Raquel González, Médicos Sin Fronteras

MSF: No hay lugar seguro en la Franja de Gaza

Médicos Sin Fronteras es parte esencial de los equipos médicos que permanecen en la Franja de Gaza en medio de una situación humanitaria límite, con hospitales colapsados y que son objeto de los ataques israelíes. Entrevistamos a Raquel González, responsable de Relaciones Institucionales de MSF

Realizamos esta entrevista pocas horas antes de que el ejército israelí, tras bombardearlo y asediarlo, decida tomar por asalto el hospital Al Shifa, convirtiendo en campo de batalla el principal centro sanitario de Gaza, y perpetrando uno de los peores crímenes de guerra de su brutal operación de castigo contra la población civil de la Franja.

Entrevistamos a Raquel González, responsable de Relaciones Institucionales de Médicos Sin Fronteras, que mantienen a numerosos efectivos trabajando sin descanso en la zona, poniendo en peligro sus propias vidas para salvar a los pacientes, en unos hospitales que se han convertido en dianas de los ataques israelíes.

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¿Qué noticias tenéis de la dramática situación humanitaria en la Franja de Gaza?

La magnitud de la violencia es profundamente estremecedora. Lo que estamos viendo es una espiral infernal de violencia.

El número de muertes y heridos es altísimo y no para de crecer. No hay ningún lugar seguro en la Franja ahora mismo, y tampoco lo son los hospitales. Los que siguen funcionando hacen lo imposible para tratar a los heridos con escasez de personal y material, y albergan a muchas familias de desplazados que han buscado refugio allí. Ahora mismo, estamos especialmente preocupados por la situación en el hospital de Al Shifa, ya que durante el fin de semana ha sido atacado, pero la situación en toda la Franja es dramática.

Además, Israel ha impuesto sobre la Franja un asedio total que no permite la entrada de artículos de primera necesidad para su población. Es un castigo colectivo totalmente inaceptable. Los medicamentos, los equipos médicos, los alimentos, el agua potable y el combustible (que permite la distribución de agua y el funcionamiento de los hospitales) son esenciales y deben estar al alcance de la población.

A todo esto se suma que es extremadamente difícil que la ayuda humanitaria y el personal lleguen a las personas que más lo necesitan. Necesitamos garantías básicas de seguridad para poder prestar servicios humanitarios y médicos, y que la ayuda humanitaria llegue de forma masiva y constante.

Hace unas semanas hubo todo un acalorado debate sobre quién había atacado el hospital Al Ahli (donde tengo entendido que teneis compañeros), si Israel o un cohete desviado de Hamás. Pero ahora hemos visto decenas de ataques a hospitales y clínicas, a sanitarios y ambulancias. Más de la mitad de los hospitales están inoperativos por lo ataques

La OMS ha reportado decenas de ataques a instalaciones médicas en Gaza.

Este fin de semana, miembros de MSF que seguían trabajando en el hospital de Al Shifa -el mayor de la Franja- informaron de que el hospital fue alcanzado varias veces, incluidos los departamentos de maternidad y consultas externas, con el resultado de múltiples muertos y heridos. El mismo personal ha presenciado cómo se disparaba a la gente que intentaba huir del hospital. En este preciso momento, no tenemos más información sobre la situación en Al Shifa porque no hemos podido volver a contactar con nuestro personal allí.

Los hospitales no están a salvo en este conflicto. Como organización médica activa en Gaza en estos momentos, lo que más nos preocupa son las graves necesidades médicas de la población, que está sufriendo una inmensa crisis humanitaria. Los hospitales deben estar protegidos en los conflictos, y esto debe ser respetado por todas las partes en conflicto.

La OMS ha reportado decenas de ataques a instalaciones médicas en Gaza.

Israel impide el acceso a alimentos o agua potable, y ha bombardeado las plantas potabilizadoras y desalinizadoras ¿cómo sobrevive la población ante esto?

Unos 2,2 millones de personas están actualmente atrapadas en Gaza, uno de los lugares más densamente poblados del planeta. Además, hay que recordar que la Franja ya llevaba 16 años de bloqueo israelí y un parte importante de la población ya dependía de la ayuda humanitaria.

