Entrevista a Beatriz Domínguez-Gil (ONT)

Organización Nacional de Trasplantes: líder mundial salvando vidas

Hablamos con Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes, sobre los 31 años de liderazgo de España en la donación de órganos.

Fundada en 1989 por Rafael Matesanz, y con apenas 44 empleados y 6 millones de presupuesto la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) española lleva tres décadas liderando de forma indiscutible el récord mundial de donación de órganos. Este organismo público ha creado un modelo de gestión sanitaria tan exitoso que la multitud de países de todo el globo han tratado de emularlo.

Hablamos con su actual directora, Beatriz Domínguez-Gil de las claves del éxito de la ONT, verdadero orgullo de nuestro sistema sanitario y uno de los mejores exponentes de la «Marca España»

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¿A qué se debe los 31 años de liderazgo, pero sobre todo la recuperación desde la pandemia?

Tuvimos que tomar medidas extraordinarias. El descenso de trasplantes en 2020, con una recuperación posterior, se ha producido en todos los países del mundo. En el 2020 se produjo la saturación de las UCIs -Unidad de Cuidados Intensivos-, que es donde tiene lugar la donación y el trasplante, y el desconocimiento de lo que suponía el Covid 19 para un paciente inmunodeprimido. No sabíamos si se podía transmitir en el trasplante y no teníamos vacunas. Si bien es cierto que descendimos un 23%, terminamos el año con cifras que superaban a cualquier país en época de no pandemia.

En 2017, el histórico creador de la ONT, Rafael Matesanz dio el testigo a la también nefróloga Beatriz Domínguez-Gil

En 2021, 22 y 23 la recuperación está fraccionada en todas las líneas de trabajo establecidas ya en 2019. Pero en 2020 hubo que tomar medidas extraordinarias, gestionar los sistemas en condiciones de pandemia, como los de priorización, seleccionando los donantes óptimos y no los menos óptimos por edad, por ejemplo, los pacientes urgentes o muy difíciles de trasplantar para los que surgía una oportunidad. Tomamos medidas en adecuaciones en lo logístico para facilitar la extracción de órganos entre equipos, y empezamos, inicialmente, una política restrictiva con SARS-CoV-2 positivo, sintomático o asintomático. Pero a medida que adquirimos conocimiento, experiencia y las vacunas, EEUU, Italia y España empezamos a trasplantar órganos con positivo COVID. Con una selección estricta de donantes y receptores hemos podido trasplantar con seguridad, con experiencia amplia y publicando literatura científica. De hecho los protocolos que siguen otros países se basan en los nuestros. Hoy en día en España no se rechazan órganos por esa causa, menos pulmones e intestinos.

Si no hubiéramos tomado esas medidas la activad no se hubiera recuperado.

Los protocolos que siguen otros países se basan en los nuestros’

¿Por qué descartan pulmones e intestinos?

Son los órganos diana de la Covid 19. Con criterios muy estrictos ciertos pulmones podrían trasplantarse. El donante con positividad SARS-CoV-2 puede ser donante, salvo que haya fallecido por eso motivo, pero ya no es habitual.

Todo con un consentimiento explícito del receptor que debe estar informado.

¿Por qué solo el 1% o el 2% de los fallecidos en un hospital pueden ser donantes?

Porque una donación de un fallecido fuera del hospital es muy difícil. Es excepcional. Pero no basta con eso. Hay que fallecer en una UCI y con ventilación mecánica. Hay que concebir un sistema que consiga identificar esas condiciones y activar una logística tan compleja.

¿En otras condiciones el órgano no se válido?

Hablamos de unas circunstancias que inhabilitan el órgano para ser trasplantado. Lo normal no es que tenga ventilación mecánica o estén en una UCI. Eso no es compatible, porque empiezan a deteriorarse en cuestión de minutos. Sí se pueden donar tejidos, pero no órganos.

Hay que fallecer en muerte encefálica y en condiciones muy controladas, o tras una parada cardiorespiratoria, pero en condiciones mucho más controladas.

Por eso trabajamos con la figura del coordinador intrahospitalario de trasplantes, que son intensivistas, que son personas muy preparadas para identificar estas circunstancias y llevar adelante todo el proceso, tratar con una familia en duelo, el mantenimiento de los órganos, organizar la logística con la ONT, de extracción, de implante, preservación de los órganos, y que actúa de acuerdo a los protocolos, con formación continuada, seleccionada por su capacidad y aptitudes, y a la que le proporcionamos herramientas para la innovación.

Somos el único país que trasplanta todo tipo de órganos de asistolia’

¿Cuáles son los retos entonces para la ampliación de las donaciones? Lo más sencillo es pensar ampliar ese porcentaje del 1% o el 2%, pero con condiciones tan complejas…

Muy buena pregunta. Sacar la donación de la UCI para llevarla a todo el hospital es lo primero. Hay personas que fallecen en una planta o en unidades de cuidados paliativos, y realizamos una aproximación a la familia, con su consentimiento, para que puedan fallecer en una UCI, si es coherente con sus principios y valores. Llevamos años trabajando en los ingresos en UCI para la donación, y hay quien lo hace solo con el objetivo de ayudar a otros. Es una línea de trabajo importante, con urgencias, neumología, neurología y paliativos.

