Más pobres, menos libres, nada soberanos

«Ayer, la edición digital del Frankfurter Allgemeine Zeitung, que suele ser portavoz de la ortodoxia financiera alemana, criticaba la premura con la que la Unión Europea se ha lanzado a imponer al Gobierno de Dublí­n esta intervención de rescate. Y se planteaba dudas sobre la viabilidad polí­tica y social de este tipo de protectorado extranjero sobre una sociedad marcada históricamente por la dominación exterior, en referencia a la británica. «

Hemos enetrado en territorio ignoto, todos tememos que repleto de trampas, amenazas y otras sorpresas desagradables. De momento, la intervención se ha llevado por delante al Gobierno irlandés. El potencial de resentimiento político y de hostilidad hacia la Unión y su moneda es por ello infinito a no ser que asistamos a una recuperación tan milagrosa como improbable. ¿Y nosotros? El Frankfurter Allgemeine no solo criticaba las prisas en imponer la ayuda a Irlanda. Sentenciaba que «Portugal y España están en una situación general económica sensiblemente peor que Irlanda». (ABC) EL PAÍS.- Ni un día de alivio en la crisis. Hoy, sin ninguna señal nueva sobre cuándo llegará el fin de la crisis y con el foco de atención desplazado desde Dublín hacia Lisboa y Madrid , los inversores han prorrogado, por segunda jornada consecutiva, el castigo contra los valores que tienen la "marca España". El riesgo de contagio se mantiene. Esta es, sin duda, la crisis más grave del euro y, sin caer en dramatismos, es probable que se agrave en el futuro. Detrás de Irlanda, están Portugal y España. Frente a los mercados financieros globales, hay que avanzar por la vía de la completa federalización, incluida la política presupuestaria. El euro exige que los países renuncien a parcelas importantes de soberanía fiscal. EL CONFIDENCIAL.- El pánico a España se ha vuelto a desatar en el mercado, tan sólo dos días después del rescate de Irlanda. El Tesoro ha tenido que pagar un 83% más de interés para colocar una subasta de letras a 3 y 6 meses, y el diferencial del bono español a 10 años con el alemán ha superado los máximos de la crisis de mayo y alcanza los 2,36 puntos porcentuales, su nivel más alto desde 1996. Asimismo, el CDS marca máximos históricos en 299 puntos básicos y la bolsa vuelve a caer con fuerza arrastrada por los bancos. "El mercado ha entrado en pánico y nadie quiere saber nada de nuestro país", señalan desde la mesa de tesorería de un banco EL MUNDO.- Lo que los países de la Eurozona, encabezados por Alemania, han hecho con Irlanda es el más infame waterboarding económico que se ha visto en los últimos tiempos. El waterboarding es el polémico método de suplicio que simula el ahogamiento de la víctima y que el presidente Bush, su vicepresidente Cheney y su fiscal general, Michael Mukasey, se niegan a considerar tortura. Todos sabíamos que la resistencia de Irlanda a ser rescatada era cuestión de días. La lluvia de desconfianza que provocó la canciller Merkel cuando planteó la necesidad de que los tenedores de deuda soberana asuman parte de las pérdidas, causó una inundación imparable. Opinión. ABC Más pobres, menos libres, nada soberanos Hermann Terscht IRLANDA va a ser un protectorado de la Unión Europea. Este pequeño país europeo que ha sido durante bastantes años uno de los modelos de expansión y crecimiento se ha equivocado en su forma de afrontar la crisis bancaria. Y lo va a pagar muy caro. Cede su soberanía fiscal y en política económica, que es casi todo, a cambio de cerca de 100.000 millones de euros que además tendrá que devolver. Al menos parcialmente, aunque cierto es que nadie sabe aún cómo ni cuándo. Ayer, la edición digital del Frankfurter Allgemeine Zeitung, que suele ser portavoz de la ortodoxia financiera alemana, criticaba la premura con la que la Unión Europea se ha lanzado a imponer al Gobierno de Dublín esta intervención de rescate. Y se planteaba dudas sobre la viabilidad política y social de este tipo de protectorado extranjero