Arte

Los video-retratos de Robert Wilson

Brad Pitt posa bajo la lluvia en calzoncillos y calcetines blancos mientras sujeta una pistola de agua. Winnona Rider nos observa desde la distancia con el cuerpo enterrado en la arena. Estrellas de Hollywood que comparten protagonismo con otras personas desconocidas, e incluso con búhos, una pantera negra o un perro. Estas escenas forman parte de la colección de video-retratos «VOOM Portraits», que se podrá contemplar en la capital castellana hasta el dí­a 31 de Mayo. Por primera vez disfrutamos en España del trabajo de Wilson, uno de los más destacados directores de teatro experimental y de vanguardia, que curiosamente debutó en 1969 con una obra titulada «The King of Spain».

La sensación del esectador ante este montaje tiene poco que ver con la que se siente ante una colección tradicional de pintura o fotografía. Para empezar, la moqueta mullida de las salas predispone al visitante a entregarse con una cierta vulnerabilidad a los retratos. Cada cuadro vivo es una obra de arte independiente, con significado único. Los personajes son presentados en pantallas de alta definición y del mismo tamaño que el espectador, lo que permite tener casi al alcance de la mano a la actriz Isabella Rossellini, la princesa Carolina de Mónaco, escritores, bailarines o a un inabarcable campeón mundial de sumo.Movimientos sutiles de los protagonistas, conocidos o anónimos, que crean una ilusoria sensación de interacción. Naturalezas muertas que al detenernos a mirarlas descubrimos que están muy “vivas”, gracias a la sutil disposición de los movimientos que caracteriza a Wilson. Todos los sujetos retratados, sean humanos o animales, posan casi sin moverse y son paradigma del dominio que el artista tiene sobre el color y la luz y su interés por el teatro, el diseño, la música, el cine y el arte en general.Cada uno de los retratos incorpora además una banda sonora original, entre las que destacan las de colaboradores habituales de Wilson, como Tom Waits o Heiner Müller. Además, Wilson incorpora un elemento de sorpresa en cada obra con el uso del movimiento. Durante el rodaje, el artista pide a aquél a quien está retratando que "no piense en nada" y que limite sus movimientos a un par de gestos (un parpadeo o un pequeño movimiento del pie) que el vídeo recoge de forma muy controlada, por lo que la experiencia de mirarlos cambia totalmente.La muestra se exhibirá durante los próximos dos meses simultáneamente en tres salas municipales pucelanas. El propio artista, quien seleccionó personalmente los 16 retratos para esta muestra, tiene previsto viajar a Valladolid desde Berlín, donde presentará su insólito espectáculo sobre los sonetos de Shakespeare, con música del polifacético Rufus Wainwright.

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