Corresponsalí­a Murcia

Mientras los polí­ticos andan a la greña, urge dar una alternativa

En Murcia PP y PSOE siguen a la greña constante. La viceortavoz del PSOE en la Asamblea Regional, Begoña García Retegui acusa de hipócrita al PP del Gobierno Regional por negarse a pagar la ayuda de 500 euros que Zapatero ha propuesto como medida complementaria a la ayuda del Gobierno Central para adquirir un nuevo automóvil que sumaría una cantidad total subvencionada de 2000 euros. Por supuesto, el debate sobre la medida de la deducción de impuestos sobre la vivienda está igualmente servido. Pero ¿Debate sobre qué? Es decir, la pregunta ha contestarnos a dos niveles es ¿Qué alternativa para la crisis? Y los dos niveles deben ser un plan a nivel central y autonómico que permita en cada región potenciar los sectores productivos más cualitativos de los que dispone cada Comunidad Autónoma.En primer lugar, el debate sobre si se aceptan o no ciertas medidas, se basa en meter greña y proponer medidas similares, El PSOE con algunas medidas sociales, y el PP con recortes en medidas sociales claro está, pero mientras unos y otros se dedican a tirarse de los pelos para sacar adelante planes que distan de ir a saldar la crisis en beneficio de la mayoría, lo que se hace es no dar la cara al problema de la crisis, no dar la cara al conjunto de la población, mareando la perdiz con medidas que se quedan en lo superficial olvidando el potencial de riqueza y la redistribución de la misma que darían un cambio real a la crisis en beneficio de trabajadores, Pymes, autónomos, familias y tejido productivo. Y ese salto solo se puede dar desde una alternativa independiente, que parta de estos objetivos y no tenga ningún "gran jefe" que oriente el futuro del país en la dirección del beneficio a proyectos del puñadito de banqueros de turno, dícese en este momento Botín.El proyecto a nivel central debe pasar por las tres medidas que desde el De Verdad impulsamos. Nadie por debajo de un salario de 1.000 euros, y nadie por encima de 10.000, pero para eso hay que tocar precisamente ese pequeño puñadito de "grandes jefes" que financian los partidos y deciden la dirección del país. Un recorte del 20% de los Presupuestos Generales del Estado, comenzando por los sueldos de altos cargos y continuando por los gastos superfluos sin tocar, por supuesto los gastos sociales, pero esta medida toca a las altas cúpulas políticas acomodadas en su burocracia y en su chupar del bote. En tercer lugar que los 240.000 millones de dinero público que Zapatero la ha regalado al "gran jefe" se dirijan por ley a financiar las familias y las Pymes a un interés del1%, es decir, al interés que da el dinero el Banco Europeo.El otro aspecto, aparte de desarrollar medidas concretas en todos los sectores, pasador buscar los sectores cualitativos y los recursos naturales locales de los que dispone cada región, para se puedan desarrollar y potenciar dando saltos cuantitativos y cualitativos, centrándose en las energías renovables que mejor rentabilidad dan en cada zona y los sectores productivos a potenciar, manteniendo una posición firme en la defensa de nuestro tejido industrial. En Murcia se concretaría en sol, huerta y diferentes empresas tocadas con la crisis pero que son viables, como puede ser Zincsa en Cartagena, unido a un plan que una solución conjunta al problema del agua, y unas medidas que no permitan a las grandes distribuidoras sacar beneficios de hasta un 2000% de los productos de la huerta, pagando a una miseria al que produce y cobrando un dineral al que consume. Por eso, mientras estén a la greña, no tienen la obligación imperiosa, que a pesar de todo la tienen, de dar una respuesta contundente a la crisis. Por eso, esta alternativa solo puede salir de las amplias masas, que sin un "gran jefe" detrás, podamos sacar adelante un proyecto independiente que se oriente por estos objetivos. Porque mientras los huertanos se pelean cada día por hacer fructífera y rentable su producción, mientras Zincsa no se abre y Repsol paraliza la producción, los políticos se tiran de los pelos como niños que dicen "mío" al juguete con el que se entretienen.

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