Un equipo de MSF en el Hospital Al Shifa

Los intensos bombardeos y los ataques indiscriminados han convertido una crisis humanitaria crónica en una catástrofe. Millones de hombres, mujeres y niños se enfrentan a un castigo colectivo inhumano en forma de asedio total, además de bombardeos constantes y una ofensiva terrestre.

Hemos llegado a un punto en el que el agua es nuestra principal prioridad. En la actualidad, se calcula que el 60% de los habitantes de Gaza, más de un millón de personas, viven a la intemperie, sin acceso a agua ni atención sanitaria. No hay asistencia sanitaria básica porque las clínicas están cerradas, y las condiciones higiénicas son muy deficientes. Además de los heridos graves, corremos el riesgo de asistir a una oleada de enfermedades relacionadas con las malas condiciones de vida: enfermedades como la diarrea, las infecciones respiratorias y cutáneas y la deshidratación pueden desarrollarse rápidamente y poner en grave peligro a los más vulnerables, entre ellos mujeres y niños. La mitad de la población de Gaza tiene menos de 18 años. Sin embargo, no queda ningún sistema sanitario para atenderlos.

Se necesita ayuda humanitaria inmediata para el más de un millón de desplazados. Necesitan acceso a agua y saneamiento, así como atención sanitaria básica, antes de que su salud se deteriore drásticamente.

¿Qué implica desde el punto de vista médico el corte de luz y que ya no haya combustible para los generadores de los hospitales, ni tampoco suministros sanitarios? ¿Qué implica para los recién nacidos en las incubadoras, o para los pacientes en la UCI?

El combustible es imprescindible para que funcionen los generados de los hospitales. La falta de energía tiene un impacto directo en la vida de las personas. Este fin de semana, un cirujano de MSF en el hospital de Al Shifa nos explicaba que dos pacientes neonatos habían muerto porque la incubadora dejó de funcionar por la falta de electricidad. La falta de electricidad también provocó la muerte de un paciente adulto en la unidad de cuidados intensivos porque el ventilador se paró.

En resumen, sin electricidad, muchos pacientes morirán, sobre todo los que están en cuidados intensivos, neonatología y con máquinas de respiración asistida. Los pacientes con enfermedades crónicas, como diabetes y cáncer, y las mujeres embarazadas también corren peligro debido a la escasez general de medicamentos.

Como decía, Gaza ha sufrido 16 años de bloqueo: el sistema de salud carece de equipos y suministros esenciales -debido a las restricciones impuestas por el Ejército de Israel- es extremadamente difícil para los proveedores de atención médica poder importar material médico esencial y medicinas.

Los hospitales están desbordados. El número de heridos es extremadamente alto: hay una afluencia constante a todos los hospitales de la Franja de Gaza. Los equipos médicos están agotados, trabajan sin descanso para tratar a los heridos.

Gaza ha sufrido 16 años de bloqueo: el sistema de salud carece de equipos y suministros esenciales, y es extremadamente difícil poder importar material médico esencial y medicinas.

Las bombas de Israel han destruido 32.000 edificios, la mitad de las viviendas de Gaza, y dañado 200.000, la práctica totalidad. ¿Cuánta gente estimáis que hay atrapada bajo los escombros?

No tenemos datos este tipo de datos, que suelen dar las autoridades. Pero el nivel de destrucción en Gaza es masivo. Los ataques a hospitales y los bombardeos indiscriminados contra la población civil deben parar inmediatamente y debe entra ayuda humanitaria de forma masiva.

Israel ha dejado, con cuentagotas, que entren algunas decenas de camiones por el paso de Rafah (Egipto). Pero ¿son suficientes para 2,3 millones de personas? ¿Tenéis noticias de ataques contra estos camiones?

El nivel de ayuda humanitaria que ha entrado en el enclave asediado es ridículamente inadecuado en comparación con las enormes necesidades de la población de Gaza. Las organizaciones humanitarias calculaban que antes de la guerra entraban entre 300 y 500 camiones de ayuda al día en Gaza.

