COAG Sevilla

Miles de agricultores contra los transgénicos

Parte de la miel de 2011 está todaví­a almacenada, por ser España el principal paí­s de la UE que cultiva maí­z transgénico MON 810. Esta situación se ha producido a partir de la sentencia del Tribunal Superior Europeo que declaraba no aptas para su comercialización a las mieles que contengan polen OGM, poniendo así­ nuestros productos apí­colas en el punto de mira.

La gran manifestación salió el 23 de febrero a las 11 am en el Puente de la Barqueta. En el acto han oficiado el entierro de una abeja, escoltados por dos máquinas cosechadoras. Horas más tarde, la marcha concluyó en el Parlamento de Andalucía. El Secretario de COAG, Miguel López y portavoces de la PALT, Plataforma Rural, Unión de Consumidores, Amigos de la Tierra y Greenpeace, se reunían con grupos de la Cámara para exponer sus peticiones.Para COAG “es paradójico que mientras nuestra miel sufre el bloqueo en Europa porque se han hallado restos de transgénicos, las multinacionales como Bayer o Monsanto quieren que cultivemos más transgénicos y los dispersemos por nuestros campos”.Ahora Bayer quiere sembrar en España algodón geneticamente modificado GHB614 tolerante al glifosato.Durante los últimos años 6.000 familias, en 140 pueblos españoles, han estado plantando algodón integrado (sin modificaciones genéticas) de forma incompatible con la propuesta de Bayer. Con la ofensiva del monopolio alemán estas familias ponen fin a su medio de vida.Más del 70% de los países de la UE rechazan productos que contengan OGM. Los agricultores temen que lo mismo que ha ocurrido con la miel ocurra con el aceite, las frutas y las hortalizas.En el cultivo con transgénicos la coexistencia no es posible. La contaminación es inevitable. Los OGM contribuyen a la caída de la renta, la aparición de nuevas plagas, el fortalecimiento de plagas secundarias, la destrucción de la biodiversidad y los daños en la salud.Por ello los agricultores dejan claro que quieren una tierra limpia de transgénicos. No aceptan cuestionar la economía agroalimentaría de Andalucía por los designios de las multinacionales. Estos sectores, apícola y algodonero, deben ser tratados como estratégicos. Se pide la paralización del cultivo modificado genéticamente y que se apueste por unos productos agrícolas y ganaderos diferenciados.

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