Corresponsalí­a Especial Euskadi

Nunca más callar en Euskadi

La reacción de Emilio está removiendo las conciencias y los sentimientos callados durante años de toda la población vasca, y se ha convertido en un valiente y un héroe sin entrar en el debate de si es más o menos adecuada la reacción en si.

Emilio recibe todo nuestro aoyo, porque el aspecto más fuerte de su reacción es la indignación ante el fascismo y la imposición, y no debemos dejar que nada ni nadie intente echarle tierra.Ni la “izquierda abertzale” que intenta dar la vuelta a la realidad, lo cual es su especialidad y desea que esta sea una estratagema socialista aludiendo a que es un militante del PSE (dato falso).Como es fácil que le falten razones ya se han encargado a su vez de hacer público su nombre para que quede marcado para siempre como “enemigo del pueblo vasco” que ellos dicen.Ni el PNV, principal responsable de que se imponga la convivencia con el fascismo, el silencio frente a la indignación. Las palabras del alcalde de Lazcao (PNV) son prueba de ello, cuando unió el atentado de ETA a la ausencia de voz de su entorno político en los comicios.Pero tampoco el apoyo lastimoso que dio el líder socialista Patxi López, donde mucho más sutilmente nos cuela la ley no escrita pero que impera como una carta magna de tragar en silencio. Vino a decir que “lo entendemos”, pero que el ojo por ojo y el diente por diente supondrían iniciar una espiral de violencia impropia de una democracia. “Seguramente tendrá muy difícil volver a vivir en su municipio con tranquilidad”La consigna sutil: sigamos tragando.¡Y cuanto más sutil peor! Si no puede vivir con tranquilidad, que desde la alcaldía del pueblo apoyándose la gente echen a todos aquellos que no aceptan a sus vecinos. Durante años las instituciones han alegado que no pueden hacer nada ante acosos como el que forzó el exilio de su padre, Julián. G, concejal en Lazcao entre 1983 y 1991 e impulsor de la casa del pueblo destrozada por ETA. Seguro que Euskadi no tiene ningún problema de espiral de violencia.Hacen falta muchos Emilios. Y hace falta que entre victimas y verdugos quede claro que no existe la ambigüedad estás con unos o con otros no existe el termino medio.

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