La "guerra de manifiestos" en el PSOE

Pasar de las palabras a los hechos

La publicación del manifiesto «Mucho PSOE por hacer» -que trata de desmarcarse de la polí­tica de recortes de los gobiernos de Zapatero- ha sido contestado con otro manifiesto que cierra filas ante cualquier crí­tica al ex presidente. Nos repiten que detrás de la tormenta sólo está la pugna por el poder del aparato entre Carme Chacón y Alfredo Pérez Rubalcaba. Pero algunos medios han debido reconocer que «los manifiestos reflejan con toda crudeza el comentario confidencial de muchos socialistas cuando afirman que las elecciones se perdieron en mayo de 2010, cuando Zapatero adoptó las primeras medidas duras por imposición de Bruselas y Obama».

En el manifiesto “Mucho PSOE por hacer” se reconoce que “antes de que los ciudadanos se alejaran de nosotros, nosotros nos alejamos de los ciudadanos”. Certificando que “cuando aplicamos políticas contra la crisis ajenas a nuestros valores, perdimos buena parte de nuestro crédito. Más aún cuando no fuimos capaces de equilibrar los esfuerzos y sacrificios que dichas políticas imponían a los sectores más débiles de nuestra sociedad con la carga fiscal que debería haberse exigido a los más poderosos”.Afirma que “es necesario cambiar el rumo” hacia “una política económica progresista”, con “una reforma fiscal integral que erradique las injusticias que soportan las rentas del trabajo”. E incluso se llama a combatir en la UE “la prepotencia de la derecha alemana”.La estrepitosa derrota electoral ha abierto grietas y fisuras en el seno del PSOE, cuya expresión es «el aumento del rechazo entre las bases socialistas a la política de recortes y ajustes practicada por Zapatero «al dictado del FMI o Bruselas.Un rechazo que ya no se puede ocultar. Y que ha salido a la luz en forma de la “guerra de manifiestos”.Es difícil confiar en Carme Chacón, que se ha colocado a la cabeza de “Mucho PSOE por hacer” con la indisimulada intención de utilizarlo como plataforma para conquistar la secretaria general en el próximo congreso de febrero. Lo mismo ocurre con ex ministros como Leire Pajín, Moratinos o Francisco Caamaño, demasiado implicados en los gobiernos de Zapatero como para que ahora sus críticas sean creíbles.Pero también rubrican el manifiesto personajes como Josep Borrell, y otro grupo de cuadros representantes de los sectores más independientes y progresistas del aparato del PSOE.Más allá de las disputas internas entre cúpulas por el control del aparato, lo significativo es que la corriente de rechazo a los recortes y ajuste penetra incluso en fortalezas aparentemente inexpugnables, como el PSOE. Y allí, frente a la sumisión practicada por Zapatero, encuentra el respaldo de muchas de sus bases.

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