Hacienda acecha la mejor oportunidad para subir el impuesto del gasóleo

Nuevo atraco

La oportunidad para subir los precios del gasóleo en las gasolineras puede venir, curiosamente, de la bajada de los precios del petróleo. Intentarán subir ahora que los precios están bajos para que apenas se note la nueva subida de impuestos. Dos factores se alí­an contra los ciudadanos. Por un lado la pretensión de las petroleras de ajustar los precios al alza después de las bajadas sufridas en los últimos meses. Por otro los intereses de la clase polí­tica dispuesta a subir los impuestos y hacer caja por encima de la situación de los ciudadanos.

El gobierno de Zaatero además tiene otra coartada, la Directiva de la Energía, que obligaría a España a subir la tributación de los carburantes antes de 2012. “Es una exigencia de Bruselas”, nos vienen a decir mientras se lavan las manos como los nuevos Poncio Pilatos como si ellos no tuvieran responsabilidad alguna.La directiva sobre armonización fiscal de la energía establece una tributación mínima para el gasóleo del 302 euros por cada mil litro de carburante, frente a los 293,8 euros actuales. Es decir, que en los hechos la subida de impuestos supone una subida del 12%.El problema del gasóleo vuelve a colocar en la mesa el problema de los impuestos. Mientras desde el gobierno se hace todo lo posible para recaudar el máximo a través de los impuestos indirectos (los que pagamos la inmensa mayoría de los ciudadanos independientemente de nuestro nivel de rentas), los impuestos directos sobre las ganancias de quienes acumulan beneficios tienden a la baja.Existe, por último, un tercer factora tener en cuenta, el hecho de que el impuesto sobre hidrocarburos sea uno de los Impuestos Especiales cedidos a las comunidades, como parte del nuevo modelo de financiación autonómica. Las comunidades pasarán de controlar el 40% actual al 58% lo que hace prever una presión añadida por parte de las insaciables burguesías locales para que se aplique esa subida aplazada sobre los gasóleos.Así, lo que debería ser una oportunidad para hacer de los bajos precios de la energía un factor de estímulo para la producción se convierte en una nueva fuente de beneficios para las petroleras y las castas políticas. Unos y otros aprovechan los bajos precios, no para dar un impulso al país (dependiente de la energía exterior) sino para obtener ellos unos beneficios extra. Subir precios e impuestos “sin que se note”, acostumbrados como ya nos tenían a unos precios altísimos del combustible.La proximidad de las elecciones europeas y la impopularidad de las subidas de impuestos es la única barrera para una subida inminente. Pasadas las europeas habrá vía libre para subir los impuestos del gasóleo antes del verano.

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