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Los dirigentes sindicales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, se sienten respaldados por un manifiesto firmado por más de 700 catedráticos, profesores universitarios, economistas, abogados, psicólogos y sociólogos que se oponen a una reforma laboral que abarate aún más el despido. El manifiesto titulado «El trabajo, fundamento de un crecimiento económico sostenible» apuesta por la «flexibilización interna de la negociación colectiva», el aumento controlado del gasto público, aumentar la protección social para los trabajadores en paro y «más protagonismo para las políticas industriales, energéticas, medioambientales y educativas», encaminadas «hacia el cambio de modelo productivo».
Tal y como lo han resentado los dirigentes de UGT y CCOO este manifiesto responde al que hace unas semanas publicaron el llamado “Grupo de los 100”, un grupo de economistas, entre los que está el nuevo secretario de Estado de Economía nombrado por Zapatero, José Manuel Campa. En el manifiesto “de los 100” se abogaba por una reforma laboral que establezca un contrato único con despido más barato. Los dirigentes sindicales han aprovechado la presentación del manifiesto para quejarse de la “ofensiva brutal”, según Fernández Toxo de Comisiones, y el “cerco a los sindicatos”, que dice Méndez de UGT, con las propuestas de la patronal, el Banco de España y el “Grupo de los 100” para aceptar una reforma laboral con nuevos contratos y despido más barato. ¿Pero realmente el manifiesto de los 700 y las grandes centrales sindicales han agarrado el toro de la crisis por los cuernos o por el rabo? Resulta sorprendente tanto interés insistir en que no abarataran el despido (por cierto lo mismo que insiste Zapatero) y tan poca atención a lo que realmente está ocurriendo. A los dirigentes sindicales no se les oye ni una palabra para denunciar el hiper-endeudamiento del país para rescatar bancos, cajas, multinacionales, eléctricas…, mientras se asfixian por falta de créditos a las familias, autónomos y pequeñas y medianas empresas. Estos dirigentes mantienen desarmados a los trabajadores frente a la crisis, contemporizando con un gobierno que oculta la profundidad y duración de la crisis. Y, sobre todo, si de verdad están contra el abaratamiento del despido, si dicen que no quieren contratos más baratos y rebaja salarial ¿por qué están permitiendo los ERE,s, la congelación salarial, los despidos en los grandes grupos monopolistas? Si tan grave es “la ofensiva” de la patronal ¿por qué no movilizan a los trabajadores para dar un rumbo diferente a la salida a la crisis? Está bien que unos profesionales publiquen un manifiesto donde se exija que se acabe con la “restricción del crédito” y se pida “otro modelo económico”, pero los sindicatos tienen que ir más allá ¿o no? ¿Por qué no movilizan a los trabajadores para obligar a que el dinero que se les entrega a los bancos vaya al crédito a las pymes y familias? Las direcciones de las grandes centrales sindicales se han colocado al culo del toro de la crisis y en vez de cogerlo por los cuernos lo tienen cogido por el rabo. Mientras sea así las cornadas para los trabajadores serán cada vez más dolorosas.