La ofensiva contra los Talibanes en Pakistán

Pakistán enfrenta la peor crisis humanitaria de su historia

Pakistán enfrenta la peor crisis humanitaria desde su creación a raí­z del desplazamiento de dos millones de personas por el combate militar contra los talibanes. El Ejército ha cercado a los extremistas, mientras la ONU pide ayuda para los civiles. Los soldados paquistaní­es han comenzado a cercar a los guerrilleros talibanes en su base de montaña así­ como en la principal aldea del Valle de Swat, dijo ayer un general paquistaní­, en medio de un creciente escepticismo sobre la eficacia de la ofensiva militar.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exhortó a la comunidad internacional a mostrar su solidaridad con las cerca de dos millones de ersonas que fueron desplazadas de sus hogares por la violencia al noroeste de Pakistán, subrayando la urgencia de recaudar más de 500 millones de dólares para asistir a aquellos afectados por los enfrentamientos.»El secretario general está preocupado ya que actualmente Pakistán está experimentado un rápido desplazamiento en escala masiva», de acuerdo a una declaración de su portavoz. En la capital paquistaní­, Islamabad, la ONU y sus socios lanzaron un Plan de Acción Humanitaria, pidiendo 543 millones de dólares para ayudar a más de 1,7 millones de personas que escaparon de los enfrentamientos entre fuerzas del gobierno y militantes en la Provincia de la Frontera Noroeste (NWFP en inglés) desde el 2 de mayo. Hombres, mujeres y niños inocentes, desesperados y hambrientos necesitan tu ayuda, y la necesitan ahora», advierte uno de los muchos anuncios publicitarios que las cadenas de televisión locales de Pakistán repiten machaconamente cada dí­a.Las calles de Islamabad, la capital paquistaní­, también están llenas de pancartas con llamamientos a la solidaridad, así­ como de tenderetes para la realización de donativos. Viéndolo todo parece que se trate de una enorme campaña solidaria de Navidad o de una apelación a la generosidad ciudadana ante alguna emergencia humanitaria ocurrida en alguna esquina perdida del mundo. La tal emergencia sucede, sin embargo, en el mismo Pakistán y generada, en parte, por su propio Gobierno.El presidente paquistaní­, Asif Alí­ Zardari, ratificó el pasado 13 de abril un acuerdo de paz con los talibán, que el Gobierno de la Provincia pakistaní­ de la Frontera Noroeste (NWFP) ya habí­a firmado en febrero para la aplicación de un sistema judicial basado en la sharí­a o ley islámica en el distrito de Swat, en el noroeste del paí­s. A partir de la firma de ese tratado, los talibán no tardaron en expandirse a otro distrito cercano, el de Búner, a menos de cien kilómetros de Islamabad, y eso desató todas las alarmas.El 26 de abril el ejército pakistaní­ inició una operación militar a gran escala en el noroeste del paí­s, que ya ha generado 2 millones de desplazados internos, a los que hay que sumar medio millón más que ya existí­a desde mediados del año pasado. La crisis humanitaria es la mayor que sufre el paí­s desde su creación en 1947.Tras la ofensiva para frenar el avance del Talibán desde el Swat hacia la capital, Islamabad, alarmó al gobierno estadounidense por la suerte que podrí­a correr el arsenal nuclear paquistaní­. Aunque Estados Unidos ensalzó la operación militar, participó en las gestiones para proteger al gobierno de las consecuencias polí­ticas de la crisis humanitaria que enfrenta por la situación de los desplazados.Según ha manifestado el Embajador estadounidense, EEUU ha empezado a entregar ayuda humanitaria para las personas desplazadas por los combates que están produciéndose en el noroeste de Pakistán. Funcionarios estadounidenses dijeron que un avión del ejército aterrizó el miércoles por la tarde en una base aérea cerca de la capital, Islamabad, transportando un cargamento que incluí­a tiendas con aire acondicionado y 120.000 paquetes de comida preparada.El gobierno ha levantado varios campamentos pero una inmensa mayorí­a de los dos millones estimados de personas desplazadas han acudido a familiares o han buscado alojamiento de forma privada. Hillary Clinton, prometió el martes enviar 110 millones de dólares de ayuda humanitaria a Pakistán, como parte de la estrategia de Washington para ayudar a Islamabad a contener el problema que los desplazados, por la ofensiva exigida por Washington, provoca en concreto un malestar inmenso en la población.Las peores crí­ticas de los desplazados son a los bombardeos indiscriminados del operativo militar, que inicio el Ejército paquistaní­ en Swat, cuando EE.UU. los presionó con un «o lo hacen ustedes o tal vez lo hacemos nosotros». Se puso en marcha después de alarmistas versiones que indicaban que los talibán se encontraban próximos a Islamabad y ante el pánico de las élites del paí­s, que se habí­an desinteresado por el drama del terrorismo talibán porque no habí­a llegado a la capital. Hoy el Ejército está perdiendo apoyo no sólo entre los refugiados sino en la clase media, que lo habí­a respaldado masivamente al inicio.

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