisis se retrasa, al menos, hasta el 2011. Según dice ahora la ministra de Economía, lo peor del paro llegará en 2010 con una cuota del 18,9%; terreno en el que se vuelve a quedar corta porque todos los organismos no dependientes del gobierno auguran tasas del 20% o superiores y cinco millones de parados.Y entre los acuerdos las primeras decisiones de la nueva etapa: las subidas de impuestos del tabaco y las gasolinas. Decisiones que marcan el camino que va a seguir el gobierno desde ahora: un aumento de la presión fiscal, una subida generalizada de impuestos, incluso eliminar medidas aprobadas desde el inicio de la crisis, como reducir del IRPF la reducción de los 400 euros. Todo es posible con un gobierno que, si se mantiene firme en algo, es en seguir la política de planes de rescate para la banca n(ahora otros 90.000 millones de euros paras las Cajas) y subvenciones a los monopolios con el dinero público y el endeudamiento del Estado.Lo peor está por llegar. Pero no sólo las peores consecuencias de la crisis para la inmensa mayoría de la población: paro, precariedad, falta de crédito, hundimiento de miles de pequeñas y medianas empresas… También las medidas más gravosas para el conjunto de los ciudadanos, especialmente para los de rentas más bajas. Con la subida de los impuestos del tabaco y gasolinas, el gobierno ha elegido para tapar el agujero del déficit público el camino de los impuestos indirectos que castigan directamente a la gran mayoría de los ciudadanos.En el programa electoral de “De verdad contra la crisis” hemos abogado por un nuevo sistema impositivo basado en una reforma fiscal progresiva para que paguen más quienes más rentas disponen, quienes más beneficios obtienen de acuerdo a su capital y los bancos y monopolios, que durante los años de bonanza más beneficios han acumulado. ¿Por qué rebajarles a todos estos, por ejemplo, el impuesto de sociedades, por debajo incluso de lo que pagan las pymes? ¿Por qué consentir que tributen las grandes fortunas el 1% de sus multimillonarios beneficios de sus inversiones especulativas?Ante un gobierno que reconoce la gravedad de la crisis para anunciar medidas más drásticas para la inmensa mayoría de la población, dispuestos a subir los impuestos sobre los productos de consumo popular, tan básicos como las gasolinas, dispuestos a recortar los beneficios fiscales de la mayoría para mantener los privilegios fiscales de los más ricos, sólo cabe un camino: la movilización social. Y habrá que empezar a prepararla.

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