Movilizaciones en Madrid contra los ataques de Ayuso a la sanidad pública

Ayuso: otro golpe a la Atención Primaria y la sanidad pública madrileña

A principios de 2020, los madrileños disponían de 37 SUAP (Servicio de Urgencias de Atención Primaria) a los que acudir en una emergencia. El gobierno de Ayuso anunció el cierre de todos. Tras las movilizaciones, la CAM anunció que 17 volverán a abrir... y 10 de ellos sin médicos

Tras décadas de recortes y con una pandemia de por medio, la sanidad pública madrileña está herida de muerte. En vez de aumentar el presupuesto y dotarla con más recursos, el Gobierno de Ayuso continúa de forma imparable la hoja de ruta para desmantelar la sanidad pública de la CAM.

“En la pandemia murió mucha más gente porque la sanidad pública no estaba preparada, no tenía suficientes recursos, especialmente por la falta de respiradores” denuncia Felicia Palomo, de Asociación de Vecinos de Carabanchel, una organización de barrio de las muchas que actualmente están al pie del cañón en la lucha contra los recortes y la privatización de la sanidad. “En mitad del covid se cerraron los SUAP (Servicio de Urgencias de Atención Primaria) bajo el pretexto de utilizar a los sanitarios para vacunar” explica la activista en una conversación telefónica con el DeVerdad.

“Nosotros hemos llegado a la conclusión de que si los SUAP hubieran estado abiertos con el equipo necesario se hubieran evitado muchísimos contagios en los hospitales y también fallecimientos. A veces por cuestión de tiempo, por tener la gente que irse más lejos en busca de un médico”. Cuando habla de la situación de la Atención Primaria, lo define como “una situación caótica y precaria totalmente evitable”. A mediados de 2021, los SUAP continuaba cerrados y muchos de los sanitarios de urgencias de estos centros se encontraban derivados en el Zendal, como ocurre ahora. En los hospitales no podían más, te podían derivar a otro y a otro, así hasta varias veces, porque les faltaba personal y camas.

Desde la asociación defienden que para que la atención hospitalaria no esté “tan masificada” y “con un deterioro tan grande” solo se puede salvar con más recursos, y con las urgencias de la atención primaria y la atención primaria en sí funcionando correctamente.  “Una Atención Primaria buena asegura que no se colapsen los hospitales y que solo se acuda a ellos ante casos graves”.

Los trabajadores sanitarios y los usuarios denuncian colas de espera larguísimas y citas con el especialista para después de seis meses o más. “El deterioro es grande y la inversión, mínima” comenta Felisa, quien defiende que además es inviable cinco minutos de atención a cada paciente, “a menos que se trate de dar una receta”. Actualmente, más de 10.000 personas aún no tienen asignado médico de cabecera, los médicos que se han marchado no han sido reemplazados por otros profesionales. En 2021, se cerraron en verano hasta 41 centros de salud. Los llamados “centros de referencia” tuvieron que acoger a los pacientes de los centros que cerraban, lo que provocó aún más colapso y obligó a desplazarse a las personas que requerían atención médica.

Los recortes en sanidad son recortes en años de esperanza de vida.

A principios de 2020, los madrileños disponían de 37 SUAP a los que acudir en una emergencia o necesitaban la atención de un médico fuera del horario habitual de los centros de salud. Ahora, la Consejería de Sanidad ha anunciado el cierre de los 37 centros, de los cuales solo 17 volverán a abrir, y lo harán bajo el nombre de “puntos de atención continuada”, diez con médicos y siete contarán solo con enfermeras. Los trabajadores sanitarios se han echado las manos a la cabeza ante el anuncio de centros de salud sin médicos. El plan de Ayuso es usar al personal de enfermería para cubrir las plazas que faltan de médicos, la CAM hasta elaboró un procedimiento de actuación para las enfermeras que incluía derivar al paciente a otro centro con médico para ser atendido en caso de gravedad, Sin embargo, los sanitarios alertan de que, en temas de salud, el tiempo puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Los profesionales que trabajarán en los 7 centros serán enfermeras y técnicos de emergencias sanitarias del Summa 112 y estarán ubicados en centros de Chamberí y Hortaleza (Madrid) y en Alcorcón, Las Rozas, Leganés, Móstoles y Torrejón de Ardoz. Según el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz-Escudero, se trata de “reorganizar” los servicios de urgencia hospitalaria. Pero es un término para tapar que se trata de cierres en toda regla y un paso más en el desmantelamiento de la sanidad pública para engordar los bolsillos de la privada. El plan ha sido aprobado sin consultar con los sindicatos, con quienes quedaron en debatir la propuesta que finalmente se les ha presentado como cerrada.

Diez centros de atención continuada (PAC) contarán con médicos, enfermeras y técnicos en emergencias sanitarias o celadores que se localizarán en los distritos de Arganzuela, Villa de Vallecas, Ciudad Lineal y Latina; y en los municipios de Alcobendas, Colmenar Viejo, Fuenlabrada, Pinto, Rivas-Vaciamadrid y Tres Cantos. De esta forma, se quedan sin su Servicio de Urgencias de Atención Primaria localidades como El Escorial, Majadahonda, Las Rozas, Collado Villalba, Parla, Móstoles, Alcorcón, Aranjuez, Alcalá de Henares, Torrejón, Coslada, San Fernando de Henares o Barajas.

“El sistema sanitario podría ser magnífico, pero necesita presupuesto y sanitarios”

En los siete centros sin médicos, no se podrá ni diagnosticar ni prescribir medicación, por lo cual los vecinos que tengan una urgencia, tendrán que acabar yendo a un hospital, los cuales acabarán aún más colapsados y las colas de atención serán larguísimas. Añadiendo que se amplía el tiempo de desplazamiento, ahora la población de los barrios tendrá que desplazarse hasta a dos horas para conseguir atención médica. Una forma de dificultarle la atención médica a la clase trabajadora, de quitarle tiempo, calidad de vida y, sobre todo, salud. Los recortes en sanidad son recortes en años de esperanza de vida para la gente.

Los vecinos de muchos barrios no tendrán ni médico ni enfermera de urgencias fuera del horario habitual de los centros de salud. “En el fondo, la Consejería no dice nada con seguridad porque varían según la presión que hagamos y según de qué sanitarios disponen”, nos explica Felisa, “esto nos lo cuentan los sanitarios”. Faltan mínimo 750 médicos en Madrid, donde habrá 1.200 jubilaciones en los próximos cinco años, pero no el Gobierno de la CAM no contrata más. En el Centro de Salud Los Ángeles, hay seis médicos de los veintidós que tienen asignados.

Los médicos tampoco quieren trabajar en Madrid por las condiciones de precariedad que existen, solo se han cubierto 21 plazas de 128 ofertadas. Prefieren otras regiones o se ven obligados a marcharse del país. Además, la activista por la sanidad pública nos cuenta que hay trabajadores sanitarios “siendo perseguidos” por llevar a cabo activismo a favor de la sanidad pública. Se ha llegado a sancionar con diez meses de empleo y sueldo. “El sistema sanitario podría ser magnífico, pero necesita presupuesto y los trabajadores sanitarios necesarios” defiende Palomo.

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