Protestas del campo por toda España

Los tractores de la ira

En la última semana, miles y miles de ganaderos y agricultores han cortado carreteras o han protagonizado tractoradas en las avenidas de las grandes ciudades, mostrando su malestar. ¿Cuáles son sus reivindicaciones? ¿Qué es lo que les está asfixiando?

* Rafael Ordinas es agricultor y ganadero en la Región de Murcia

Los tractores salen a la calle cortando autopistas y bloqueando puntos neurálgicos en un intento de paralizar la actividad económica pero sobre todo la distribución alimentaria. Las protestas se inician en Alemania, Países Bajos, Italia, Portugal y la más importante en Francia. En España estaban todas las condiciones dadas para retomar el modelo francés de bloqueo en nódulos importantes y ciudades. Es cierto que mantenemos un conjunto de exigencias comunes con el conjunto de agricultores europeos.

No es una cuestión puntual en torno a las últimas normativas de la PAC (Política Agraria Común). En nuestro país llevamos bastantes años de deterioro del sector agrícola y ganadero. Los agricultores acusan a todos los políticos del abandono del campo. Suelen aparecer en periodo electoral; se calzan las botas y se fotografían en las granjas. Mientras, los recortes en agricultura y ganadería son constantes.

¿Cuáles son los ejes principales de reivindicación?

  • El permanente aumento de los costes de producción hace que se trabaje a pérdidas o con una baja rentabilidad. Las leyes de la cadena de valor sobre el precio justo o son insuficientes o no se pueden cumplir.
  • Las nuevas políticas medioambientales llevan a prohibir el uso de los productos fitosanitarios más agresivos, con disminución en la producción.
  • Los acuerdos de importación de alimentos con países externos a la Unión Europea.
  • El aumento de burocratización en el actual periodo de la PAC con mayores costes en atender las nuevas normativas.

Hay un hilo conductor a todos ellos y que son la base de la bajada de rentabilidad de las explotaciones agrícolas. No es cierto cuando solo se cita a las cadenas de distribución y los intermediarios como responsable de las ventas a pérdidas. Los elevados costes de la maquinaria (tractores, aperos, etc.) en manos de capitales alemanes y sobre todo norteamericanos imponiendo sus precios que el agricultor tiene que pagar. El aumento de los precios en materias primas como las simientes, los fitosanitarios o los abonos que detentan grandes corporaciones (industrias químicas). El precio de la energía, gasóleo. No es cierto cuando se culpabiliza todo a la guerra de Ucrania. Estos precios subieron antes del inicio de la guerra. Porque detrás están grandes monopolios arruinando la economía de los autónomos agrícolas.

Los acuerdos de la Unión Europea con Mercasur y otros países para la importación de alimentos producidos sin las exigencias de calidad que la normativa europea exige, obliga a rebajar precios por debajo de su coste. Por último, las grandes distribuidoras imponen los precios a los agricultores y ganaderos comprando sus productos a los precios que ellos fijan. Pero a su vez los grandes truts, de capital yanqui principalmente, son los que fijan los precios globalizados en el mercado internacional que ellos denominan como “libre mercado”.

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Necesitamos una PAC al servicio del agricultor

La reforma de la PAC para el periodo 2023 a 2028 ha generado una indignación explosiva entre todos los agricultores y ganaderos. En primer lugar hay que decir, porque ahora no se plantea, que la aprobación de la misma hace cuatro años suponía ya el recorte de la asignación global por año de un diez por ciento, y además habrá que sumar al recorte derivado de la inflación.

Hay quien piensa que no necesitamos ayudas económicas en el campo y pasar a suprimir toda la normativa de protección medioambiental. No es cierto. Nuestra actividad, en particular la agricultura de secano y la ganadería extensiva, precisa del apoyo económico de las instituciones para sostener un sector primario en dificultades. Además somos el sostén del mundo rural resistiendo el despoblamiento del campo. Lo que nos da Europa, no es gratis, luego se revierte a los monopolios que nos venden los tractores, los fitosanitarios y las materias básicas para la producción.