sobre una sociedad marcada históricamente por la dominación exterior, en referencia a la británica. Hemos penetrado en territorio ignoto, todos tememos que repleto de trampas, amenazas y otras sorpresas desagradables. De momento, la intervención se ha llevado por delante al Gobierno irlandés. El minoritario Partido de los Verdes ha abandonado la coalición y exige elecciones en enero para poner fin a una legislatura que debería concluir en mayo del 2011. La pérdida de soberanía fiscal por parte de Irlanda va a tener —según todos los indicios— una de las primeras víctimas en su régimen fiscal para sociedades, que es uno de los principales atractivos de la economía de este país. Se plantea la duda si no estaremos asistiendo a una ayuda impuesta que arrebata a Irlanda la posibilidad de recuperación a medio plazo. Y está claro que a partir de ahora la población irlandesa considerará responsable de todas sus dificultades económicas a esa «ocupación extranjera». El potencial de resentimiento político y de hostilidad hacia la Unión y su moneda es por ello infinito a no ser que asistamos a una recuperación tan milagrosa como improbable. ¿Y nosotros? El Frankfurter Allgemeine no solo criticaba las prisas en imponer la ayuda a Irlanda. Sentenciaba que «Portugal y España están en una situación general económica sensiblemente peor que Irlanda». Es muy triste pero también muy cierto y lógico que hay quienes creen que nuestra economía estará mejor en manos de cualquiera que no sea el Gobierno que tanto ha contribuido a hundirla a su actual estado de postración. La realidad muy dura es que, como demuestra el caso irlandés, la política de normalización que emprenda la UE se hará en consideración del bien común europeo, no de los intereses particulares del país intervenido. Y en caso de conflicto, nadie lo dude, con las soluciones que menos perjudiquen a los más poderosos. Nuestro Gran Timonel parece ansioso por darles la razón a quienes consideran inútil esperar una reacción apropiada de España mientras él no haya desaparecido de escena. Hace 48 horas le preguntaba el diario El País: ¿Van a hacer falta más recortes? Respuesta: «No hay ninguna previsión de que hagan falta más recortes». Insistía el muy bien intencionado entrevistador: ¿Eso es no? ¿O es no con los datos que hay encima de la mesa? Respuesta: «No, con la situación actual. No, con el escenario que contemplamos para el 2011. No, con las medidas adoptadas. No». Es decir, vamos por buen camino. Aun no está seca la tinta y las respuestas del presidente son ya mala broma. «Siempre ha habido confianza con la economía española», nos añade. Nunca defrauda este hombre. Nos ha hecho más pobres y menos libres. Y pronto apenas dueños de nosotros mismos. ABC. 23-11-2010Economía. El País La desconfianza en la deuda de España alcanza un máximo histórico Ni un día de alivio en la crisis. A cada escalón que suben las autoridades para intentar superar los problemas, el mercado y el acoso de los especuladores les empujan dos peldaños hacia abajo. Hoy, sin ninguna señal nueva sobre cuándo llegará el fin de la crisis y con el foco de atención desplazado desde Dublín, cuyo Gobierno se tambalea tras solicitar el rescate de sus socios, hacia Lisboa y Madrid por el temor a un contagio, los inversores han prorrogado, por segunda jornada consecutiva, el castigo contra los valores que tienen la "marca España". Por su culpa, las ventas masivas en el mercado secundario de deuda de títulos españoles han provocado que la prima de riesgo haya subido hasta los 235 puntos básicos, lo que supone un nuevo récord desde que el país entró en el euro en 1999. En las Bolsas, el Ibex se ha dado un nuevo batacazo con una caída del 3% por los mismos motivos. La prima de riesgo es el mejor termómetro de la confianza de los inversores en un país y equivale al sobreprecio que debe pagar un determinado Estado frente a los bonos alemanes, de referencia por su estabilidad, por colocar sus bonos y superar las dudas de los