“No podemos permitir que Zumosol cierre sus puertas y se lleve su producción a otro sitio”

Zumosol pasa a engordar la lista de grandes empresas que, tras caer en manos extranjeras, acaban cerrando fábricas en nuestro país, dejando en la calle a los trabajadores, y -probablemente- llevándose la producción a otro lugar.

Zumosol pertenecía al Grupo Pascual, y su fábrica en Palma del Río (Córdoba) era hace años uno de los centros productivos de zumo y embotelladora más grandes de toda Europa. En 2013, pasó a manos del fondo de inversión turco Toksöz. Tras un año con los 38 trabajadores en ERTE, Toksöz anunció que había encontrado un comprador para la fábrica, Cegeplas. Zumosol les dio de baja en la Seguridad Social y la nueva empresa los contrató como trabajadores propios. Pero a los pocos días, el contrato de compra se rompió, Cegeplas les dio de baja y los trabajadores se vieron en la calle sin ninguna indemnización. Se trata de una práctica que lamentablemente forma parte del modus operandi cuando las grandes empresas cambian de manos: contratar a una “empresa fantasma” para liquidar a la plantilla y no pagar la indemnización por despido.

En una lucha que se ha dado a conocer por las redes sociales, los 38 trabajadores de Zumosol llevan doscientos días de acampada en la fábrica, sin trabajo y con once nóminas adeudadas. Exigen la readmisión y reapertura de la fábrica o la indemnización que les corresponde.

.

Lleváis más de 200 días de acampada en la fábrica, ¿cómo lo afrontáis?

Lo que más nos anima cuando estamos allí encerrados es la solidaridad de la gente, verles llegar con cualquier cosa para colaborar, por pequeña que sea. Resistimos gracias a los donativos de personas particulares y de las diferentes organizaciones, nos dan aportaciones económicas, nos traen la compra… estamos muy agradecidos por el apoyo que estamos teniendo. Lo que más nos desgasta es pensar en el futuro. Hay cansancio psicológico entre los compañeros porque la prestación por desempleo se va agotando.

¿Por qué decidisteis comenzar la protesta?

En octubre, Zumos Palma, la empresa propietaria de Zumosol, nos comunica que ha vendido las instalaciones de la fábrica de Palma del Río, Córdoba, a una pequeña empresa aceitera. Finalmente la compra no la realiza esa empresa, sino otra, Cegeplas. Entonces, Zumosol nos da de baja en la Seguridad Social y la nueva empresa nos da de alta. Diecinueve días después nos dicen que Zumos Palma ha incumplido el contrato y Cegeplas se echa para atrás en la compra. Proceden a anularnos el alta de la Seguridad Social con carácter retroactivo y nos dicen que Zumosol nos tiene que dar de alta de nuevo, algo que no hace.

Entonces nos encontramos con que no trabajamos para ninguna de las dos empresas, pero tampoco nos han despedido de ninguna, han anulado el alta a las SS y nos encontramos en un limbo legal. Estamos en una situación lamentable en la cual nadie se encarga de nosotros. Posteriormente nos hemos enterado que la Seguridad Social permite la anulación del alta justamente antes de los veinte días. Todo estaba orquestado y tenían una hoja de ruta con los pasos que iban a seguir.

¿Se trata de una presunta “falsa compra”?

Efectivamente, eso es lo que han hecho con nosotros. No es la primera vez que una gran empresa realiza esta práctica, contratan a una empresa “liquidadora” que se dedican a esto profesionalmente, y hacen una venta ficticia para evitarse todo tipo de responsabilidades, como pagar despidos. Zumos Palma ha contratado “supuestamente” a Cegeplas para proceder a la liquidación de 38 trabajadores y se han inventado una compra-venta que nunca ha existido. Así, cierran la fábrica y pueden llevar la producción al sitio que más les convenga. Puede que a Turquía, de donde es el fondo de inversión Toksöz, a quien pertenece Zumosol.

¿Cuáles son vuestras principales reivindicaciones?

 Nuestra principal reivindicación es que queremos trabajar. Si nuestra empresa no tiene trabajo para nosotros que nos despida y nos dé la indemnización correspondiente según la antigüedad de cada trabajador. Lo único que pedimos es que se cumplan las leyes. La demanda que hemos puesto en el juzgado de lo social es para que determinen que efectivamente nos han despedido y obliguen a nuestra empresa a pagarnos lo que nos debe. Estamos sufriendo retrasos continuados en el juicio, el primero juicio se iba a celebrar en abril, después lo retrasaron a julio, luego a septiembre… así llevamos meses. Es una estrategia de Zumosol para que los trabajadores nos hartemos y conseguir que tiremos la toalla. Saben que por desgracia los trabajadores no podemos aguantar así indefinidamente porque tenemos que llevar un sueldo a casa y tenemos gastos que pagar.

¿Qué supondría para la comarca el cierre definitivo de Zumosol?

Nuestra comarca depende de la naranja, todas las familias dependen del trabajo que genera: recolección, transporte… No podemos permitir que una empresa, de las características de Zumosol, cierre sus puertas y lleven su producción a otro sitio.

Nuestra empresa, al igual que tantas otras que han cerrado las fábricas en España, han recibido millones en ayudas del Estado a fondo perdido. No puede ser que reciban tantísimo dinero y después cuando quieran se marchen a otros sitios. Y si llega otro comprador, otra vez ocurrirá lo mismo, cogerán las subvenciones y se marcharán. Se aprovechan así de nuestros impuestos.

“Nuestra comarca depende de la naranja, no podemos dejar que cierren la fábrica”

Zumosol continúa una larga lista de empresas que cierran sus fábricas para llevarse la producción a otro país.

La industria en nuestro país se está abandonando y no podemos permitirlo. La industria se está dejando de lado, no se está invirtiendo y nos vamos a quedar solo con el sector servicios, dependiendo de otros países. Ya hemos aprendido en la pandemia que esto es inviable.

Nuestro Gobierno tiene que invertir en nuevas tecnologías, facilitarles las cosas a los empresarios y evitar que pase lo que está ocurriendo en nuestra fábrica, que aprovechando los vacíos legales cierren una de las fábricas más modernas a nivel europeo de manufacturación de la naranja y producción de zumo. Es una pena que las Administraciones permitan esto.

¿Qué respuesta habéis tenido de las Administraciones?

Al principio, los 38 trabajadores nos sentimos abandonados por las Administraciones Públicas, pero ahora ya están tomando cartas en el asunto desde Enero, con investigaciones de la Guardia Civil y de la Fiscalía General. Por fin nos sentimos apoyados por las autoridades. Estamos seguros de que tarde o temprano se va a hacer justicia y pagarán lo que deben.

A los medios de comunicación no se están haciendo mucho eco de nuestra lucha, hay a quien le interesa silenciarnos. Nosotros teníamos claro que en nuestra casa no nos íbamos a quedar. Tenemos que salir a la calle a protestar, no conformarnos. No podemos permitir que atropellen los derechos que tanto nos ha costado conseguir a los trabajadores. Hay que luchar.