Otro reto es la donación en asistolia, a partir de personas que fallecen por parada cardiorespiratoria. Los órganos se deterioran cuando dejan de recibir flujo y hacen falta sistemas de conservación complejos. Hemos conseguido que el 42% de donaciones sean de este tipo. Esto nos ha permitido que ante una actualización normativa, como la Ley de la Eutanasia, personas que piden ser donantes puedan cumplir con su deseo en circunstancias de gran complejidad. No es tratar con una familia en duelo, sino una persona que ante la inminencia de su muerte expresa querer ser donante. Lo organiza todo con el objetivo adicional de ayudar a otras personas.

En este proceso, los órganos sufren más y es más complicado de trasplantar, por eso trabajamos con técnicas de preservación complicadas. Está lo que llamamos perfusión regional normotérmica, que no están copiando en EEUU y en toda Europa, aunque en EEUU terminarán diciendo que lo han inventado ellos. Somos el único país del mundo que trasplanta con éxito todo tipo de órganos de asistolia, incluyendo corazón e intestino. Ahora tratamos de expandirlo a todo el territorio nacional.

Por último, nos replanteamos las contraindicaciones a la donación, como en el Covid 19, que pasó de ser una contraindicación absoluta a ser relativa. Gracias a otros programas, patologías o circunstancias como el virus c, como una patología tumoral, o del sistema nervioso central, con evidencias contrastadas y la seguridad de estos trasplantes, porque prima proteger la seguridad del receptor, vamos abriendo vías para la disponibilidad de órganos.

Formamos en la comunicación no lesiva de malas noticias

¿Cómo se gestiona la solidaridad?, porque el 85% de las familias y pacientes dan una respuesta positiva a la donación, lo que significa que somos un país solidario, pero la solidaridad hay que despertarla, depende de la mirada de quien la busca.

Beatriz Domínguez-Gil es una médico española especialista en nefrología. Desde 2017 dirige la Organización Nacional de Trasplantes de España.

No se puede decir mejor. Trabajamos mucho con los medios de comunicación. Se habla de las campañas promocionales como si fueran a cambiar el pensamiento de la sociedad de un día para otro, cuando lo que ocurre es que los medios en España son perfectos aliados de la ONT. Es un sistema de goteo continuo que nos ha permitido construir una sociedad que hace posible el sistema y que lo siente, porque lo es, un éxito colectivo. Sentimos el reconocimiento y un sentimiento de pertenencia y una comprensión de la importancia de la donación. A esto hay que sumar las iniciativas de las comunidades, en la ESO, en la Universidad y las carreras biosanitarias.

Por otro lado, efectivamente, el momento crítico es el de la entrevista para la donación. La tradicional es una familia que se enfrenta al fallecimiento o la inminencia de la muerte. Somos conscientes de que un coordinador y un equipo formado en la comunicación en situaciones críticas, y plantear de forma adecuada las opciones, significan una gran diferencia en resultados. Promovemos acciones formativas para nuestros coordinadores, el manejo de situaciones críticas y también la formación de los profesionales de las UCIs, de Urgencias. Tenemos talleres de Comunicación en Situaciones Críticas – la CSC de la ONT – que realizamos con los hospitales para formar a los profesionales en cómo trabajar en estas circunstancias, no solo en la donación sino en otras circunstancias como comunicar malas noticias de forma adecuada y no lesiva. Si se hace mal puede ser lesiva.

Son estrategias que ayudan a crear un clima favorable a la donación y que ese clima se transforme en un sí. Formar a nuestros coordinadores en entrevistas a personas que se enfrentan a su propia muerte y desean donar órganos es el nuevo reto. Cambia el paradigma y es una entrevista muy complicada. Tienen que estar formados y aprender a gestionar sus emociones en situaciones muy dramáticas y muy duras.

Si EEUU lo aprobara sería nefasto porque le seguirían muchos países’

Recientemente el candidato a la presidencia de Argentina, Javier Milei, volvió a sacar el tema de la comercialización de órganos. ¿Existe un peligro real de que avance?

Siempre existen, de forma recurrente, profesionales, políticos, y grupos de presión que quieren fomentar el desarrollo de un sistema de mercantilización de órganos, considerando que es una forma de resolver la escasez. Es un problema frente al que hay que estar preparados. En EEUU existen unos lobbies increíbles.

Hay que intentar, y en la ONT lo tenemos claro, ser firmes en nuestros posicionamientos a nivel internacional. Cuando nos encontramos con estas iniciativas colaboramos con la OMS haciendo frente común para frenar cualquier reforma legislativa. Milei hizo la propuesta pensando que ha llegado a la clave del éxito. Si llega a ser presidente y plantea esto, cuando sus equipos técnicos lo contrasten, dudo que vea la luz. Imagino que fue una ocurrencia poco fundamentada que genera mucha alarma. Si un país toma la iniciativa tiene efecto contagio. Si lo hiciera EEUU sería nefasto porque le seguirían muchos países, porque es una referencia. Hay que ser firmes y ponerse en primera línea para frenar estas iniciativas y criticarlas muy duramente.

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