Selección de prensa internacional

Obama según Kissinger

Los «gurús» de la polí­tica exterior norteamericana durante los últimos 40 años comienzan a posicionarse sobre la nueve diplomacia de Obama. El primero en hacerlo públicamente ha sido el ex secretario de Estado con Nixon y Ford, Henry Kissinger, que ayer publicaba en diversos medios mundiales un intenso artí­culo en el que hace una primera valoración sobre el giro dado por Obama a la polí­tica exterior de Bush.

Tras el rimer y extenso viaje al exterior de Obama, donde ha expuesto los principios generales de su visión del multilateralismo, Kissinger considera que ahora ha llegado para Obama el desafío de “traducir sus iniciativas en una estrategia coherente de política exterior”. ¿En qué debe consistir esa coherencia? La crisis, según Kissinger presenta a EEUU una oportunidad extraordinaria en tanto que todas las grandes potencias tienen absorbidas sus limitadas energías en resolver ese frente. En esas condiciones, si la administración Obama consigue manejarse en un “concepto operativo de orden mundial”, puede crear un amplio consenso, o al menos un punto de equlibrio, similar al que se dio en el mundo a lo largo de prácticamente todo el siglo XIX. Es decir, Inglaterra -en este caso EEUU- ocupando una posición hegemónica en el mundo, pero al mismo tiempo distribuyendo responsabilidades de forma lo más consensuada posible entre las distintas potencias, cada una de las cuales, a su vez, podía desplegar relativamente sus intereses en distintas áreas regionales del mundo siempre y cuando esos intereses no chocaran directamente, bien con los de la potencia dominante, bien con el mismo sistema general. Un modelo de hegemonía consensuada que no excluye siquiera la existencia de un G-2 entre Washington y Pekín, a modo de directorio superior como el que pudo haber ocasionalmente en el siglo XIX entre Londres y París. Muy interesante también al artículo que reproducimos de la revista web argentina Argenpress, quien se hace eco de una serie de reportajes de la periodista británica Johann Hari publicadas a principìos de año en el periódico digital norteamericano Huffington Post. En ellos, la periodista desmonta la idea de que los llamados piratas somalíes que atacan y secuestran buques puedan ser considerados precisamente eso, piratas. Según el reportaje, lo que ha ocurrido en Somalia es que tras más de 30 años de agresiones imperialistas de todo tipo que han acabado con cualquier atisbo de Estado o poder estatal, sus más de 3.000 kilómetros de costa se han convertido, por un lado, en un auténtico vertedero tóxico donde vierten sus deshechos contaminantes muchas de las grandes industrias del mundo desarrollado, gracias a contratos mercantiles firmados con empresas de la mafia italiana. Mientras por el otro, la inexistencia de un poder estatal capaz de cuidar mínimamentes los intereses nacionales ha hecho que sus riquezas pesqueras estén siendo esquilmadas de forma depredadora por las grandes compañías pesqueras de Occidente. La combinación de estos tres factores sería lo que habría dado origen a la aparición de este movimiento, al que la prensa occidental califica de piratas pero que para la mayoría de los somalíes, según las encuestas, no son más que patriotas defendiendo los intereses de su país y de su gente de la única manera que pueden hacerlo. Argentina. Clarín LA MODERACIÓN ES UNA OPCIÓN DEL PODER Henry Kissinger El primer viaje al exterior de un nuevo presidente siempre tiene una importancia que excede su itinerario. El presidente tiene una oportunidad de poner a prueba el impacto de su política, mientras que sus interlocutores empiezan a evaluar al líder con el que tendrán que tratar durante por lo menos cuatro años. El presidente Obama aprovechó la ocasión de su primer viaje a la Unión Europea para esbozar su posición en política exterior: multilateralismo; insistencia en diferenciarse públicamente de su predecesor; amplias negociaciones en una serie de frentes al mismo tiempo; hincapié en la construcción de relaciones personales con sus interlocutores. Ningún mandatario estadounidense concitaba demostraciones comparables de