inversores. Además, también es un factor clave para determinar el coste que deben afrontar las entidades financieras del país en cuestión, en este caso España, para captar los fondos con los que dar créditos. Y si a los bancos les resulta más caro financiarse, subirán el tipo que cobran a las familias y empresas españolas por prestarles dinero. Asimismo, es una espiral que se retroalimenta: aparecen las dudas, y a más incertidumbre, una prima más alta. Y a mayor prima, más le cuesta al Tesoro emitir en el mercado primario de deuda soberana, restringido a los Estados. Y así hasta el infinito o hasta que alguien ataje de raíz todas las dudas. A modo de ejemplo de esta teoría, hoy, la prima española, también llamada riesgo país, ha ido aumentado su repunte tras el mal resultado de una subasta del Tesoro a corto plazo, con lo que a media tarde subía 27 puntos básicos. Con este incremento, muy superior al registrado en toda la jornada de ayer, lo que deja constancia de hacia donde se dirigen ahora las preocupaciones de los inversores, la prima ha superado los 235 puntos básicos, con lo que marca un nuevo máximo intradía. De acabar así la sesión, lo más seguro, superará el anterior récord al cierre que ostenta España desde que entró en el euro, alcanzado en junio en los 221 puntos básicos. Esto supone tirar por la borda toda la mejora que consiguió España con las pruebas de resistencia a la banca a finales de julio. Tras los test de estrés, la prima llegó a bajar a 140 puntos básicos. Siguiendo con los hitos históricos de la crisis, el escaso apetito por comprar deuda española se ha traducido en un repunte de la rentabilidad de sus bonos de 10 años, los que sirven de referencia, hasta el 4,9%, lo que también supone un nuevo récord tras superar el anterior máximo alcanzado en junio en plena tormenta griega (4,88%). Otro indicador que está en sus niveles más altos desde el inicio de las turbulencias en los mercados de deuda, a principios de 2010, son los seguros contra un eventual impago, los llamados CDS y cuyo mercado está considerado como un campo ideal para la especulación. Hoy han rebasado los 282 puntos básicos. No obstante, se mantiene lejos del nivel que, por ejemplo, se paga para defenderse contra un impago de Portugal, cuyos CDS se pagan a 457 puntos básicos por su condición de posible nueva víctima de la crisis. Más correctivo para el resto de países Siguiendo con el resto de países con problemas de déficit y deuda y bajo presión en los mercados, la prima de Portugal aumentaba a media tarde 27 puntos básicos, mucho más que lo que subió ayer, hasta los 435. Su récord, de hace unas semanas, está en 459. En el caso de Irlanda, ya con rescate pero atravesando una grave crisis política, su riesgo país avanzaba con fuerza hasta los 44 puntos básicos, con lo que roza los 590. A mediados de este mes llegó a tocar los 646 puntos básicos. Incluso Grecia, que ayer sufrió un serio correctivo por el retraso de la aprobación del tercer tramo de la ayuda comprometida por la UE y el FMI que, finalmente, ha tenido lugar hoy, cambiaba la tendencia de primera hora a la baja y veía subir su prima hasta los 927 puntos básicos, nueve más que ayer pero aún por debajo del máximo de 965 que alcanzó antes del verano. (…) El selectivo español Ibex 35 ha vuelto a ser el más castigado de entre los parqués importantes del Viejo Continente por el mayor peso que los bancos tienen en él. Aunque los demás le seguían a la zaga. Al cierre, la Bolsa española ha perdido un 3,05%, con lo que sigue alejándose de la cota psicológica de los 10.000 puntos y mañana abrirá en 9.691 enteros. Destacan los recortes del 4,73% del Santander y del 3,9% del BBVA. En el resto de Europa y con Wall Street cediendo más de un 1,5%, los recortes han ido desde el 1,46% de Londres al 1,5% de Fráncfort o el 2,3% de París. Milán se ha dejado un 2,02%. En Dublín, la Bolsa ha caído un 2,7%, en Lisboa un 1,8% y en Atenas un 0,8%. En cuanto al euro, la moneda común también ha mantenido los