Zapatero no ve "urgente" comparecer por el desempleo

No es urgente, sino apremiante, imperioso e inaplazable

El aumento del desempleo no requiere un Pleno urgente y extraordinario para la próxima semana, sino que puede «esperar» a que el Pleno del Congreso haya terminado el periodo de vacaciones parlamentarias. Es la segunda petición que se le hace al presidente, pero él no ve ninguna urgencia. Si el presidente aplicara sólo la mitad de la celeridad con que aprobó los planes de rescate para la banca ya habrí­a habido, no dos, sino decenas de reuniones ordinarias y extraordinarias para resolver el graví­simo problema del paro en España. Pero lo que ocurra con millones de españoles «no es urgente».

¿No le arece urgente que 180 mil familias españolas puedas perder su vivienda en los próximos meses? La mayoría de ellas porque uno o dos de sus miembros han perdido su empleo. No es urgente para Zapatero comparecer, aunque el paro en España llegue al 11% (tres millones de personas) la mayor tasa de desempleo de toda la UE y la cifra más alta en España de los últimos 12 años, según la Encuesta de Población Activa. Los cálculos más optimistas cifran para este año los 4 millones de parados. ¿Qué ocurrirá cuando le acaben a los parados las prestaciones por desempleo? Pero además la posibilidad de quedarse en paro en los próximos meses aqueja a nada menos que al 35% de los españoles. Muchos trabajadores, a pesar de estar contratados, están demandando ya empleo a través del INEM. En noviembre del 2008, 48.000 ocupados buscaban un nuevo empleo por miedo al despido. No sin razón, el paro ha convertido en la principal preocupación de los españoles, según los datos de la encuesta de opinión del INE. Pero al presidente del gobierno no le parece urgente dar explicaciones a la sociedad española sobre estas alarmantes cifras. No es urgente, aunque nuestro país sufra la mayor caída de la construcción en toda Europa (cinco puntos más que la media europea) con la consiguiente pérdida de empleo. La grave dependencia del modelo económico español a la construcción, nos convierte en uno de los que más duramente sufrirá los efectos de la crisis. Pero al presidente no le parece ni urgente, ni importante, presentar qué alternativa nos ofrece para un cambio de modelo productivo.No es urgente aunque la facturación del sector industrial haya caído el 21,5% en noviembre de 2008 con respecto a igual mes de 2007. Se trata, nada menos, que del mayor descenso desde 2003.Resolver todas estas cuestiones no es urgente, sino apremiante, imperioso e inaplazable.

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