ondas electromagnéticas y salud

Móviles y cáncer: ¿ni sí­ ni no?

Ayer el Comité Cientí­fico Asesor en Radiofrecuencia y Salud (CCARS), impulsado por la Fundación Complutense, presentó ayer un informe que analiza los estudios realizados en este campo durante 2007 y 2008. Estas son sus conclusiones, ¿debemos creerlas? * Los niveles de exposición son extremadamente bajos. * La percepción de peligrosidad no se corresponde con datos reales. * Es improbable que sean un factor de riesgo para la salud. * Las radiofrecuencias no son la causa de los sí­ntomas de aquellos que se autoproclaman como electrosensibles. * No tiene nada que ver con los tumores cerebrales en aquellos que han usado los móviles por menos de 10 años. * Para más de estos años, no hay datos. Por ello recomiendan usarlo de forma racional.

Un gran estudio Restringir el uso de móviles a los niños y usar “manos-libres”, esta es la recomendación que los exertos del estudio Interpone, uno de los mayores proyectos de investigación que abarca el uso durante diez años del móvil por casi 13.000 personas de 13 países para estudiar la incidencia de cánceres cerebrales en ellos. En 6 de los 8 estudios han aparecido, siempre según datos preeliminares, un “riesgo significativamente” mayor de padecer glioma (el cáncer cerebral más común) relacionado con el uso del móvil durante diez o más años. En uno de ellos el riesgo aumentaba un 39 por ciento. En dos de los siete estudios sobre neurinoma acústico (tumor benigno del nervio acústico) aparecía un riesgo elevado que, en el caso de un estudio sueco, era 3,9 veces más alto entre los usuarios de móvil, aunque el estudio no afirma una relación definitiva por las dificultades de recordar de los entrevistados. Un estudio israelí indicaba que los que usaban mucho el teléfono tenía 50% más riesgo de sufrir tumores de la glándula salival parótica. ¿Pedirán perdón? Fue el periódico británico conservador Daily Telegraph el que hizo las revelaciones apuntando a que desmontan la posición de la Agencia de Protección de la Salud (HPA) del Reino Unido que, aparte de asegurar que no hay riesgo ninguno, lleva cuatro años sin revisar sus recomendaciones. El diario Daily Telegraph es el mismo que ha destapado cómo los parlamentarios británicos, tanto Laboristas como Tories y Liberales, se han aprovechado del dinero público para revalorizar sus segundas residencias o cubrir gastos varios hasta el extremo de la diputada Cheryl Gillian, que cargó al Estado 0, 87 euros por dos latas de comida para perros. El escándalo obligó a Brown a pedir perdón en nombre de la clase política. Con respecto a los efectos del uso del móvil habrá que esperar a finales de año para tener conclusiones definitivas pero no se espera que ningún gobernante pida perdón sean cuales sean, amparándose en que no había suficiente evidencia científica. Los expertos en España En España, el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencia y Salud (CCARS), impulsado por la Fundación Complutense, presentó ayer un informe que analiza los estudios realizados en este campo durante 2007 y 2008. El documento afirma que actualmente no existen pruebas científicas que demuestren que la tecnología móvil pueda tener efectos nocivos sobre la salud, posición común de los gobiernos europeos por no hablar de los fabricantes.Respecto a los teléfonos, el estudio concluye que su uso en periodos inferiores a 10 años no aumenta la tasa de tumores cerebrales en adultos, lo cual no deja de ser verdad. Y el Comité, por boca de su presidente, dice que hace falta "más investigación" en este campo que averigüe los efectos "a largo plazo". No hay evidencia científica, es el centro de la argumentación. Evitar la parcialidad, la clave Pero que haya evidencia científica y se difunda está determinado por la capacidad de los interesados en minimizar el riesgo (fabricantes, inversores) en influir sobre la parcialidad de los estudios. Hasta ahora, bien es cierto que las conclusiones de las investigaciones sobre la relación entre los teléfonos móviles y el cáncer, especialmente los tumores cerebrales, son contradictorias. Sin embargo, un estudio del profesor coreano Dr. Myung y sus colaboradores de la Universidad Ewha Womans, el Hospital de la Universidad Nacional de Seúl y de la universidad de California en Berkeley examinaron 23 estudios públicos con más de 37.000 participantes, demostró que los resultados suelen depender de quién realiza el estudio y lo bien que se controla la parcialidad y otros errores, o sea, depende de la calidad metodológica de la investigación. Es más, ocho investigaciones que emplearon métodos de "alta calidad" para evitar la parcialidad de los participantes revelaron un aumento leve del riesgo de tumores en las personas que empleaban teléfonos móviles, comparado con quienes nunca o casi nunca aseguraban la imparcialidad. ¿Casualidad? Casualmente, el CCARS español, que se autodenomina comité independiente, está bajo patronazgo de la Fundación de la Universidad Complutense de Madrid, fundación que cuenta entre sus patrocinadores con algunos importantes inversores en el mundo de las telecomunicaciones, desde el Banco Santander, como patrocinador general, Caja Madrid, constructoras como ACS y Ferrovial hasta la mismísima fundación de Vodafone. ¡Viva la ciencia independiente! El principio de precaución es, realmente, un principio vital para abordar el problema de los efectos de la radiofrecuencia sobre nuestra salud.

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