descensos de los últimos días y ha acabado la jornada en 1,34 dólares, dos por debajo del nivel con el que cerró el viernes. *************************** Editorial La tormenta no amaina Después de una semana de incertidumbre política y de una pésima gestión de su crisis bancaria, el Gobierno irlandés ha decidido solicitar el rescate financiero europeo y del FMI. El equipo de Brian Cowen se ha desprendido de sus recelos soberanistas a cambio de una línea de crédito de unos 80.000 millones de euros, destinada principalmente a recapitalizar los bancos, prácticamente en la ruina por el pinchazo de la burbujainmobiliaria. Además, Irlanda se ha comprometido a ajustar todavía más el gasto público (el recorte será de 6.000 millones en 2011 y de 15.000 millones en los próximos cuatro años), en una decisión adelantada para salvar la cara de su soberanía frente a Europa, y a subir los impuestos. Es lógico que Alemania y Francia quieran imponer una subida del impuesto de sociedades; el tipo del 12,5%, prácticamente la mitad que en el resto de la UEM, es un caso claro de dumping. Sería contradictorio que los contribuyentes que pagan más ayudaran a salir de la crisis a una Irlanda que sigue manteniendo un impuesto mucho más bajo. Admitido el supuesto de que esta es la única solución para Irlanda, y que mantener la resistencia política al rescate europeo habría endurecido todavía más las asfixiantes condiciones de financiación del país, hay que preguntarse si la petición de rescate llega a tiempo; si será suficiente para calmar de modo duradero a los mercados; y si el anuncio de rescate cancela los riesgos de contagio de otros países. No hay respuestas terminantes ni tranquilizadoras. Para empezar, el respaldo financiero europeo ha abierto una crisis política en Dublín que desembocará en elecciones anticipadas. Los ciudadanos deploran, con razón, la vacilante gestión de la crisis, con una banca al borde la quiebra, un déficit público superior al 30% del PIB y un diferencial de deuda de más de 540 puntos básicos. Pero lo peor es que no se ha conseguido frenar la inquietud de los mercados sobre la situación irlandesa. Las Bolsas recibieron con subidas la petición de rescate, pero a medida que avanzaba la jornada viraron hacia el pesimismo, con el Ibex a la cabeza. Las primas de riesgo de Irlanda, Portugal y España subieron, en un reflejo de la desconfianza de los inversores sobre las probabilidades de que Irlanda pueda ejecutar con éxito los planes de ajuste; y tampoco confían en que se produzca una reestructuración adecuada de su banca. En los próximos días, el Gobierno irlandés podrá confirmar si el anuncio de rescate ha servido al menos para taponar la fuga de depósitos bancarios. El riesgo de contagio se mantiene. Esta es, sin duda, la crisis más grave del euro y, sin caer en dramatismos, es probable que se agrave en el futuro. Detrás de Irlanda, están Portugal y España; y porque no hay otra solución política y económica para Europa que no sea sostener la moneda única. A medio y largo plazo, no es difícil predicar que la solidez de la moneda se garantizaría reduciendo la asimetría entre una unión monetaria completa y una unión fiscal inexistente. Frente a los mercados financieros globales, hay que avanzar por la vía de la completa federalización, incluida la política presupuestaria. El euro exige que los países renuncien a parcelas importantes de soberanía fiscal. Pero el problema grave se ha declarado en el corto plazo. En apariencia, es irresoluble. La confianza de los inversores en Grecia, Irlanda, Portugal y España exige más y más ajustes fiscales para refinanciar las deudas pública y privada y conseguir estabilidad. De poco vale hacer sacrificios en el gasto o en los ingresos públicos si no hay crecimiento y el paro no cede. Sin crecimiento, y eso vale para todos los países, la confianza de los inversores que reclaman austeridad también se esfuma. Esta es la contradicción que los condena al estancamiento durante un largo periodo de