apoyo público desde la visita que John Kennedy hizo a Europa en 1961. El desafío de Obama pasa ahora por traducir sus iniciativas en una estrategia coherente de política exterior. Hizo falta valor para lanzar negociaciones en tal espectro de temas. Algunos, como el diálogo estratégico con China, representan la elevación a un nivel superior de conversaciones que ya se llevaban a cabo; otros, como las negociaciones sobre control de armas con Rusia, pasaron más de diez años sin actividad; la iniciativa en relación con Irán no tiene precedentes. Las negociaciones palestinas tienen una larga historia en la que nuevas complejidades daban por tierra con toda nueva iniciativa. Cada una de esas negociaciones tiene un componente político además de uno estratégico. Cada una de esas negociaciones se relaciona con temas específicos. Cada una corre el riesgo de que los obstáculos inherentes a la misma puedan oscurecer los objetivos o de que las tácticas negociadoras puedan afectar la sustancia. Todas se interrelacionan. Las negociaciones con Rusia sobre control de armas modificarán el papel de Rusia en los esfuerzos de no proliferación con Irán. El diálogo estratégico con China contribuirá a conformar las negociaciones coreanas. Las negociaciones también se verán afectadas como consecuencia de la percepción de los equilibrios regionales: en lo que respecta a los principales participantes, para Rusia eso se aplica sobre todo al ex espacio soviético en Asia central; para China y los Estados Unidos, a la estructura política del noreste asiático y la cuenca del Pacífico. Las negociaciones con Irán se verán muy influidas según si continúan los avances hacia la estabilidad en Irak o si un vacío emergente alienta el aventurerismo iraní. La amplia agenda que adoptó el gobierno de Obama pondrá a prueba ante todo su capacidad para armonizar los intereses nacionales con las preocupaciones globales y multilaterales. Este gobierno entró en funciones en un momento que supone una oportunidad extraordinaria. La crisis económica absorbe las energías de todas las grandes potencias. Cualesquiera sean sus diferencias, todas necesitan un respiro de la confrontación internacional. Abordar desafíos como el medio ambiente, el clima y la proliferación nuclear es algo que tiene para todas una importancia considerable y que reviste una forma cada vez más similar. Las soluciones abarcadoras, por lo tanto, tienen más posibilidades que nunca. Eso, sin embargo, debe traducirse en un concepto operativo de orden mundial. Eso depende de la perspectiva del gobierno norteamericano. Su abordaje parece apuntar a una suerte de estilo de diplomacia concertada posterior a 1815. Según esa posición, el liderazgo estadounidense deriva de la disposición a escuchar y de afirmaciones inspiradoras. La acción común surge de convicciones compartidas. El poder emerge de un sentido de comunidad, no de la acción unilateral, y se ejerce mediante la asignación de responsabilidades según los recursos de un país. Es una especie de orden mundial sin una potencia dominante o en el que la potencia que puede dominar dirige a través de la automoderación. La crisis económica favorece ese abordaje, si bien hay algunos ejemplos de operación sostenida de semejante concierto en la historia. Lo habitual es que los miembros de cualquier agrupación reflejen una distribución desigual de la disposición a correr riesgos, lo que lleva a una disposición desigual a asignar esfuerzos en aras del orden internacional, y por lo tanto al posible veto de los más indecisos. El gobierno de Obama aún no tiene que elegir entre sus principales opciones sobre las percepciones del orden mundial: basarse en el consenso o en el equilibrio. Pero debe organizar una estructura nacional de seguridad para analizar el entorno y calibrar su estrategia en consecuencia. La próxima tarea del gobierno será conseguir que las audaces negociaciones que lideran personalidades estratégicas mantengan el rumbo hacia un objetivo acordado. En el proceso, el gobierno debe navegar entre presiones públicas respecto de la diplomacia que son endémicas en la actitud estadounidense. Tales presiones reflejan una