Vetusta Morla

Mapas

Vetusta Morla acaba de editar su disco «Mapas» después del rotundo éxito de «Un lugar en el mundo». Un grupo que ya es emblemático por todo lo que representa. El trabajo duro de un equipo de músicos que apuestan por la independencia y la creatividad inusitada.

Jorge González Percusionista y sinthes “No sientes que se reresenten tus intereses y por eso se ha despertado el sentimiento de cercanía. Si no eres tú, mañana puedes ser tú.” ¿Por qué “Mapas”? Surgió una vez Juanma hubo compuso una letra en la que aparecía la palabra “mapas”. Y nos dio la idea de algo que ya habíamos hablado, porque éste no es un disco conceptual que siga una misma línea. Son canciones seleccionadas que parecen puntos en el espacio sin una unión aparente. Y pensamos que el disco en sí es lo que las unía. El concepto de “puntos en el espacio unidos por líneas” refleja muy bien cómo es este disco. Y por otra parte un mapa es como una canción, una reducción de la realidad, un pequeño submundo inexistente para explicar algo real. Te leo un mail enviado por uno de nuestros suscritos hablándonos de vuestro disco “Son canciones completas. Cada una es como un universo paralelo en el que puedes encontrarlo todo, está todo lo que necesitas, aunque esté todo boca abajo. Cuando una misma canción la escuchas en otro momento es diferente, es como si en ese universo decidiesen construir una ciudad nueva…”, ¿qué te parece?. Me parece brutal. Así consideramos las canciones nosotros. Se trata de crear una realidad reduciéndola. Supongo que luego a cada uno le llevará a un lugar diferente. Cuando vas de una realidad a otra lo importante no es llegar a un lugar concreto, sino el trayecto. ¿No os ha sorprendido que nada más salir el disco hayan aparecido muchas críticas, inevitablemente muchas muy superficiales? Al principio nos llamó la atención, porque o nos ensalzaban demasiado o eran demasiado destructivas. Pensábamos que iba a tardar en calar. Además en el anterior disco la gente nos descubrió poco a poco. Y pensamos que el proceso iba a ser más largo porque la gente tardaría más en descodificar el disco. Pero bueno, ahora hay críticas, buenas o malas, que se ajustan más a la idea que tenemos de cómo ha sido el trabajo. ¿Estáis contentos con los primeros resultados de ventas? Nunca nos ponemos una meta a partir de la que estar satisfechos, pero evidentemente los resultados en la web y en las tiendas nos ha sorprendido. Quizás el grupo haya crecido más de lo que somos conscientes. ¿No crees que el hecho de que trabajéis en equipo y lo cocinéis todo vosotros influye de forma determinante en el resultado final? Siempre hemos funcionado así. Todas las decisiones son tomadas colectivamente. El sello es un trabajo más con muchas horas semanales. También contamos con gente que trabaja en la promoción o en el diseño del disco a los que les encargamos el trabajo, pero nos gusta estar encima de todo. Vivimos un mundo cultural que ha cambiado, pero parece que a muchos ha cogido desprevenidos. Me refiero a que cuando se multiplican los debates sobre que la industria debe adaptarse, cientos de grupos han construido otra realidad frente a una cultura oficial. La clave es que los discos no son un negocio rentable. Hasta ahora detrás de todo han estado empresas gigantescas que generaban millones y ahora no son capaces de hacerlo como antes. Las discográficas son necesarias porque es muy difícil gestionarlo todo. A veces hay que alejar al artista de todo esto, porque es muy peligroso. Si hay decisiones que tomar acabas por relegar los ensayos. La gente está saliendo a flote porque son estructuras más pequeñas que funcionan de otra manera. Gente que gestiona su música y contrata a otros para cosas puntuales. Ya existían pero estaban tapadas por todo lo que hay por arriba. Ahora están saliendo a flote. ¿No crees que son caminos paralelos a lo del 15-M, son ámbitos diferentes, pero es la expresión de que se quieren las cosas de forma