No tenemos información sobre ataques contra camiones, pero ahora mismo no hay ningún lugar seguro en Gaza. Tampoco lo es el sur, donde supuestamente la gente debía desplazarse por su seguridad, que también es bombardeado.

Recordamos que la población civil de 2,2 millones de personas, de las cuales casi la mitad son niños, no debe ser castigada colectivamente privándola del acceso a asistencia médica y humanitaria que puede salvar vidas. La ayuda debe llegar a los más necesitados en toda la Franja de Gaza. Debe garantizarse el paso rápido y sin obstáculos de suministros, equipos y personal de ayuda humanitaria a Gaza.

Recordamos que la población civil de 2,2 millones de personas, de las cuales casi la mitad son niños, no debe ser castigada colectivamente privándola del acceso a asistencia médica y humanitaria que puede salvar vidas.

Muchos de vuestros médicos siguen en Gaza. Algunos están en el sur, pero otros siguen en la ciudad de Gaza, en medio de los combates. Comparten la dureza de las condiciones de vida de los gazatíes. Están exhaustos y están en peligro, pero siguen trabajando para salvar vidas. Vuestro médico Raúl Incertis contaba cómo vuestrios compañeros gazatíes han perdido a sus hijos, a sus familias. ¿Qué personal tenéis en la Franja y en qué situación se encuentran?

Raúl Incertis, uno de los médicos españoles de MSF evacuados de la Franja de Gaza

La semana pasada tuvimos que lamentar el asesinato de nuestro compañero Mohammed Al Ahel y varios miembros de su familia. Mohammed era técnico de laboratorio y llevaba trabajando dos años con MSF. Se encontraba en su casa, en el campo de refugiados de Al Shati, cuando la zona fue bombardeada.

Muchos de nuestros compañeros palestinos siguen participando en la respuesta médica de emergencia en toda la Franja, en apoyo de las autoridades sanitarias locales. Actualmente es difícil verificar la situación de todos nuestros 300 compañeros. Sabemos que algunos de ellos se han trasladado al sur con sus familias. MSF está intentando ayudarles a encontrar refugio. Otros, sobre todo el personal médico, permanecen en el norte y siguen tratando a enfermos y heridos. Hacemos lo que podemos para seguir en contacto con ellos y apoyarles en su trabajo.

Por otro lado, los equipos internacionales pudieron salir de la Franja la semana pasada y tenemos otro equipo de personal especializado que está preparado para entrar cuando les permitan el paso.

Muchos de nuestros compañeros palestinos siguen participando en la respuesta médica de emergencia en toda la Franja, en apoyo de las autoridades sanitarias locales

Médicos Sin Fronteras es una organización humanitaria que no puede emitir valoraciones políticas. Pero vosotros exigís un alto el fuego inmediato y la apertura de corredores humanitarios, algo que en estos días muchos gobiernos consideran una petición radical. ¿No debería de estar el derecho humanitario internacional y la protección de la población civil, por encima de cualquier otra cosa ahora mismo en Gaza?

En Médicos Sin Fronteras estamos horrorizados por la brutal matanza masiva de civiles perpetrada por Hamás y por los ataques masivos contra Gaza que Israel está llevando a cabo. Nosotros pedimos un alto el fuego inmediato que salve las vidas de los gazatíes y restablezca el flujo de ayuda humanitaria del que depende la supervivencia de la población en Gaza. Los corredores humanitarios tienen un alcance limitado y no son suficientes dado el nivel de necesidades en la Franja.

También tiene que levantarse el asedio para que entren suministros humanitarios, incluidos artículos esenciales como combustible, de forma continua y masiva. Este asedio impuesto por el gobierno israelí, que incluye la retención de alimentos, agua, combustible y electricidad, es inconcebible. Es un castigo colectivo, prohibido por el derecho internacional humanitario, y puede constituir un crimen de guerra.

No nos cansamos de decirlo, hasta la guerra tiene reglas y estas son el derecho internacional humanitario que debe ser respetado. E incluso más allá de esto, pedimos humanidad. Los líderes mundiales no pueden permanecer impasibles ni apoyar un desprecio tan cruel por la vida humana. Estamos haciendo sonar la alarma: la inacción provocará una catástrofe humana sin precedentes.

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