«Francia y la mayoría de los países de la UE habían rechazado durante mucho tiempo la idea de la intervención del FMI. Pero ahora que al parecer Merkel cuenta con el apoyo del presidente francés, el resto probablemente serán más fáciles de convencer. Si la ayuda a Grecia llegara a ser necesaria, algunos países de la UE podrían contribuir con préstamos bilaterales, además de una inyección financiera del FMI. En los círculos de gobierno en Berlín, hay un optimismo cauteloso acerca de «las señales iniciales de las distintas capitales» donde los funcionarios no podían hasta ahora ni imaginar una ayuda financiera procedente del Fondo Monetario Internacional.»
Aunque imopular en la UE, la terquedad de Merkel es popular en el país. La mayoría de los alemanes creen que los griegos deben ayudarse a sí mismos, sobre todo después de haber engañado a los otros países del euro desde hace años. Poco antes de las importantes elecciones estatales en el estado más poblado del país, Renania del Norte-Westfalia, Berlín no está dispuesto a ofrecer el dinero del contribuyente alemán para la estabilidad de Grecia, especialmente teniendo en cuenta la montaña de deuda a la que ya se enfrenta Alemania. (DER SPIEGEL) LES ECHOS.- Los alemanes se mostraron ayer más firmes que nunca sobre el dossier griego, manteniendo la línea según la cual Grecia no necesita ayuda urgente. Berlín ve visiblemente con mala gana una reunión previa de los 16 dirigentes de los países miembros de la zona euro. Para Ángela Merkel, una ayuda a Atenas sería para intervenir únicamente como último recurso, si Grecia se encontrara verdaderamente al borde de la bancarrota. Si esto ha de llegar, la canciller ha convencido a un número creciente de socios de hacer intervenir en primera línea al FMI. “Hay claramente más apoyo que hace tres semanas para una participación de FMI”, ha declarado uno de sus consejeros, de lo cual se felicitó. Alemania. Der Spiegel Merkel puede salir victoriosa en la batalla de la UE sobre Grecia Durante semanas, Merkel se ha mantenido sola con su insistencia de que el Fondo Monetario Internacional sea visto como un salvador de último recurso para Grecia. Ahora, sin embargo, ha recibido el apoyo de París y puede surgir como ganadora de la más reciente ronda de póquer sobre Grecia. La han llamado "Madame no", en ocasiones "la señora Niet". ‘La Canciller de Hierro’, una alusión a la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, también ha llegado a ser popular. No importa lo que la gente la llamara en las últimas semanas, sin embargo, ha quedado claro a principios de esta semana que la reputación de la canciller Angela Merkel en Europa ha sufrido recientemente. Ella había tomado una posición en solitario en su lucha contra las exigencias del resto de la Unión Europea de prometer ayuda financiera a los escasez de liquidez de Grecia en caso de necesidad. Pero, de repente, hay un movimiento nuevo en el juego de póquer en curso sobre Grecia. Y parece probable que Merkel emerja como la vencedora. Poco antes de la reunión en la cumbre de jefes de Estado europeos de jueves y viernes en Bruselas, es probable que la UE tenga en cuenta una cuestión clave para la canciller en materia de asistencia para Grecia: El gobierno francés dice que está abierto a la inclusión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en un plan de emergencia para Atenas, una idea que Merkel ha señalado repetidamente hasta hace poco. Teniendo en cuenta las reservas que prevalecen acerca de que un país de la zona euro sea rescatado por el FMI, la canciller podría arrogarse la concesión de París como un éxito rotundo. Francia y la mayoría de los países de la UE habían rechazado durante mucho tiempo la idea de la intervención del FMI. Pero ahora que al parecer Merkel cuenta con el apoyo del presidente francés, Nicolas Sarkozy, como informaba el "Süddeutsche Zeitung" el miércoles, el resto probablemente serán más fáciles de convencer. Si la ayuda a Grecia llegara a ser necesaria, algunos países de la UE podrían contribuir con préstamos bilaterales, además de una inyección financiera del FMI. En los círculos de gobierno en Berlín, hay un optimismo cauteloso acerca de "las señales iniciales de las distintas capitales" donde los funcionarios no podían hasta ahora imaginar una ayuda financiera procedente del Fondo Monetario Internacional. Acuerdo de última hora La diplomacia anda aún muy ocupada preparando los detalles del compromiso, y es posible que se dé a conocer antes de que el programa oficial de la cumbre comience. Un portavoz del presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo que podría haber una reunión aparte de los 16 países de la zona euro el jueves, con el objetivo de lograr el gran avance final. La propuesta surgió del Presidente francés Sarkozy y su homólogo