diferente…? Sí. Hay una parte importante que es la comunicación. Antes estaba copada por quien tenía poder para hacerlo. Ahora todo el mundo puede llegar a ella aunque sea por Internet. De hecho el 15-M en sus inicios se movió por Internet. Se ha dado a conocer en los medios después de la acampada. Si un grupo quiere que se conozca su disco tiene Internet para difundirlo a nivel mundial. Es lo que hablábamos antes de las grandes estructuras. Ahora todo el mundo tiene un ordenador en su casa y te enteras más de las noticias por él que por el telediario. Cada uno busca la información donde le interesa. Lo que hay que aprender es a cribar, porque si no te puedes volver loco. ¿No crees que el hecho de que haya emergido el 15-M ha permitido que figuras públicas manifiesten su apoyo a unas ideas que antes no era posible? Al 15-M la gente se ha ido sumando. Lo que pasa es que si hablamos de una banda famosa, por ejemplo, parece que tiene más repercusión. Yo creo que se ha apoyado cuando se ha dado a conocer. Es un sentimiento generalizado en el que aunque se tengan discrepancias en lo básico estamos de acuerdo. El 15-M ha puesto el foco encima de unos puntos que, seas del partido que seas, al 80% seguro que estas de acuerdo. Es decir que estamos completamente oprimidos, que la gente en peores condiciones no tiene posibilidad ni de tener un trabajo con todo lo que nos han vendido sobre lo que teníamos que formarnos, y los de arriba, que realmente no están arriba sino que tienen más control sobre las cosas que nos afectan a todos, pues cada vez van a más. No sientes que se representen tus intereses y por eso se ha despertado el sentimiento de cercanía. Si no eres tú, mañana puedes ser tú. Parece que si eres una persona pública tu opinión tiene más valor, pero esa no es la realidad, y así se ha visto en las asambleas del 15-M, en las que cada persona tiene su voz y su propuesta. La gente está dispuesta a pagar la entrada de un concierto pero no tanto el disco, ¿crees que es porque le gusta ver a un grupo de músicos currando y sudando por dar lo mejor de su trabajo en ese momento? Cuando un grupo te gusta es porque te ha ganado el directo. Si lo encuentras por Internet y después en directo no encuentras lo que esperabas, eso se transmite. El directo es la prueba del algodón, y nosotros le damos esa importancia. Es donde te ganas la confianza de la gente o la pierdes. Se ha perdido la cultura de comprar el disco. A nosotros nos ha sorprendido que las ventas de nuestro disco en la web casi igualan las de las tiendas. Hay que dar tiempo a que todo esto madure, porque el problema realmente es que es muy difícil editar un disco, y si quieres que suene bien no puedes abaratar costes. Nosotros hemos decidido que si había que subir costes lo hacíamos, pero no todo el mundo tiene esa posibilidad. Falta maduración para que la crisis de la industria, que no de la música, se reajuste. Juanma Latorre Guitarrista “Las crisis industriales o económicas históricamente suelen coincidir con explosiones artísticas y culturales.” Lleváis diez años manteniendo la independencia de las grandes discográficas; habéis recorrido mucha carretera, ¿cómo ha sido el viaje hasta aquí? Más placentero de lo que se pueda imaginar. Muchos piensan que porque un grupo haya estado diez años trabajando y no haya sacado un disco es necesariamente malo o que ha sido una frustración y no es verdad. Nosotros nos hemos planteado cada etapa con sus retos, cada año sucedía algo estimulante, una maqueta, conciertos … aventuras nuevas de las que íbamos aprendiendo a grabar, a tocar, a definir nuestro lenguaje… hasta que hace dos años tuvimos la necesidad de sacar un LP ¿Cuáles son vuestros referentes? Tenemos muchas referencias, desde los Beatles hasta el día de hoy, casi todo el pop-rock. Hablar de referentes es siempre complicado, esto no quiere decir que no los tengamos, no pretendemos ser originales y pensar que no tenemos ninguna influencia, no es así. Pero somos