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Ahora sabemos que el Instituto de Crédito Oficial, el ICO, prestó 500 millones a Acciona hace dos años, en enero de 2007 -cuando el grupo que preside José Manuel Entrecanales intentaba disputar a a alemana E.ON el control de Endesa- para que entrara en Endesa a 32,7 euros por acción. Ahora la constructora ha revendido su paquete a 42 euros al grupo público italiano Enel con más de 1.700 millones de plusvalías.
Si esto no fuera suficiente, el acto Acciona-Enel incluye pedir a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que los accionistas minoritarios de la eléctrica no puedan beneficiarse. Se puede entender que Enel no quiera lanzar una Oferta Pública de Adquisición de acciones (OPA) a los minoritarios (que tienen el 8% del capital con títulos que apenas cotizan a 24,2 euros). ¿Pero cómo justificar que los fondos del ICO se estén destinando a este tipo de operaciones cuando las pequeñas y medianas empresas de la economía nacional se asfixian por falta de crédito? El problema de fondo no viene de ahora y el enfrentamiento PP y PSOE ante el problema, lo que hace es reforzarlo. El PSOE echa las culpas a Aznar, por decidir la privatización de Endesa en 1998, y haber pretendido que Endesa acabara en las manos de la alemana EON. Mientras que el PP culpa ahora a ZP de poner uno de los sectores estratégicos del país en manos extranjeras. El fondo está en el alineamiento de las dos fuerzas políticas principales de nuestro país, con las diferentes corrientes y alternativas de la oligarquía. Aznar inició la campaña de privatizaciones (y privatizó Endesa en 1998) dentro de su objetivo de crear un gran grupo oligárquico financiero – BBVA como centro- vinculado al PP. Mientras que Zapatero se ha subido al carro del principal grupo oligárquico: Botín. Como dice el refrán “entre todos la mataron y ella sola se murió”. Entre PP y PSOE han liquidado a Endesa como empresa española, poniendo uno de los pilares del sector de producción energética en manos no sólo del capital extranjero, sino de un Estado extranjero, el italiano. Agravando así uno de los problemas fundamentales del país que la propia crisis ha dejado al descubierto: la dependencia energética del exterior.Las pymes denuncian que los préstamos del ICO no llegan a las empresas y las familias. Ahora ya sabemos donde está el dinero que el gobierno está entregando a la banca: en tapar sus agujeros y en dárselo a los "amigos" para sus pelotazos.