SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Ni banca, ni banquillo

Mariano Rajoy se dirigirá hoy a sus colegas en Bruselas para plantearles lo más parecido a un rescate financiero del país. Pedirá que se repita la jugada de agosto de 2011, cuando el BCE intervino para salvar a Italia y España, porque sus primas de riesgo batían los récords griegos. Podrá esgrimir como contrapartida que el Gobierno español ya ha cumplido con lo que pedían Trichet y Draghi en aquellas famosas cartas que les enviaron a Berlusconi y Zapatero exigiendo durísimos ajustes. Rajoy podrá exhibir varias reformas y en eso ganará a Monti que ha hecho menos, aunque las ha capitalizado mejor.Rajoy ha preparado muy bien el terreno. Se entrevistó con Merkel en Chicago y logró que Obama prestara su voz al mensaje español. Otra cosa es lo que los demás le hayan entendido y cómo quieran jugar sus cartas. La situación más compleja la plantea el aterrizaje de Hollande. Los franceses dicen que el nuevo presidente no quiso fastidiar a la banca española cuando sugirió que recurriera a los fondos del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para recapitalizarse.Recurrir a estos fondos supone pedir un rescate a la UE y el Gobierno tiene asumido por defecto que eso significaría su fin, aunque nadie es capaz de explicar exactamente por qué, ni qué dice la Constitución al respecto (que no dice nada). Unos afirman que entonces debería gobernarnos una troika, otros que sería una pérdida total de soberanía que ni Zapatero aceptó.Ayer, los sherpas franceses seguían ofreciendo que se estudie que la banca española pueda recurrir al MEDE, sin mediar los gobiernos. Ese es un caramelo a cambio de que Rajoy acepte los eurobonos, que va a ser la batalla central de Hollande. En Berlín tienen su propia interpretación del asunto. No quieren eurobonos, pero estarían dispuestos a estudiar fórmulas para desarrollar «reestructuraciones transfronterizas del sector bancario». ¿Qué significa esto? Sólo los alemanes lo saben y como ellos colocan el verbo al final de sus oraciones, habrá que esperar. Todo indica que aunque Rajoy irá a buscar liquidez a Bruselas, la cumbre del crecimiento puede acabar siendo la cumbre de la reestructuración de la banca española y se hable más del MEDE y de Bankia. No hay que descartarlo.Además del de la banca, España tiene un grave problema de banquillo internacional. Así como Sarkozy apoyó la candidatura de Antonio Sáinz de Vicuña para el BCE a cambio del respaldo de Rajoy a la tasa financiera, ahora los franceses ponen pegas a la trayectoria de Belén Romana, la candidata española al MEDE, que supuestamente contaría con el visto bueno alemán. Berlín nos tumbó a Sáinz de Vicuña cuestionando su trayectoria y quería compensarnos en el MEDE. Pero los franceses también juegan.Lo que está claro es que no somos capaces de situar en la UE personas con currículos que puedan neutralizar las alianzas que se tejen en su contra y que son amplias porque estamos en una posición de debilidad. Lo que nos falta es una estrategia al respecto que tenga mucho sentido institucional y una proyección a medio y largo plazo.

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