español, el Primer Ministro José Luis Rodríguez Zapatero. Esta reunión en la cumbre por separado también representaría un éxito de la canciller. Ella ha estado defendiendo durante mucho tiempo que la ayuda a Grecia no se discutiera en la cumbre de la UE, y la reunión extraordinaria de los países de la eurozona le permitiría mantener su palabra. Grecia, por el contrario, recibiría la promesa pública de apoyo que ha estado pidiendo para calmar a los mercados financieros. De hecho, un acuerdo de última hora serviría para evitar lo que parecía ser un conflicto inminente, permitiendo que los líderes europeos finjan una cumbre rutinaria y se concentren en la estrategia económica de la UE "Europa 2020". El gobierno alemán desde hace mucho tiempo se ha negado a discutir sobre Grecia en Bruselas. Atenas no ha solicitado ayuda, dicen altos funcionarios de Berlín, por lo que no había necesidad de discutirlo. Sin embargo, el Gobierno griego muestra poca simpatía por esta posición. "Si no está en el orden del día, vamos a ponerlo en la agenda", advirtió el primer ministro griego Georgios Papandreu. A pesar de una colocación de bonos con éxito a principios de este mes, el país no está fuera de peligro todavía. Todavía debe refinanciar 50 mil millones de euros en deuda de este año, y su mala calificación crediticia significa que el dinero de los préstamos se ha vuelto muy caro para Atenas. El gobierno griego insiste en que no quiere el dinero de la UE. Por el contrario, pretende estar más interesado en una demostración de solidaridad con el fin de disuadir a los especuladores de apostar por una bancarrota griega, subiendo de ese modo las tasas de interés. Cálculo político interno Los alemanes, por su parte, refiriéndose a la declaración general de solidaridad emitida por la UE en febrero, se oponen estrictamente a nuevas promesas de ayuda por varias razones: * En primer lugar, por un cálculo político interno. Aunque impopular en la UE, la terquedad de Merkel es popular en el país. La mayoría de los alemanes creen que los griegos deben ayudarse a sí mismos, sobre todo después de haber engañado a los otros países del euro desde hace años. Poco antes de las importantes elecciones estatales en el estado más poblado del país, Renania del Norte-Westfalia, Berlín no está dispuesto a ofrecer el dinero del contribuyente alemán para la estabilidad de Grecia, especialmente teniendo en cuenta la montaña de deuda a la que ya se enfrenta Alemania. * Además, en junio pasado, un fallo del Tribunal Supremo alemán demostró que el tribunal se muestra escéptico sobre el Tratado de Lisboa y el trasvase de soberanía a Bruselas. Berlín teme que el tribunal pueda intervenir poniendo fin a la ayuda a Atenas. Por un lado, la UE prohíbe a los Estados miembros proporcionar asistencia financiera directa a los demás. Por otra parte, tal medida sería eliminar las fronteras de los Estados nacionales en la UE. La Justicia alemana y el Ministerio del Interior creen que hay un riesgo considerable de que sea fuera presentada una demanda. * En lugar de paquetes de ayuda, Merkel ha mostrado su preferencia por nuevos instrumentos para garantizar el cumplimiento de la Estabilidad y Crecimiento. Estos instrumentos incluyen un castigo severo para los países que superen las normas de la deuda de la zona euro, incluida la posible expulsión de la zona de la moneda común. Lo cual, sin embargo, requeriría modificar el Tratado de Lisboa, y los años recientes de discusiones sobre el tratado ponen de manifiesto lo difícil que sería. * Por último, Merkel cree que la única opción es la participación del FMI. Considera que la propuesta de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, de crear un Fondo Monetario Europeo está todavía muy lejos. Amonestando a Berlín Por defender la concepción de la participación del FMI, Merkel provocó una nueva escalada en su lucha contra el resto de Europa. La mayoría de los gobiernos de la UE –y su ministro de Finanzas, Schäuble– han argumentado que la intervención del FMI con sede en Washington, sería un fracaso por parte de la UE. En su lugar, quieren que los problemas de la deuda de Grecia permanezcan en familia. El Banco Central Europeo (BCE) tampoco es partidario, dado que el aumento de la influencia del FMI sobre la política presupuestaria europea podría hacerle perder parte de su independencia. Preocupaciones como éstas llevaron a presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, a intervenir recientemente, pidiendo reiteradamente a los 27 Jefes de Estado y de Gobierno para llegar a un acuerdo en la cumbre sobre un mecanismo para un plan de rescate a Grecia. Simplemente, no podemos permitir que la situación actual continúe, dijo. "Estoy seguro de que Alemania hará una contribución constructiva a la solución de la crisis actual", dijo el