tiempo y amenaza con derribar el euro. EL PAÍS. 23-11-2010 Última hora. El Confidencial Vuelve el pánico a España: la prima de riesgo marca máximos desde 1996 Eduardo Segovia El pánico a España se ha vuelto a desatar en el mercado, tan sólo dos días después del rescate de Irlanda. El Tesoro ha tenido que pagar un 83% más de interés para colocar una subasta de letras a 3 y 6 meses, y el diferencial del bono español a 10 años con el alemán ha superado los máximos de la crisis de mayo y alcanza los 2,36 puntos porcentuales, su nivel más alto desde 1996. Asimismo, el CDS marca máximos históricos en 299 puntos básicos y la bolsa vuelve a caer con fuerza arrastrada por los bancos. "El mercado ha entrado en pánico; creemos que no hay razones fundamentales que lo justifiquen porque España no es Irlanda, pero el miedo es libre y nadie quiere saber nada de nuestro país", señalan desde la mesa de tesorería de un banco. "Por increíble que parezca, hay más miedo ahora que en mayo, los inversores temen que pase con la deuda española lo mismo que con la irlandesa", añaden desde un banco de inversión. Tras el rescate irlandés de este fin de semana, todos los focos han pasado a apuntar a Portugal y España. Había dudas sobre si el mercado iba a atreverse a atacar a nuestro país dado su tamaño y su importancia para la estabilidad del euro, pero parece que a los inversores no les tiembla la mano. De hecho, el castigo que sufre hoy la deuda española es mayor que el de la portuguesa, en teoría mucho más vulnerable. No obstante, los niveles alcanzados todavía están muy lejos de los de los bonos irlandeses, y por supuesto de los de los griegos. Saxo Bank ha emitido un informe en el que considera que España tendrá que ser rescatada en 2011 (Portugal lo será antes de fin de año, a su juicio), pero recuerda que el fondo de rescate europeo no tiene dinero suficiente para ayudar a España, lo que obligaría a negociar préstamos bilaterales con Alemania o Francia. Un escenario que "tiene potencial real suficiente" y que pondría una presión enorme sobre el euro y las bolsas. Los mensajes de tranquilidad emitidos desde el Gobierno y las promesas de reformas estructurales no han encontrado eco en los mercados aunque tengan base real, por este pánico que lo domina todo ahora mismo. Por tanto, los inversores piden al Ejecutivo que tome medidas efectivas de inmediato (no meras promesas) para demostrar su compromiso con la reducción del déficit y con las reformas que necesita nuestra economía para volver a crecer. La prima de riesgo de España con Alemania ha rebasado esta mañana los 2,21 puntos que alcanzó en el pánico de junio y se encuentra ya en niveles no vistos desde antes de la creación del euro (concretamente, desde septiembre de 1996), cuando nuestro país se esforzaba por cuplir los criterios de Maastricht. El diferencial se ha disparado un 13% en un solo día yla rentabilidad del bono español a 10 años se sitúa en el 4,88%. El bono a dos años, una referencia más significativa de las dudas de los mercados a corto plazo, alcanza un diferencial con Alemania de 2,21 puntos. "El diferencial a dos años está ya casi a la misma altura que el de 10 años; si lo supera, sería un indicio muy negativo de que esta crisis va a ser mucho más grave", opina un analista. El CDS (seguro contra riesgo de impago) también bate su récord histórico desde que existen estos instrumentos y supera los 299 puntos básicos; eso significa que hacen falta 299.000 euros para cubrir una cartera de bonos de 10 millones de euros. Cuanto más alta es la prima, mayor es el riesgo percibido sobre la deuda que se cubre con estos derivados. Hundimiento de la banca El desplome de la deuda pública tambíén afecta a la banca, por lel encarecimiento que supone para su financiación y por las pérdidas potenciales en las carteras de deuda pública de las entidades. Así, los CDS de Caja Madrid se disparan hasta 364,7 puntos (superan los 600 puntos básicos en el caso de la deuda subordinada, menos segura, al