Hay algunos sectores entre los agricultores que no aceptan la orientación de protección y sostenibilidad del medio ambiente. Niegan el cambio climático y piden eliminar la “agenda 2030” porque hace disminuir la productividad de sus cultivos. Es falso. Es necesario adoptar prácticas de cultivo en la tendencia de evitar la degradación de las tierras. Es necesario producir alimentos, pero alimentos cada vez con menos elementos contaminantes para el consumo y la salud.

Protesta en Cenicero (La Rioja)

Ahora bien, las solicitudes de ayudas de la PAC son ahora mucho más complejas y se exige más documentación en su cumplimiento. El mayor punto de conflicto entre los agricultores es la parte destinada al anterior “Pago verde”. Son los “ecoesquemas” como prácticas de cultivo orientadas a la fijación de la huella de carbono: “rotación de cultivos”, creación de cubiertas vegetales en los “cultivos leñosos”, formación de “espacios de biodiversidad”, etc.

Se ha endurecido “la condicionalidad” (las BCAM), punto negro que sufrimos todos los agricultores y ganaderos. Son un conjunto de condiciones generales de obligado cumplimiento del cultivo, de normas medioambientales, y de sanidad y bienestar animal. Las inspecciones de las BCAM son muy duras porque una infracción puede salir fácilmente. Las sanciones, en los casos de la PAC, pueden ir del 2% hasta el 100% a la totalidad delas ayudas solicitadas.

Por ver un ejemplo, las Administraciones nos exigen, cuando lo necesitan, el envío de fotografías “geolocalizadas” de los cultivos para cada parcela. El agricultor tiene que dedicar parte de su tiempo en estas técnicas. Pero el mayor rechazo se lo lleva el “cuaderno de campo digital” que entrará en septiembre próximo. Estos apuntes sobre las compras de semilla certificada, productos fitosanitarios adquiridos, etc., y los trabajos de laboreo deben aportarse mes a mes. Aparte de las dificultades para hacerlo, es una forma de fiscalización de la Consejería de Agricultura con acceso directo. Es una manera de meter al policía dentro de nuestras casas.

Una de las pancartas de la tractorada de estos días plantea: “Soy agricultor. No ingeniero informático”. En este sentido la plataforma de las organizaciones agrarias, ASAJA, COAG y UPA, plantean: “Reclamamos una flexibilización y simplificación de la actual PAC. Esto incluye tanto los ecoesquemas como las BECAM. La excesiva burocracia está suponiendo costes inasumibles para agricultores y ganaderos, y no posibilitan cumplir los objetivos en materia medioambiental”.

Apoyamos totalmente esta demanda. Añadimos: las Administraciones tienen que estar al servicio de los agricultores, facilitando orientando y ayudando a la aplicación de la PAC. Ahora son un aparato de control y extorsión burocrático.

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Las fuerzas en presencia en las protestas

Las movilizaciones se inician días antes del 6 de febrero. La convocatoria de las organizaciones agrarias ASAJA, UPA y COAG, acordaron una plataforma común para iniciar un calendario de movilizaciones a partir del día ocho. Ahora bien, impulsado por determinados núcleos a través de redes sociales se hace un llamamiento a cortar carreteras con los tractores para el día seis. Dividen al movimiento, se definen como “independientes” y llevan el sello engañoso de ser agricultores al margen de los partidos políticos y de las asociaciones agrarias “porque no nos representan”. La imagen de la Francia bloqueada por los tractores impulsa a muchos a salir en la desesperación del sector como única forma de conseguir lo que se pide. En seguida se nota que un conjunto de tractores hace mucho ruido.

