Derechos y Libertades

«Por lo menos yo pago la hipoteca»

Hoy El Paí­s en su edición escrita recoge la siguiente noticia: «No tienen ni para comer. Casi 600.000 personas viven de la caridad en España…». Son ya más de 200.000 personas más que en el 2007, según Cáritas Diocesana, las que viven de la ayuda de organizaciones como ésta. EL artí­culo muestra el retrato de lo que hasta hace nada eran trabajadores con cas, coche y una nómina de 1.200 euros haciendo cola para poder comer algo y guardarse la mitad para poder cenar. Pero, ¿empezamos así­ el presente artí­culo porque no haya que mostrar esta realidad?. No, el problema es quien lo dice, cuando lo dice y para que lo dice… como siempre. Mostrar la miseria sin señalar a los culpables no es periodismo objetivo. Mostrar la cara más dramática de la crisis puede servir para que se piense que «por lo menos yo no estoy como él», «por lo menos yo pago la hipoteca».

A rincipios de años, el De Verdad digital publicaba una entrevista con un portavoz de Cáritas en la que se contribuía con conclusiones diferentes: “En España hay 8,5 millones de pobres con 574 € al mes y 1,5 pobres severos… Son datos muy confirmados, no solo por el informe que hemos hecho nosotros. Simultáneamente al informe de la crisis hicimos el sexto informe pero también son datos que se pueden contrastar con los del propio INE. Son datos que se obtiene de las fuentes que utiliza el INE que son homogéneas en toda Europa, con criterios europeos y tomando la definición del umbral de la pobreza de la propia UE. ¿Pobres severos? Si, se estima pobreza severa la mitad en cuanto al umbral de renta. ¿1,5 millones de personas con 280 euros al mes? 280 euros al mes… ¡máximo!” No es lo mismo, 600.000 personas viviendo de la caridad, que 8,5 millones de pobres, más 4,5 millones de parados. ¡12,5 millones de personas!. ¿Por qué no hablar de ellos?. Paralelamente el suplemento dominical reproduce un encuentro de cuatro ciudadanos debatiendo en la Moncloa con Zapatero y la crónica de 100 ciudadanos y como viven la crisis. Uno a uno… para que los árboles no dejen ver el bosque . 12,5 millones de personas es el 27% de la población. No hablamos de los mileuristas, claro, un estatus que parece haberse convertido en un lujo. La entrevista acaba: “el 13% de las personas ocupadas están bajo el umbral de la pobreza, ¿qué ha pintado en todo ese momento de crecimiento la persona, las necesidades a la hora de distribuir?, nada, el mantenimiento de empleos precarios, prácticamente 3 millones… “. No está demás recordar aquí alguna de las conclusiones del famoso informe Petras: “¿Dónde están los progresistas?”, y “¿por qué eluden su realidad nacional y social?”. A mediados de los noventa “los progresistas” solo se interesan por el dos por ciento de “marginales": los gitanos, los drogodependientes, las prostitutas… Petras acaba sentenciando que “la distancia entre los problemas sociales a largo plazo y a gran escala, y las actividades de los progresistas es escandalosa”. Sin dejar de señalar tres cuestiones fundamentales: Primero que los derechos de las minorías no suponen ningún enfrentamiento con el Estado, mientras que los intereses de la mayoría supone un cuestionamiento de la distribución de los principales recursos del país. En segundo lugar que estas luchas por las minorías tienen un apoyo financiero del Estado que ofrece “oportunidades económicas” y “buena conciencia”. Y en tercer lugar denuncia a estos “progresistas” por afirmar que es más revolucionario luchar por los marginales que por los "privilegiados" españoles "que viven del salario mínimo". Hay que recordar que en 1993 el paro era del 20%, y en los sectores más jóvenes hasta del 30%. Uno de cada cinco españoles estaba en paro.

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