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El Gobierno tiene ya preparada una subida fiscal que a los hidrocarburos, es decir, toda clase de combustibles, y las labores del tabaco. Se dejan sin tocar, pero sólo de momento y no se descartan en absoluto para el futuro inmediato, los impuestos al alcohol y bebidas derivadas, cerveza, productos intermedios y electricidad.
La recaudación del imuesto ha caído en los últimos meses debido a la caída del consumo con la crisis. Por ejemplo, los impuestos derivados de los combustibles en el primer trimestre de 2009 han bajado 8,3 por ciento. El Ministerio de Economía y Hacienda prepara a toda velocidad los términos legales de la subida para que las “cuentas cuadren”. ¿A qué obedece esta subida y la rapidez con la que la gestiona el gobierno? La llegada de Elena Salgado al ministerio supone que se acaban las resistencias al aumento del gasto público, al que se oponía su antecesor Pedro Solbes. Por tanto “hacer caja” como sea, se vuelve una necesidad acuciante. Es decir, el derroche del gasto público se va a incrementar y todos los ciudadanos tendremos que pagarlo de nuestro bolsillo. ¿Pero no estamos en la peor crisis financiera de la historia de nuestro país? ¿no es el momento del ahorro? Y ¿Por qué tenemos que seguir pagando los ciudadanos los desmanes del gobierno y los rescates bancarios? Esta gente no tiene ni límites, ni vergüenza.