¡¡Lula livre JÁ!!

Un juez de guardia decidió liberar a Lula, atendiendo la petición de habeas corpus de la defensa de Lula. Inmediatamente, todos los mecanismos del Estado brasileño reaccionaron como un resorte, revocando la decisión del primer juez y manteniendo la prisión para Lula. Un nuevo acto del golpe de Estado político-judicial que vive el país desde hace tres años.

En pocas horas, los brasileños han visto atónitos cómo las noticias anunciaban la excarcelación de Lula… y luego emitían la decisión judicial de mantenerlo preso. Un culebrón que ha hecho bullir a una opinión pública polarizada, pero mayoritariamente en contra de la farsa que ha llevado al presidente más popular de la historia de Brasil a la cárcel.

Lula lleva en prisión desde abril, tras un juicio escandalosamente fraudulento e irregular, que no ha disminuido ni un ápice su popularidad: recientes encuestas le dan entre un 35% y un 48% de intención de voto. La causa por “corrupción” dirigida por el juez Sergio Moro contra Lula es un cúmulo de irregularidades y prevaricaciones flagrantes, un ejemplo puro de lo que en el campo el Derecho se conoce como lawfare: la mala utilización y el abuso de las leyes del procedimiento jurídico con fines políticos. Moro y la Fiscalía han hecho uso de los medios de comunicación para filtrar informaciones no contrastadas, acusaciones infundadas que no se sostienen, mentiras que repetidas mil veces se convierten en una montaña de fango, en un clima de opinión asfixiante que busca desprestigiar al presidente más popular de la historia de Brasil. No hay pruebas -ni una sola- de que Lula haya cobrado coimas de la constructora Odebrecht. Nada. Cero. Humo.

La defensa de Lula pedía su excarcelación cautelar, alegando el habeas corpus: que la ejecución anticipada de la pena (es decir, antes de que sean analizados todos los recursos ante las instancias judiciales superiores) es inconstitucional. Por fin, el juez de apelación Rogério Favreto atendió al recurso de habeas corpus y ordenó la puesta en libertad cautelar de Lula.

Pero la excarcelación no se llegó a ejecutar. El juez Sergio Moro interrumpió sus vacaciones para dictar un auto que desautorizaba a Favreto. Un tercer juez, Gebran Neto, responsable del caso Lula en segunda instancia, intervino y bloqueó la orden de excarcelar el expresidente. Pero el primer juez insistió en su decisión y volvió a decretar otra vez la liberación de Lula. Tuvo que intervenir el presidente del tribunal para decretar mantener al dirigente en la cárcel.

Los aparatos de Estado han actuado. Hay intereses -de la oligarquía carioca, pero también del dominio hegemonista sobre Brasil- demasiado poderosos en juego para que la decisión de excarcelar a Lula se pueda resolver simplemente en instancias judiciales.

Esta lucha se decidirá en las calles. Los millones de Lulas, los millones de luchadores de la izquierda brasileña no se van a rendir. Van a dar la batalla hasta el final por recuperar el país y la democracia. Por eso salen sin parar a las grandes avenidas a gritar:

10 comentarios sobre “¡¡Lula livre JÁ!!”

  • sargento arensivia el de la cia dice:

    Como buen militar de la CIA os digo:»Lula debe estar preso,no podemos permitir que el sacar a tropecientos mil personas de la pobreza y ser una potencia emergente,siga adelante.Iberoamérica no puede seguir su ejemplo.Pondremos a Pinochet de Caudillo supremo».Corto transmisión,no sea que los brasileñps lo lean y me capen

  • El poder reside en el pueblo, como se ha visto ya, no solo desde el punto de vista teórico sino también en la práctica, con dos revoluciones proletarias en el mundo del siglo XX y otras muchas que han logrado y siguen logrando la independencia nacional para sus países dentro de la cadena imperialista, hablando en términos de lucha de clases. Siempre habrá una clase que prevalecerá sobre otra y únicamente dos destinos, o estás entre los explotadores directa o indirectamente (incluso por omisión de ideas aparentemente) o, por el contrario, estás con los explotados, con el pueblo trabajador, llamémosle proletariado, clase obrera, formando alianza con ese 90% del frente amplio necesario en la coyuntura de países como Brasil ahora mismo y como no, en España, donde recientemente se acaba de producir un cambio político de envergadura para la expansión y evolución política, social e ideológica de ese viento popular patriótico y libertario cuyo destino principal y determinante es zafarse del yugo de los explotadores. Me alegro muchísimo por Lula y su pueblo, quien tanto le admira y lo demuestra. La verdad siempre hay que buscarla, sobre todo, lejos de fundamentaciones y teoricismos, -si no son científicos habrá que ver quién los dice, para qué los dice y cuándo los dice- en los propios hechos. Nunca engañan. El nuevo acto del golpe de Estado político que vive el país desde hace tres años, como muy bien explica este excelente artículo, ha sido revocado precisamente por las amplias mayorías populares, y algún cargo afín y honrado que pervive entre las élites y aparatos de Estado y que promueve cambios en la correlación de fuerzas porque ve con suficiencia como el PT, sus militantes, ese pueblo batallador brasileiro y otras fuerzas aliadas empujan hacia adelante para que haya un cambio favorable en el entramadado de un destino más justo para el 90% de afectados por los recortes y el saqueo del FMI, del Banco Mundial, de la OTAN que agrupa y enfila a sus países vasallos, al IBEX 35. Igual que ha sucedido en España. Es por ello que el hegemonismo, en esta ocasión, ha vuelto a perder la batalla, lo que está perfectamente claro, es que no va a ganarla en los tribunales. Gracias a los luchadores de izquierda y los millones de Lulas que existen en Brasil, que no se rendirán jamás. Ha sido más de una década de políticas de redistribución de la riqueza hechas por Lula y posteriormente por Dilma Rousseff. Salgamos siempre a la calle. Pero mucho más, hagamos pueblos libres y luchadores honrados de entre las masas, ayudemos a éstas a liberarse a sí mismas, y muchos más Lulas en todo el mundo para vencer al mayor enemigo de los pueblos del mundo: EEUU. LulaLivreJá. EuSouLula.

  • PRESIÓN CALLEJERA dice:

    Deseo la liberación del ex Presidente Lula si así se hace justicia, pero jamás porque ello sea «exigido» por números ingentes de personas en las calles. Ceder la separación de poderes a la coyuntura emocional colectiva abriría un precedente peligroso de condicionamiento de la separación de poderes. Si es inocente, merece ser puesto en libertad.

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