El 8 de Marzo, el día de la mujer trabajadora, hay convocado un paro internacional de mujeres, “Nosotras paramos”, en 35 países que busca la unidad de todas las mujeres en protesta contra la violencia machista y por la igualdad de derechos.
Convocatoria que surgió en Argentina a iniciativa del colectivo “Ni una menos “ tras un paro y una manifestación masiva contra los 200 asesinatos anuales de mujeres y tras el brutal asesinato de Lucía aquel miércoles negro que conmocionó al país. Centenares de zapatos rojos desperdigados en las plazas de México, Italia, Argentina, Chile, Ecuador, España y Reino Unido simbolizan los cientos de mujeres asesinadas. Arte y memoria contra la violencia de género. Cada par de zapatos rojos donado representa una mujer muerta o desaparecida; representa su ausencia y la voluntad de la ciudadanía para eliminar la violencia de género.
Una marea de mujeres que desde Ciudad Juarez hasta Argentina y el resto del mundo se levantan para gritar “Ni una menos”. El 8 de marzo hay muchas razones para manifestarse. Pero ¿por qué objetivos luchar en una jornada tan importante?. La lucha por la igualdad de los movimientos feministas ha sido una de las mayores revoluciones democráticas del siglo XX. ¿Qué nos hace más libres? ¿Qué nos hace fuertes? ¿Cómo orientar correctamente la lucha contra una violencia tan enraizada? ¿Cuál es el origen de la violencia machista que azota a las mujeres en todo el mundo?
¿Un problema de clase o de género?
La lucha de las mujeres por su liberación está indisolublemente unida a la lucha por la emancipación de la clase obrera y de todos los oprimidos, aunque deba organizarse específicamente. El 8 de marzo debe ser una jornada de lucha de todos contra los principales explotadores. La lucha de la mujer ha estado siempre unida a la lucha contra la opresión y explotación frente a la tendencia de ciertos movimientos a desligar la lucha feminista del resto de luchas populares, considerando a la mujer como una “clase social”, aislando a las mujeres de los movimientos políticos liberadores y enclaustrándola en “su mundo”.
Las mujeres de todo el mundo padecen una forma u otra de discriminación, pero éste no es un problema de género sino de opresión, es decir de clase. Y se oprime para explotar y en esa inercia se aplasta sin misericordia a los más débiles. No es posible liberar a la mujer sin liberar a la humanidad, sin cambiar el mundo de base, sin cuestionar las estructuras profundas de una sociedad que se basa en la explotación y en la opresión. No es posible trasformar el mundo sin ellas.
El endurecimiento de las leyes, siendo necesario, no resuelve por sí misma la cuestión, puesto que las leyes no son más que la expresión formal de la conciencia y la practica social imperantes, impuestas por la clase social y los intereses dominantes. Aunque se obtuviese en la actual situación, una legislación completamente igualitaria para la mujer y el hombre, la desigualdad real seguiría subsistiendo mientras no se realice una transformación radical de la familia, la enseñanza, las ideas dominantes, la economía y la política.
Febrero negro. Por una ley integral contra la violencia de genero.
La ley integral contra la violencia de género esta desmantelada y el Pacto de Estado contra la violencia no tomará medidas hasta junio mientras cada semana mueren mujeres. En sólo dos meses 17 mujeres han sido asesinadas; la actual situación no puede esperar, exige que se tomen medidas inmediatas y se pongan en marcha todos los mecanismos necesarios para evitar más muertes. Ocho mujeres, que pertenecen a la asociación Velaluz, están en huelga de hambre indefinida en la madrileña plaza de Sol en protesta contra los asesinatos machistas. Centenares de personas se concentraron en Sol en apoyo a la protesta de este grupo de mujeres. Por el momento, su campaña online ya ha superado el millar de apoyos. «La lucha de la mujer ha estado siempre unida a la lucha contra la opresión y explotación»
Exigen que el Gobierno constituya un gabinete de crisis que aplique medidas inmediatas. La protesta se acompaña de un manifiesto de 25 puntos que define una ley integral para proteger a las víctimas. «La violencia machista debe convertirse en una cuestión de Estado. Las vidas de las mujeres no pueden en ningún momento depender de decisiones políticas, hablamos de vidas” declaran. (…) Además de la huelga de hambre hemos presentado 25 propuestas que coordinan una actuación integral. De las 17 mujeres asesinadas sólo una denunció. Es una caja de Pandora, sabemos que sólo alrededor de un 20% de las mujeres denuncia y hay hasta 120.000 denuncias anuales.