Editorial

Nos la jugamos

La Comunidad Educativa prepara movilizaciones para el inicio del curso en todos los niveles. Una parte importante de los sectores de la Educación rechazan la LOMCE, los recortes en becas, medios y profesorado, la subida de tasas, de material escolar, de guarderí­as…

La unidad es un valor que, como en otros ámbitos, los resultados están mostrando indispensable. Pero esta unidad solo puede evolucionar para hacer más fuerte el movimiento si es verdaderamente amplia, si todos los sectores afectados e implicados se unen en defensa de la Educación. Y eso exige concentrar las exigencias en aquellos puntos que no solo unan, sino que además aíslen socialmente a quienes están interesados objetivamente en degradar el Sistema Educativo.

Al igual que en otros terrenos de la cultura, el arte y la ciencia, son muchos los intereses ciudadanos y populares que están siendo atacados. Alguno de ellos provocan continuos choques entre los diferentes agentes. Hemos de evitar el enfrentamiento entre todos aquellos que sufrimos la crisis y los recortes, para, como decíamos antes, aislar socialmente a quienes los ejecutan. En definitiva, una pequeñísima parte de la sociedad.

Por eso, situar las diferencias principalmente en el terreno ideológico de la izquierda y la derecha, lo público y lo privado, es erróneo y reduce el espectro de los sectores que pueden y deben unirse en defensa de la Educación y la Cultura. Sectores que padecen las consecuencias de estas “políticas de austeridad”, es decir, las consecuencias del inmenso saqueo al que están sometiendo al 90% de la sociedad.

Al igual que miles de pymes y autónomos se asfixian diariamente ante la falta de crédito, una fiscalidad en la que paga quien menos tiene, y una reforma laboral que beneficia exclusivamente a monopolios y multinacionales, en la Educación miles de pymes ven secuestrados sus derechos y esquilmados sus bolsillos.

No nos enfrentamos a las rémoras del sistema franquista, o a una derecha radicalizada que pretende devolvernos a tiempos pasados, sino a la intervención de los principales centros de poder político y económico que están dispuestos a cualquier cosa para seguir obteniendo sustanciosos beneficios a costa nuestra. Y lo harán en nombre de la izquierda o de la derecha, según convenga.

De la misma manera, en los próximos meses vamos a asistir a una ofensiva sin precedentes sobre las pensiones. Si la unidad es importante en todos los aspectos, en la defensa de las pensiones se multiplica, porque España todavía disfruta de un Sistema Público de Pensiones que recorre toda la sociedad. Un derecho vertebral de nuestra sociedad que unifica décadas de trabajo duro, y solidaridad intergeneracional e interrritorial. Es aquí donde nos la jugamos.

Deja una respuesta