Cargando...Antes de la crisis los bancos habían congelado muchas comisiones para captar y fidelizar clientes. Con la crisis, en el incremento de comisiones por operaciones y pagos -todas por encima de la inflación y sin ofrecer mejores servicios- las entidades bancarias encuentran una suculenta fuente para cuadrar sus márgenes de beneficio. Como lo hace público el periódico económico Cinco Días, de las «comisiones cero» los bancos y cajas de ahorro españoles pasan al cobro «de todo y por todo».
Algunas son (según los datos del Banco de Esaña): En 2008, bancos y cajas elevaron de media un 18,33% el cobro por sacar dinero con una tarjeta de débito en un cajero de una entidad financiera diferente a la del cliente (unos 2,65 euros). Las comisiones por las cuotas anuales de las tarjetas han aumentado un 2,73% en las de débito, hasta 15,16 euros, y un 9,92% en las de crédito, hasta 31,25 euros. El mantenimiento y administración de las cuentas corrientes y de ahorro se ha disparado un 7,11% y un 7,44%, respectivamente. La penalización por “descubiertos” ha subido un 23,31% (de 8,15 euros a los 10,05 euros actuales). La comisión de estudio para préstamos hipotecarios pasó de 89,2 euros a 98,29, lo que supone un alza del 10,19%. El ingreso de cheques en la propia entidad conlleva un gasto de 2,42 euros, un 16,35% más que hace un año, y en distinta plaza cuesta 2,8 euros, un 11,11% más. Y así sucesivamente… No son minucias. Suma y suma, el resultado son millones exprimidos a las cuentas de sus clientes ¡por la cara! ¿Quién “regula” a la banca? En España cada entidad tiene libertad para aplicar el importe de las comisiones, previa notificación al Banco de España y a la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Ante la situación las asociaciones de usuarios recomiendan “vigilar” las cuentas para evitar los abusos mediante un seguimiento de sus operaciones y reclamar siempre que sea necesario revisando las tarifas pactadas en sus contratos.