La Reducción del armamento nuclear ofensivo es posible únicamente si Estados Unidos despeja la preocupación de Rusia en torno al desplazamiento en Europa del sistema de defensa antimisiles estadounidense, precisó una declaración del presidente ruso, Dmitri Medvédev, difundida por el Kremlin. «No podemos aceptar los planes de Estados Unidos para crear un sistema global DAM (escudo antimisiles), queremos subrayar que la reducción del armamento nuclear que nos ha sido propuesta, es posible sólo si EEUU despeja la preocupación de Rusia con respecto al DAM en Europa», subrayó la nota de Medvédev.
El nuevo tratado sobre las armas nucleares estratégicas, cuyo texto elaboran actualmente exertos de ambos países debe constatar de la forma más clara posible la relación entre el arsenal ofensivo y los sistemas de defensa antimisiles, indicó el comunicado firmado por el presidente ruso.»Preocupa seriamente los planes de incorporar a los misiles balísticos intercontinentales con cargas convencionales. Semejante armamento perjudicaría la estabilidad estratégica», resaltó la nota del Kremlin.El presidente ruso confirmó la postura de su país en cuanto a la necesidad de conservar el principio consignado en tratados anteriores sobre el emplazamiento de armamento nuclear estratégico y ofensivo exclusivamente en el territorio nacional de los países, en este caso, Rusia y EEUU.El pasado mes de abril en Londres, Medvédev y su homólogo estadounidense Barack Obama acordaron preparar un nuevo tratado de desarme nuclear para sustituir el START-1 y avanzar en el proceso de la distensión.Firmado en 1991, y vigente hasta el 5 de diciembre de 2009, el tratado START-1 obligó a Moscú y Washington reducir sus ojivas nucleares a 6.000 unidades para cada bando.Posteriormente, en 2002, Rusia y Estados Unidos firmaron en Moscú el Tratado de Reducción de los Potenciales Estratégicos Ofensivos que estableció una reducción hasta 1.700 y 2.200 ojivas nucleares. Según las últimas estimaciones, para 2009 Rusia cuenta con 3.909 ojivas nucleares y 814 portadores, mientras que EEUU posee 5.576 ojivas y 1.198 portadores.En lo que respecta al nuevo tratado de desarme nuclear estratégico propuesto por Medvédev y Obama, hasta la fecha, delegaciones de Rusia y EEUU han realizado dos rondas de conversaciones (19-20 de mayo en Moscú y 1-3 de junio en Ginebra) y sostendrán un tercer encuentro a partir del 22 de junio próximo en Ginebra. Se espera que el trabajo del las delegaciones negociadoras prepararán documentos relativos a desarme que serán firmados por Medvédev y Obama durante una cumbre Rusia-EEUU prevista para el próximo mes de julio en Moscú.La reciente declaración del presidente iraní Mahmud Ahmadineyad sobre el exitoso lanzamiento de un misil balístico de dos fases Sejil-2, con un alcance de 2.000 kilómetros, reavivó el debate sobre la amenaza que supone Irán en cuanto a su tecnología de misiles, su potencial nuclear, y también la construcción del escudo antimisiles (DAM) de Estados Unidos, asuntos recíprocamente vinculados.El alcance del Sejil-2 permite impactar objetivos en el territorio de Israel, países de Asia Menor y los Balcanes. Pero existen dudas sobre la veracidad de la prueba, y algunos expertos opinan que la televisión iraní mostró el lanzamiento de un cohete Shahab-3, fabricados a comienzos de 2000, a partir del cohete norcoreano Nodong.Independientemente del tipo de cohete mostrado por la televisión iraní, el debate sobre las amenazas que supone Irán tiene mucha actualidad, y el principal interrogante es saber hasta que punto es real el riesgo de que Irán pueda utilizar su arsenal de misiles y cuáles deberán ser los recursos y la magnitud de la fuerza necesarios para contener un posible ataque iraní.Hay que comprender que en el programa nacional iraní para el desarrollo de misiles predomina el componente militar. El diseño de nuevos cohetes proporciona a Irán determinadas ventajas en el regateo político que Teherán sostiene con Occidente. Cuanto más logros registre la industria de cohetes iraní, tanto mayores serán las posibilidades de obtener concesiones.Esta táctica, no supone que Teherán tenga planes concretos de utilizar esos cohetes. Un ataque con misiles iraní (en el caso de que ocurra), significará prácticamente la destrucción del potencial de misiles del ejército persa, con graves pérdidas para el país y su economía en general. Semejantes resultados no justifican las pérdidas insignificantes que tendrían los adversarios de Irán.Por está razón, la información sobre la prueba del nuevo cohete iraní y sus supuestas características, debe considerarse como una acción de propaganda o, si se quiere, de relaciones públicas encaminada a aumentar «el peso» de las propuestas iraníes en el juego político global. Pero si Irán logra crear una ojiva nuclear, la amenaza que parte de la tecnología de cohetes iraní adquiere otras dimensiones.Además, la situación de inestabilidad en la región puede empeorar por las tensas relaciones de Irán con Israel, un país clave en esa zona, en capacidad de emprender ataques contra los objetivos nucleares iraníes. La incógnita es que nadie sabe el momento o la circunstancia que obligará a Israel optar por una operación militar contra Irán, sin tener en cuenta la opinión de comunidad internacional.Para contrarrestar la amenaza de los cohetes iraníes, EEUU desarrolla planes para emplazar en Europa su sistema nacional de defensa antimisiles (DAM), que ha desatado una agria disputa entre EEUU y Rusia. Algunos especialistas rusos consideran que en el caso de que la DAM sea emplazada de acuerdo a los planes expuestos por el Pentágono, no podrán interceptar los cohetes iraníes, pero sí los misiles rusos.En calidad de alternativa a la DAM en Europa, Rusia en varias ocasiones ha propuesto examinar la posibilidad de emplazar misiles interceptores en el territorio de Turquía, Kuwait, y, posiblemente, Iraq, inmediatamente cerca de frontera con Irán. Esto facilitará la intercepción de los cohetes que sean disparados desde el territorio iraní, y al mismo tiempo, no supondrán una amenaza para el potencial nuclear ruso.Según Moscu, Si EEUU aceptar modificar su concepción de la DAM, se podrá concluir que Washington considera que la amenaza de los cohetes iraníes es real. Si ignora la propuesta, significa que esa amenaza es insignificante, y que Washington utiliza la DAM como pretexto para apuntar sus misiles contra Rusia.