aversión a negociar con sociedades que no comparten nuestros valores y lineamientos generales. Rechazan el intento de modificar la conducta de la otra parte mediante negociaciones. Consideran que los acuerdos son concesiones apaciguadoras y buscan la conversión del adversario o su derrota. Quienes critican esas posiciones -que ahora son mayoría- hacen hincapié en la psicología. Consideran que la apertura de negociaciones ya es una transformación. Para ellos, el simbolismo y los gestos representan sustancia. La diplomacia tiene que intentar que lo que está en un punto muerto pase a ser negociable. Sin embargo, la capacidad de hacerlo exige circunstancias objetivas. Los cambios de posición deben guiarse por objetivos definidos con claridad y no por simples técnicas de negociación. CLARÍN. 26-4-2009 Argentina. Argenpress MIENTEN SOBRE LOS PIRATAS SOMALÍES Ernesto Carmona La prensa internacional está mintiendo sobre los llamados “piratas somalíes”. Ésta es una de las 67 noticias nominadas para la selección anual de 25 noticias no difundidas por los grandes medios del Proyecto Censurado 2009/2010. La verdadera naturaleza de lo que está ocurriendo en el Cuerno de África comienza a conocerse cuando un juez de Nueva York decidió enjuiciar a un menor de edad capturado el 12 de abril por EEUU en la costa de Somalia. Con su artículo “Le están mintiendo sobre los piratas”, la periodista británica Johann Hari arrojó bastante luz –en el Huffington Post del 4 de enero de 2009– sobre la verdadera naturaleza de este conflicto, provocado por los barcos occidentales que ilegalmente descargan basura nuclear y capturan los productos del mar del empobrecido país africano con casi 4.000 km de costas. Del artículo de Hari se desprende que los verdaderos pirata son más bien las corporaciones de grandes potencias que encontraron ganancias fáciles en las aguas desprotegidas del país africano. En rigor, patriotas somalíes defienden sus alimentos de origen marino de la depredación de estadounidenses y europeos que los acusan de “piratas”. Los somalíes observan impotentes cómo sus mares se convierten en un gran vertedero nuclear que acumula miles de toneladas de residuos radiactivos abandonados por grandes cargueros. Somalia es un país que hace casi dos décadas carece de guardacostas, desde que las guerras civiles (inducidas por las grandes potencias) hicieron colapsar su sistema de gobierno. La injerencia de los países desarrollados promovió guerras civiles en gran parte de África en búsqueda de minerales lucrativos, fingiendo exportar “la democracia” o un “afán civilizador” La guerra contra los “piratas” del subdesarrollo y la miseria está convirtiéndose en aparente sustituto de la “guerra al terrorismo”, doctrina ya agotada para los propósitos del complejo industrial militar. Los mal vestidos y peor armados “piratas” se han convertido en un nuevo objetivo militar (…) La piratería de hoy en Somalía es una actividad desesperada de sobrevivencia mediante cobro de peaje e impuestos a los depredadores. “El gobierno de este país del Cuerno de África colapsó en 1991. Desde entonces sus nueve millones de habitantes han estado sumergidos en el hambre y muchas de las fuerzas más feas del mundo occidental han visto esto como una gran oportunidad para robar las fuentes de aprovisionamientos de alimentos del país y descargar nuestra basura nuclear en sus mares”, explicó Hari. Tan pronto como se fue el gobierno, en la costa de Somalia comenzaron a aparecer misteriosos barcos europeos descargando enormes barriles en el océano. La población costera comenzó a enfermarse. Primero sufrieron erupciones extrañas, náuseas y aparecieron bebés malformados. Y después, el tsunami de 2005 hizo flotar cientos de barriles que las olas lavaron en las playas. La gente comenzó a sufrir enfermedades producidas por la radiación y murieron más de 300 personas. Ahmedou Ould-Abdallah, el enviado de ONU a Somalia, le dijo a Johann Ari: “Alguien está descargando aquí material nuclear. También hay metales pesados, tales como cadmio y mercurio”. Mucho de este material se puede rastrear en hospitales y fábricas europeas, donde se lo entregan a la mafia