Objetivo: desmantelar las políticas del PP

El encuentro entre Sánchez e Iglesias confirma el acercamiento PSOE – Unidos Podemos.

El debate de la moción de censura asistió a un giro de 180º en el tono de las relaciones entre PSOE y Unidos Podemos, que ahora se ha confirmado tras la reunión de sus líderes, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. El encuentro se enmarca dentro de la ronda de contactos que el nuevo secretario general socialista mantendrá, además de con la formación morada, con Ciudadanos e Izquierda Unida. El objetivo es empezar a trabajar por levantar mayorías alternativas al PP, para desmantelar sus políticas y eventualmente desalojarlo de la Moncloa.

Buena sintonía y voluntad de entendimiento por ambas partes. Ese es el tono en el que se ha celebrado el encuentro entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, promovida por el líder socialista. El deshielo ha dado paso a lo que parece ser una relación fluida. «Tenemos que intentar convenir una agenda común», ha dicho el socialista para quien Unidos Podemos y PSOE tienen que impulsar medidas, como un plan de rescate para los jóvenes, las pensiones o el desarrollo de la ley de igualdad. «Podemos entendernos», ha expresado con optimismo Sánchez.

En el punto de mira a medio plazo, ambas formaciones tienen el ojo puesto en el derribo de leyes fundamentales del PP, como la Ley Mordaza, las reformas educativas (Ley Wert), la justicia universal y sobretodo una auténtica línea roja para Rajoy (y también para el FMI o Bruselas): la reforma laboral. En el Congreso permanecen congeladas varias iniciativas para tumbar los pilares de estas leyes estrella del PP, y el momento para reactivarlas podría estar cerca. Unidos Podemos pide la derogacion de las últimas reformas laborales -la de Rajoy y la de Zapatero-, y Sánchez se está reuniendo con los sindicatos para impulsar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, que en los hechos inhabilitaría las anteriores reformas.

Todavía tienen que entenderse en muchas cosas. Iglesias ha pedido al PSOE que vire de la abstención al ‘no’ en la votación del Tratado de Libre Comercio con Canadá (CETA), y también ha ofrecido a Sánchez pactar un techo de gasto distinto al que presente el Gobierno. Sánchez no ha respondido explícitamente, pero ha deslizado que el PSOE rechazará en el Congreso el que presente el PP. Pero lo que está claro es que hay voluntad de derribo de las leyes más importantes del PP. El diseño estratégico de Mariano Rajoy de una «legislatura tranquila» en la que la colaboración fundamental entre PP y PSOE permitiría sacar adelante sus lineas rojas ha saltado por los aires.

Otra cosa es la cuestión de desalojar a Rajoy de la Moncloa. Sánchez ha asegurado que la moción de censura no puede ser «improvisada» –en referencia a la que impulsó Iglesias– y ha de ser «trabajada». “Lo importante es empezar la casa por los cimientos, no por el tejado. A partir de ahí, veremos», ha insistido.

La clave de la cuestión es a quién suben al barco de la ‘Entente’. Los socialistas mantienen el veto a las fuerzas independentistas, y más cuanto más avanza su órdago en Cataluña. Ciudadanos y UP mantienen su doble veto, y esto es lo que Sánchez intenta deshacer. “Tenemos que empezar a trabajar por los cimientos», ha reiterado Sánchez, quien quiere convencer a Iglesias y a Albert Rivera de la compatibilidad de las «fuerzas del cambio» a partir de acuerdos en el Congreso. De hecho, el mismo día del encuentro, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos se unían en el Parlamento para reprobar la Amnistía Fiscal de Montoro.

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