Javier Madrazo, según noticias aparecidas en distintos medios de comunicación, habría generado un conflicto durante el Consejo Político de Esker Batua (EB), es decir, de Izquierda Unida (IU) en el País Vasco. Pero ¿un zombi político como Madrazo puede mandar algo todavía dentro EB-IU? ¿Un siniestro personaje político que fue expulsado de la vida política vasca por la inmensa mayoría de la ciudadanía democrática en las elecciones autonómicas de hace poco más de un año? ¿Un indigno y contumaz colaborador del régimen étnico que ha permanecido durante siete años en el gobierno del nacionalismo obligatorio y excluyente?
Porque el fuerte viento democrático que se levantó contra los treinta años de dominación del régimen étnico, que se beneficiaba del terrorismo etarra, se llevó or delante también a Madrazo y que se expresó en un desastre electoral para EB-IU. En las diez principales ciudades del País Vasco EB-IU perdió el 59% de sus votos. Incluyendo zonas tradicionalmente de población trabajadora e importantes caladeros de votos como la margen izquierda de Bilbao donde perdió el 45,4% de los sufragios. Sin embargo, su caída electoral fue mucho menor en los feudos rurales envenenados por el nacionalismo étnico donde casi no hubo votos a las fuerzas democráticas. ¿Puede EB-IU seguir confundiendo la noche de los muertos vivientes con la lucha de la gente trabajadora? Aunque políticamente Madrazo sea historia, su responsabilidad no ha terminado con su hundimiento político. Madrazo debe ser perseguido por colaboracionista étnico y castigado, como mínimo, con la ignominia política y el desprecio social. Y EB-IU debe unirse a IU del resto de España. E IU unirse a todas las fuerzas políticas y sociales dispuestas a luchar contra la crisis defendiendo al 90% de la población española del robo de un 25% de nuestros ingresos. Robo organizado mediante un ataque a saco por parte del poder político y financiero de EEUU con el apoyo de la potencia europea dominante, Alemania.