italiana para desaparecerlo a bajo precio (…) Al mismo tiempo, otras naves europeas han estado saqueando la biodiversidad de sus mares, su alimentación (…) Los pescadores locales perdieron repentinamente el sustento y ahora padecen hambre. Mohammed Hussein, pescador de la ciudad de Marka, le dijo a Reuters: “Si no se hace nada, pronto no nos habrán dejado ningún pescado en nuestras aguas de costa”. Hari explicó que en este contexto aparecieron los hombres a quienes se ha estado llamando “piratas” (…) antes fueron pescadores somalíes ordinarios, que ahora consiguieron lanchas rápidas para intentar disuadir a los descargadores de basura y a los barcos rastreadores o, por lo menos, aplicarles algún impuesto. Se llaman a sí mismos “Guardacostas Voluntarios de Somalia” y es duro ver por qué. Uno de los líderes pirata, Sugule Ali, dijo que su motivo era “detener la pesca ilegal y la descarga en nuestras aguas… No nos consideramos bandidos del mar. Consideramos [que son] bandidos del mar a quienes pescan ilegalmente y descargan en nuestros mares, descargan basura en nuestras aguas y portan armas en nuestros mares”. (…) los ‘piratas’ reciben el apoyo aplastante de la población local por una razón. El sitio somalí independiente de noticias WardherNews condujo la mejor investigación disponible sobre qué están pensando los somalíes comunes y corrientes y encontró que el 70% apoyó fuertemente la piratería como forma de defensa nacional de las aguas territoriales del país”. Durante la guerra revolucionaria en EEUU, George Washington y los padres fundadores les pagaron a los piratas para proteger las aguas territoriales de América, porque no tenían ninguna marina de guerra o guardacostas propios. La mayoría de los americanos los apoyaron. ¿Es esto tan diferente?” “¿Esperan que los somalíes que mueren de hambre se instalen pasivamente en sus playas, revolcándose en nuestra basura nuclear y observen cómo les arrebatan sus pescados para comérselos en restaurantes de Londres, París y Roma?” (…) Según Hari, la historia de la guerra de la piratería en 2009 fue mejor resumida por otro pirata, que vivió y murió en el siglo IV AC. Lo capturaron y conducido ante Alejandro Magno, éste exigió saber “¿qué pretende conservando la posesión del mar?” El pirata sonrió, y respondió: “Significa que ustedes están agarrando la tierra entera, pero por lo que hago con una nave pequeña, me llaman un ladrón, mientras quien lo hace con una gran flota le llaman emperador”. Hoy de nuevo nuestras grandes flotas imperiales están en Somalía, pero ¿quién es el ladrón? Democracy Now! informó que el único sobreviviente del secuestro del capitán de un carguero estadounidense ocurrido este mes fue un somalí menor de edad, quien el 21 de abril fue acusado en un tribunal de Nueva York. El adolescente, llamado El Abduhl Wal-i-Musi, se habría rendido antes que los francotiradores de la marina de EEUU mataran a sus tres acompañantes en una acción militar nunca aclarada (…) Los guardacostas informales somalíes anunciaron venganza después que en dos rescates de rehenes las fuerzas extranjeras dieron muerte al menos a cinco de sus compañeros (…) Los últimos acontecimientos han despertado temores de un aumento de la violencia en las rutas marítimas frente a la costa del Cuerno de África (…) "Los franceses y los estadounidenses se arrepentirán de haber comenzado esta matanza. Nosotros no matamos, sino que sólo tomamos rescates. Haremos algo a cualquiera que veamos como francés o estadounidense desde ahora", manifestó Hussein, un pirata de la zona (…) Johann Hari dijo que algunos lectores parecen sorprenderse porque la descarga de tóxicos y el hurto de pescados estarían sucediendo en el mismo lugar, preguntándose “¿Esto no contamina los pescados?” La periodista explicó que la costa de Somalia es extensa, se estira hasta los 3.300 km. “Imagínense cómo sería de fácil -sin ningún guardacostas o ejército- robar pescados en la Florida y descargar la basura nuclear en California, y se darán una idea”, dijo. “Estos acontecimientos están sucediendo en diversos lugares, pero con el mismo efecto horrible: muerte para los nativos, y aparición de piratería. No hay contradicción”. ARGENPRESS. 