sanidad

ofensiva de la sanidad privada

Aseguradoras y clí­nicas, dispuestas a unirse para plantar cara a la crisis Dicen que la unión hace la fuerza, y el sector privado se lo ha tomado en serio. Aseguradoras y clí­nicas están de acuerdo en limar sus diferencias y formar un foro conjunto que les lleve a convertirse en una gran industria con fuerza económica propia, según han acordado en el VI Encuentro Especializado de Gestión de Clí­nicas. Rosalí­a Sierra 27/02/2009 Antonio Bartolomé, presidente de la Federación Nacional de Clí­nicas Privadas, lo tiene claro:»A la sanidad privada tenemos que salvarla nosotros». Esta idea ha sido el hilo conductor de la segunda jornada del VI Encuentro Especializado de Gestión de Clí­nicas, organizado por Unidad Editorial y Diario Médico, en colaboración con Asisa, que, según sus participantes, puede que en algún momento se recuerde como el encuentro del que surgió un foro de trabajo que unió a todo el sector privado en torno a unos objetivos comunes. Clí­nicas, grupos hospitalarios y aseguradoras se han sentado juntos para poner sobre la mesa sus preocupaciones, demandas y necesidades, y para dejar claro que «la salida de la crisis vendrá cuando nos comportemos como un sector económico global, como una gran industria», en palabras de Juan Arias, director del Área Internacional y Nuevos Proyectos de USP Hospitales. Las principales necesidades de las clí­nicas pasan por la estabilidad -«las relaciones contractuales con las aseguradoras suelen ser cortas, de un año, y las relaciones económicas a corto plazo no son buenas»- y el reconocimiento de la calidad: «No es igual el que invierte en tecnologí­a y excelencia que el que ofrece una asistencia de batalla». Por su parte, las aseguradoras piden a las clí­nicas «calidad asistencial, certificación, control de costes, evolución de la facturación (mediante procesos, capita o grupos relacionados de diagnóstico), implicación de los profesionales (con un horario eficiente y una oferta suficiente), normativas claras y un producto hospital parcial», según ha afirmado Luis Mayero, delegado provincial de Asisa en Madrid. Este último aspecto ha suscitado cierta polémica, porque los responsables de las infraestructuras no están dispuestos a dejar que sus instalaciones sean «grupos independientes que operan en un mismo lugar fí­sico. Los hospitales son unidades indivisibles», según sostiene Gonzalo Bravo, director de Recursos Humanos de la Clí­nica Ruber, de Madrid, que ha insistido en la necesidad de diferenciar el coste de la asistencia en función de la calidad: «Debemos crear un foro de acreditación de centros e implantar una serie de medidas comunes de excelencia que permitan llevar a cabo un benchmarking real. La calidad debe ser lo único que nos interese con respecto a nuestros clientes». Futuro alentador A pesar de las diferencias, la voluntad de colaborar hace que unos y otros empiecen a aportar soluciones. A juicio de Juan Carlos Fuentes, director médico territorial de Sanitas en Madrid, «serí­a útil introducir sistemas de información (SI) clí­nicos comunes. Ahora nos guiamos por SI financieros, lo que hace que aseguradoras y clí­nicas nos centremos en el coste del producto, no en el resultado en salud». Fuentes ha calificado la relación entre unos y otros como «del siglo pasado. Las aseguradoras llevamos 30 años ofreciendo el mismo producto y debemos cambiar, adoptar un modelo de trabajo del siglo XXI; serí­a deseable que nos convirtiésemos en socios con unos objetivos comunes en calidad y resultados, algo que harí­a posible, quizá, tener contratos más largos». A su vez, Ernesto San Francisco, gerente de la Clí­nica Cemtro, en Madrid, es más ambicioso y considera que «estamos todos en el mismo barco: sector público, sector privado y aseguradoras, y el único motor capaz de movernos es el paciente». Por ello, cree que ninguno de los agentes debe tomar decisiones unilaterales, entre las que incluye la apertura de ocho hospitales en Madrid, la externalización de servicios y la bajada de tarifas. Propone algunas soluciones, como especializar los servicios, pagar la calidad, educar al paciente, facturar telemáticamente de manera unificada, incrementar algunas primas y profesionalizar al sector. Escriba un comentario | Ver todos los comentarios 

Deja una respuesta