igual que los de Banco Sabadell). El CDS de BBVA se comporta algo mejor, pero también marcan máximos de cuatro meses en 221,3 puntos básicos. La situación es similar en la bolsa, donde el Ibex ha perdido el 3,05% al cierre, con un desplome del 4,73% para Santander y del 3,9% para BBVA. Los grandes bancos siguen sufriendo un castigo mucho mayor que los medianos; así, Bankinter ha cedido el 2,45% y Popular, el 1,98%. Distintos inversores internacionales consideran que el sistema financiero español es lo que más miedo da a los mercados, porque perciben que la reestructuración en marcha va demasiado despacio y es insuficiente, y porque creen que las pérdidas del ladrillo y de las posiciones en deuda serán mucho mayores que las publicadas hasta ahora. EL CONFIDENCIAL. 23-11-2010 Opinión. El Mundo ‘Waterboarding’ John Müller Lo que los países de la Eurozona, encabezados por Alemania, han hecho con Irlanda es el más infame waterboarding económico que se ha visto en los últimos tiempos. El waterboarding es el polémico método de suplicio que simula el ahogamiento de la víctima y que el presidente Bush, su vicepresidente Cheney y su fiscal general, Michael Mukasey, se niegan a considerar tortura. Todos sabíamos que la resistencia de Irlanda a ser rescatada era cuestión de días. La lluvia de desconfianza que provocó la canciller Merkel cuando planteó la necesidad de que los tenedores de deuda soberana asuman parte de las pérdidas, causó una inundación imparable. Los irlandeses aguantaron sin mostrar su juego. Llegué a pensar, al hilo de un artículo de The Times, que dada la fama de tahúres de algunos irlandeses, el primer ministro Brian Cowen tendría mejores cartas. No era así. El presidente de su banco central, Patrick Honohan, un auténtico quintacolumnista, admitió el jueves que el rescate era inevitable. Cowen le reprochó que ese anuncio debía hacerlo el Gobierno. Pero las compuertas ya estaban abiertas. Ayer, con el alejamiento de los Verdes, Cowen comprobó que él será el próximo en perder su empleo. Los episodios de waterboarding continúan ahora con la arremetida contra el impuesto de sociedades que es de un 12,5%. Hay personas que tildan rápidamente a Irlanda de paraíso fiscal porque nunca han estado en uno. Los alemanes, por ejemplo, creen que ahora pueden pasarles factura a los irlandeses por la competencia desleal que les han hecho. Pero los países tienen derecho a apostar por un modelo de desarrollo. Irlanda lo hizo favoreciendo a las empresas y gravando a los ciudadanos con un IVA más alto. Su espectacular desequilibrio fiscal, con un déficit del 32%, procede del agujero dejado por sus bancos más que de la caída de los ingresos tributarios. El gran error irlandés fue garantizar, en septiembre de 2008, las deudas de sus bancos, una intervención política equivocada, como casi todas las que se produjeron en aquellos días del juicio final de Lehman. Irlanda podía haber rescatado a sus bancos, pero no contra una Europa cada vez más madrastra. Si el euro no estuviera funcionando como una mala copia del fenecido Sistema Monetario Europeo, nada de esto habría ocurrido. Primero, porque no existirían las rigideces y trabas que impiden que los mecanismos de mercado actúen y equilibren la situación. El euro está entrampado entre la ausencia de transferencias fiscales que prohíbe el tratado y la escasa movilidad de la población europea (cosa que puede cambiar en el futuro próximo con el caso irlandés ya que su población está muy habituada a emigrar). Los especuladores saben que esas rigideces están ahí. También saben que el Eurogrupo rescatará a todos los países que pueda por muy incompetentes que sean sus gobiernos. Por eso Alemania agita el fantasma de la quita, una manera de que los países con problemas devalúen su deuda pública ya que no pueden devaluar sus euros. En ese proceso, la cadena de recriminaciones no ha terminado. Y nosotros estamos en la fila. EL MUNDO. 23-11-2010

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