lunes al diario de negocios alemán Handelsblatt. Este mensaje directo a Merkel fue notable sobre todo porque muchos ven a Barroso como poco más que un portavoz de Berlín. De hecho, rara vez se atreve a oponerse a la canciller públicamente. Pero, al amonestar a Berlín demostró el disgustó de los socios de la UE con el rumbo económico del gobierno alemán. Sólo los Países Bajos estuvieron completamente detrás de Merkel, mientras que el resto de la UE –en particular en Italia, Francia y España– estaban más o menos en contra. Ahora, una solución parece llegar. Sin embargo, también parece claro que una cumbre especial sobre Grecia no llegará a una decisión final sobre la ayuda a Atenas. Merkel no estaba dispuesta a retractarse de su posición el martes. En una reunión del grupo parlamentario de su Unión Demócrata Cristiana, mencionó la ayuda como el "último recurso" si Grecia no fuera capaz de atraer nuevos fondos en el mercado de capitales. Y en el Frankfurter Allgemeine Zeitung, el ministro de Finanzas Schäuble hizo hincapié en que "el hecho de que en una zona monetaria, la solución para los problemas de una parte de esa zona monetaria sea el FMI, puede y debe seguir siendo una excepción". DER SPIEGEL. 24-3-2010 Francia. Les Echos Berlín sigue jugando la carta de la firmeza frente a la laxitud de Atenas Karl de Meyer En el entorno de Ángela Merkel, se decía ayer todavía no ver la necesidad de una decisión de apoyo a Atenas en el Consejo europeo. La canciller teme un recurso constitucional y la cólera de los electores. Los alemanes se mostraron ayer más firmes que nunca sobre el dossier griego, manteniendo la línea según la cual Grecia no necesita ayuda urgente. En el entorno de la canciller, se hacía una lectura muy formal de la invitación dirigida a los jefes de Estado y de gobierno, en la cual Grecia no era mencionada. Según un consejero, “Alemania no ve la necesidad de tomar una decisión, sea la que sea” hoy. Berlín ve visiblemente con mala gana una reunión previa de los 16 dirigentes de los países miembros de la zona euro. Para Ángela Merkel, una ayuda a Atenas sería para intervenir únicamente como último recurso, si Grecia se encontrara verdaderamente al borde de la bancarrota. Si esto ha de llegar, la canciller ha convencido a un número creciente de socios de hacer intervenir en primera línea al FMI. “Hay claramente más apoyo que hace tres semanas para una participación de FMI”, ha declarado uno de sus consejeros, de lo cual se felicitó, a pesar de que el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, estimara por su parte que, “a largo plazo, sería preferible que Europa arregle sus problemas por ella misma”. Es sólo porque la ayuda del FMI no podría probablemente asegurar por sí misma la refinanciación de Atenas, que Berlín acepta considerar un mecanismo de ayudas bilaterales, en e que participarían todos los países de la zona euro. Una de las posibles claves del reparto sería la participación en el capital del Banco Central Europeo. ¿Por qué la canciller Merkel se muestra así de dura? El miedo a un recurso ante la Corte constitucional parece jugar un papel importante. El diputado bávaro (de la CSU), Peter Gauweiler hace un lectura extensiva de la cláusula llamada “de no rescate” del tratado y parece muy determinado en acudir a los jueces de Karlsruhe. Es tanto más creíble, cuanto que él puso un recurso en contra del Tratado de Lisboa y obtuvo una sentencia parcialmente favorable el año pasado: la Corte ha juzgado las leyes nacionales de acompañamiento insuficientes y reclama una mayor participación del Paramento alemán en los procesos de decisión europeos. El BCE, hostil al recurso al FMI Pase lo que pase, la hipótesis de un recurso al FMI no complace demasiado al Banco Central. Lorenzo Bini Smaghi, miembro del directorio del BCE ha declarado también que “la gente haría mejor en intentar un recurso si el FMI entre el juego, no si Europa organiza un apoyo bilateral”. Ángela Merkel debe por otro lado ponerse de acuerdo con un aliado, el Partido Liberal, muy hostil al principio de ayudar a Grecia: el ministro de Economía, Rainer Brüderle, todavía declaraba ayer su oposición “a esto de que el contribuyente alemán pague por la mala gestión en Grecia o en otro lugar”. Finalmente, la canciller ve visiblemente mal anunciar a sus electores que no podrá poner en marcha la bajada de impuestos prometida en el pacto de coalición, al menos en las proporciones anunciadas, como parece probable, al mismo tiempo que desbloquea miles de millones de euros para Atenas. Sin embargo, Berlín rechaza toda crítica sobre una eventual falta de solidaridad por su parte. “¿Quién es mejor europeo, pregunta uno de sus consejeros, el que aporta una ayuda rápida metiendo al sistema en peligro, o el que actúa de manera más reflexiva?” LE ECHOS. 25-3-2010