El PP roza la mayorí­a absoluta en Galicia.

Por un puñado de votos

Este fin de semana, el último en el que pueden publicarse encuestas antes de la cita del próximo 1 de marzo, casi todos los diarios han presentado encuestas sobre la intención de voto que ha de decidir la futura composición del gobierno gallego. Y prácticamente en todos los casos -casi con la única excepción del diario EL PAIS- coinciden en afirmar que el PP está cada vez más cercano de recuperar el gobierno en Galicia.

“El PP contra todo ronóstico, rozaría la mayoría absoluta”, esto es lo que afirma el diario El Mundo, “la hipótesis de que el PP pueda recuperar la Xunta es real”, continúa. Apreciación que coincide con la encuesta publicada por La Vanguardia cuyo titular plantea que “la resistencia del PP pone en peligro la hegemonía del PSdeG y el Bloque”. Por su parte El Público sentencia: “El PP está ya muy cerca de reconquistar la Xunta de Galicia”. Sólo el diario EL PAIS, se basa en los datos de su propia encuesta para afirmar, al contrario de los demás, que el mapa electoral gallego no aportará ninguna sorpresa e incluso otorga al PP el retroceso de 1 diputado.Las encuestas de los que coinciden en afirmar el avance del PP destacan que el gobierno se juega en pocos votos y que los seis días que quedan para movilizar al electorado pueden ser decisivos. La coalición de socialistas y nacionalistas que hasta ahora parecía favorita de repetir sin esfuerzo ve amenazada la mayoría necesaria justo cuando falta ya menos de una se mana para los comicios. Por el momento, la resistencia del PP –pese a los escándalos de corrupción y espionaje de los últimos días- sugiere un panorama electoral casi idéntico al de las elecciones de 2005 y sigue abierta la posibilidad de que el PP reconquiste el decisivo escaño número 38. Cuatro años al frente de la Xunta no le han servido al “bipartito” gallego para mejorar sus expectativas electorales. Hoy la combinación de sonados errores en la campaña, el desgaste de la crisis económica y los últimos escándalos políticos, le pueden pasar una factura irremediable. De los errores, se lleva la nota el secuestro por parte del BNG del autobús de jubilados para rellenar un mitin, aunque no hay que olvidar la publicación de los costes, a cargo del contribuyente, del lujoso despacho encargado por Touriño. Mientras que al PP gallego le beneficiará la dimisión del ministro de Justicia, que tiende a hacer verosímil la tesis del complot. A su vez la crisis pasa factura al gobierno autonómico. Los gallegos, que no desaprueban mayoritariamente la gestión de su gobierno en materias como la infraestructura, la educación o los transportes y que valoran su gestión como buena o muy buena en un 40% frente al 35% que la juzga mala o muy mala; se muestran sin embargo bastante críticos en lo relativo al paro, la industria, la vivienda y la política lingüística. Y así, aunque no se aprecian cambios relevantes en la intención de voto, el hecho es que la posible mayoría absoluta de la coalición en el gobierno no las tiene todas consigo y la tendencia de recuperación del PP (que tiene mejores expectativas a día de hoy de las que tuvo en las mismas fechas de 2005) hace que la disputa esté totalmente abierta.Los resultados definitivos serán muy sensibles a cualquier movimiento político, por ligero que éste sea.

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