24-4-2009 Brasil. O Globo CAMINO DE CHINA Las exportaciones brasileñas a China crecieron EL 135% sólo en marzo y cerraron el trimestre con un alza del 63%. El país ya es el segundo mayor mercado exterior brasileño, sólo por detrás de los EEUU, pero el gobierno parece no entender la oportunidad. La visita del presidente Lula a China en mayo tendrá sólo dos días, menos tiempo que en Turquía, que era una "parada técnica". Además no hay una agenda para el viaje del Presidente a China, lo que dificulta la movilización de los empresarios brasileños y chinos, aunque ayer se ha terminado una reunión de dos días del Ministerio de Desarrollo con los chinos. Para el secretario ejecutivo de Brasil-China Business Council (CEBC), Rodrigo Maciel, el gobierno quiere dejar claro que no está satisfecho con la falta de inversiones y las dificultades de acceso al mercado chino para la carne y, de esa forma, desconfía si el país realmente ve a Brasil como un socio estratégico. Pero duda de que esta sea la mejor manera de tratar con ellos (…) Sólo en el primer trimestre, las exportaciones brasileñas a China totalizaron 3.400 millones de dólares, sólo 200 millones menos que los Estados Unidos, el mayor comprador de productos brasileños. El CEBC ha hecho un estudio y encontró que de los productos que los chinos compran, Brasil podría exportar 619 allí. De estos, 147 podrían ser vendidos rápidamente, hoy, (…) como la comida, todos los productos lácteos, carne, productos cosméticos, productos de higiene, de piezas de automóviles, todo el sector de la metalurgia, la maquinaria y la electrónica. Las expectativas de los empresarios eran el aumento de las exportaciones brasileñas hasta el 3% del total que China importe en 2010, pasando de 16.400 millones de dólares en 2008 a 30 mil millones en 2010, ampliando los productos (…) Negociar con China es diferente, porque todo pasa por el gobierno. Es preciso que el país lleve a sus empresarios allí y muestre la voluntad de convertirse en un socio comercial. Los gobiernos deben ser parte de este proceso, demostrando a los chinos las oportunidades de inversión (…) China inició el diálogo con algunos países estratégicos, entre ellos Brasil, en 2007. Desde entonces, sólo se han realizado dos encuentros entre Brasil y China, con el de esta semana, mientras que representantes de los Estados Unidos se reunen seis veces al año con ellos. EEUU ha logrado abrir el mercado chino para productos farmacéuticos y la aviación comercial y la adopción de proyectos de control de emisiones de dióxido de azufre por el gobierno chino, por ejemplo. Según Maciel, Brasil no corre el riesgo de convertirse en blanco del dumping de China si reconoce la economía del país como una economía de mercado, uno de los temas a tratar. Lo que sí es un problema, para él, es no reconocer, desde 2004, la economía china como una economía de mercado. (…) También para defenderse de las exportaciones chinas, que llegan más baratas a los distintos países y toman el mercado brasileño, la salida sería la asociación con China (…) Existen proyectos para integrar la cadena de producción china con otros países, como los de América Latina. Un ejemplo sería el sector de la automoción. Hay discusiones con el Banco Interamericano de Desarrollo para financiar empresas de América Latina que sean suministradoras a las industrias chinas. Aquí, Vale do Rio y Baosteel tenian un proyecto en el área siderúrgica, pero naufragó en enero. Ahora, Vale está teniendo problemas para negociar la venta de minerales y ha perdido el mercado frente a los competidores indios por el aumento de los precios a finales de 2008 (…) China es uno de los pocos países que crecen en este momento, siendo el objeto de deseo de todos los mercados mundiales. Es uno de esos hechos inevitables de la vida actual. Que el presidente Lula vaya allí es una buena decisión, acortar el viaje para estar más tiempo en Turquía, a los que vendemos sólo 85 millones de dólares este año, es una exquisitez que la misma diplomacia del gobierno de Lula podría explicar. O GLOBO. 25-4-2009

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