muchos, somos seis en el grupo con gustos muy distintos y hemos tenido mucho tiempo para procesar un universo propio, para desarrollar un lenguaje propio. La reelaboración de todas esas influencias es tan compleja que no le hace justicia etiquetarlo, preferimos que sean otros los que saquen los parecidos. En los últimos años han aparecido muchos grupos independientes, ¿a qué crees que se debe ese auge de la música española? Los grupos han encontrado nuevas formas de dar salida a sus trabajos. Antes los canales estaban muy establecidos, eran canales muy potentes pero eran pocos. Discográficas muy grandes, pocos medios de comunicación muy grandes… y ahora está todo fragmentado, medios cada vez menos potentes de distribución y más accesibles. Eso ha hecho posible que muchos grupos puedan encontrar su hueco, su audiencia, utilizando el boca a boca de Internet. Se está volviendo al inicio, el músico ha vivido siempre de tocar, si tuviéramos que depender de las ventas de discos… En España tenemos un mercado de música en vivo muy potente, la gente tiene mucho interés por ver conciertos, la gente está dispuesta a hacer kilómetros para ver a un grupo y a pagar entradas que la mayor parte de las veces el precio es muy superior al precio del disco. Y sin embargo no están dispuestos a pagar esa cantidad por un CD. Hay que saber aprovecharse y moverse en la misma dirección que los tiempos. La música no se muere porque muera el formato. Las crisis industriales o económicas no tienen porque coincidir con las crisis culturales. De hecho históricamente suelen coincidir con explosiones artísticas y culturales. Hay muchos ejemplos. Ojo, también hay que cuidar no depreciar la música, la música no se hace sin recursos, necesitas dinero para grabar un disco y darte a conocer. ¿Qué opinas de los nuevos, y no tan nuevos, mecanismos que están desarrollando las grandes discográficas?, se llevaban el diez por ciento de los conciertos y son propietarios de los derechos de autor a 70 años. Sí, son mecanismos que están desarrollando las compañías para sobrevivir, para reconvertirse porque la venta de discos ya no es negocio. Los artistas son ahora un poco más dueños de su destino, pueden decidir si trabajan con una compañía u otra o trabajan por su cuenta. La industria ha cambiado. Hace un par de años, en Inglaterra 700 artistas, entre ellos Radiohead o Robbie Williams, se organizaron para defender e imponer sus condiciones a las multinacionales. ¿Crees que en España es necesario que el sector estéis más organizados o sindicados? En parte sí, aunque no tanto para imponer nuestras condiciones a las discográficas. Pero es cierto, no estamos sindicados, y es necesario una ley de la música que nos reconozca ciertos derechos laborales y garantías, no que seamos como unos feriantes. Necesitamos unirnos y plantearnos qué problemas hay en el oficio. La ley de la música se ha reclamado otras veces. Hace dos años, en la Gala de los Premios de la Música, el Ministro de Cultura se comprometió ante Carmen Paris a que pronto habría una ley de la música en el Congreso. El Ministerio ha cambiado de manos, pero seguimos igual, o peor. ¿Que te parecería aplicar un canon sobre los millonarios beneficios de las discográficas y que lo que se recaude se dirija a ayudar a artistas y grupos? Es complicado. Yo creo que esas medidas no son justas sin ver después con qué criterios se distribuye entre los músicos. Yo preferiría que se dieran ayudas a las salas para que puedan aclimatar sus locales, y que no molesten a sus vecinos, que puedan seguir con sus actividades, para que no se trate a los dueños de las salas como criminales y se les permita ejercer esa labor tan importante de ofrecer espacios para que las bandas puedan tocar y compartir su música. Además hay que resolver cosas como que no se estudie música en los colegios. Yo no estudié música, jamas aprendí solfeo, y creo que eso debe cambiar.

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