Televisión

Menos publicidad, más crisis

La cacicada del gobierno en relación a la supresión de la publicidad en la televisión pública, no sólo ha encontrado oposición en el seno de la propia cadena. Ahora les ha tocado el turno a los publicistas y empresarios que se verán afectados indirectamente por la medida. La desaparición de la publicidad en TVE pondrá en peligro 18.000 puestos de trabajo y afectará a la productividad de 4.637 empresas publicitarias. Así­ lo manifestaron en una conferencia de prensa once asociaciones dedicadas a la publicidad, a la fabricación de juguetes, perfumerí­as y cine, entre otras, que consideran que el proyecto de ley de financiación de RTVE, «no beneficia al tejido productivo del paí­s, al perjudicar el consumo y crear paro». Parece ser que no importa agravar las consecuencias de la crisis mientras salgan beneficiados los socios de Zapatero.

El colectivo de ublicistas ha apostado, en consecuencia, por la vía que a todas luces sería más lógica para impedir el descalabro. Esto es, rechazar en el Congreso la medida, que el Gobierno ha intentado aprobar a toda prisa para evitar reacciones adversas, en un gesto de dudosa credibilidad democrática; y que así sea pospuesta a una futura Ley del Audiovisual, consensuada y que beneficie a una amplia mayoría, y no sólo a Prisa y Mediapro.Los precedentes en otras televisiones públicas europeas no son ni mucho menos alentadores. Si el Gobierno celebraba hace unos meses la aplicación de esta misma medida en Francia, impuesta por Sarkozy, la consecuencia directa ha sido que la dirección de France Telèvisions ha anunciado un plan de prejubilaciones anticipadas que ha llevado a los sindicatos a convocar una huelga para el próximo martes. Las centrales sindicales ven en el plan la inminente supresión encubierta de unos 900 de los 8.500 empleos de las cadenas públicas.La BBC británica fue de las primeras en eliminar la publicidad de su programación, sustituida por un impuesto directo pagado por todos los ciudadanos que disponen de televisor en su domicilio. Sin embargo, esta entidad que ya ha cumplido 82 años de existencia, se ha visto obligada a despedir a 7.200 trabajadores en los últimos cuatro años y medio debido a la mala gestión de sus recursos económicos.Inquietantes ejemplos que no hacen mas que cuestionar, más si cabe, la viabilidad y la utilidad pública de esta incomprensible medida aprobada por el gobierno de un puñetazo en la mesa. Destrozar la competencia en el sector audiovisual, allanando el camino a sus aliados mediáticos, aún a costa de la destrucción del tejido productivo y de miles de puestos de trabajo, aún teniendo en cuenta la delicada posición de España ante la crisis mundial. De nuevo el Gobierno se descubre como un árbitro comprado, capaz de sacrificar a toda la población, por beneficiarse únicamente a si mismo y a sus “validos” contemporaneos.

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