Tractorada convocada en Albacete. Existen sectores ultras que intentan “pescar en río revuelto” en las protestas del campo. No debemos dejar que intoxiquen el conflicto real, de lucha de clases, que sufren agricultores y ganaderos.
  • Vox. Todos saben que detrás del 6F está Vox. Su objetivo es derribar al Gobierno de Pedro Sánchez. Para ello se apoya en la gran indignación de los agricultores y apoyándose en los climas de opinión sembrados en los últimos años con todo tipo de bulos. Utiliza plataformas generadas por su entorno para organizar una revuelta que se sale de los objetivos del campo. Como botón diremos la propaganda continuada de Vox negando el cambio climático, y en particular “documentando” los vuelos pagados por el Gobierno fumigando las nubes para impedir la llegada de las lluvias. Vox pretende en los próximos días vincular a las protestas a una plataforma de autónomos del trasporte para ampliar la revuelta.
  • PP. La indignación del campo le ha venido un poco de sorpresa. De una parte intenta apoyar las movilizaciones y las demandas agrícolas. Pero por otra, el empuje de Vox le hace daño porque había conseguido hacer retroceder su influencia; teme también por las elecciones gallegas por la posible recuperación de Vox. Al mismo tiempo se mueve de falsedad en falsedad. Pone todo el peso en Pedro Sánchez, porque según ellos solo se mueve en la negociación con la amnistía y no hay otra cosa que haga en Europa. Intentan ocultar de todas las formas que el PP está dirigiendo la aplicación de la PAC a través de las Consejerías de Agricultura en las autonomías que gobierna. Se pone de lado, porque uno de los pilares importantes de las ayudas (los PDR, Plan de Desarrollo Rural, dentro de la PAC) están estructurados y gestionados por ellos que reparten los fondos recibidos de Europa. Es por ello por lo que la plataforma de los Sindicatos agrarios plantea la negociación con el Gobierno Central y las Comunidades Autónomas. No es casual que Vox se olvide de éstos últimos.
  • Gobierno y PSOE. Ahora mismo son los que tienen más que perder. El ministro Planas hace lo posible por negociar las reivindicaciones planteadas. Son responsables de la elaboración de la estructura de la PAC para España, en el periodo 23-28, y conforme a las directrices de la Unión Europea. Presentada en diciembre de 2.022 ya recibió gran número de críticas por su complejidad. Ahora intentan recoger algunas demandas para trasladarlas a Bruxelas. Cómo flexibilizar la PAC, pero también actuar en los Tratados con Mercasur para que se acepten las “cláusulas espejo” (mismas condiciones para los alimentos importados con los producidos en el interior). Ahora intenta actuar ahora también con la cadena alimenticia y los precios justos. Sumar no aparece y cuando lo hace es mejor que se hubiera callado. Yolanda Díaz ha levantado malestar al indicar que la oposición a desarrollar las medidas ambientales se debe a la falta de conocimiento y cultura de los agricultores.

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Los olvidados

Protesta en Soria

En España una gran mayoría de las explotaciones agrícolas son de tamaño pequeño, estando en una media, según el censo agrario, de 26 hectáreas por titular. Muchos de ellos son perceptores de la PAC y es lo que constituye el grueso de la movilización en el campo. Las reivindicaciones son muy importantes. En las tractoradas hay un lema común: “el campo se muere, y las ciudades no podrán comer”. Esto no es cierto. Porque el grueso de la producción agrícola está en manos de explotaciones de mediano o gran tamaño. Incluso entran grandes fondos de inversión especulativos dominando los sectores hortofrutícolas de regadío donde están en el límite de las normativas medioambientales de la UE.

Es importante la lucha actual de los agricultores porque lo que está en juego es la supervivencia de las explotaciones más débiles (recordemos la novela “las uvas de la ira”). Muchas van a desaparecer fruto de la ofensiva de los precios a los que nos someten los grandes monopolios elevando nuestros costes de producción (maquinaria, materias primas, energía, etc.) junto con los bancos en una situación de inflación que multiplica los intereses de financiación. El avance del despoblamiento rural es una consecuencia de esta quiebra.

Por todo esto, los movimientos espontáneos iniciados acaban engullidos en los intereses de plataformas como la del 6F dirigidos hacia objetivos oscuros, en este caso de la extrema derecha.

Las protestas de los pequeños y medianos agricultores contra el atropello de los monopolios son justas, pero también lo son las de sus trabajadores, a menudo sometidos a pésimas condiciones de trabajo

Pero el campo no son sólo estos sectores. Mientras los tractores salen a las carreteras miles de trabajadores agrícolas siguen en sus puestos de trabajo. Peones agrícolas, podadores, pastores, recolectores, manipuladores de alimentos, tractoristas (sin tierra). Son trabajadores tanto nacionales o extranjeros en relaciones laborales a veces precarias. Particularmente el núcleo de trabajadores extranjeros sin papeles o en proceso de regularización. Este sector son en las tractoradas los olvidados. Todo el conjunto de demandas de las movilizaciones no les incluye en nada. No dependen de la PAC. Es necesario una respuesta unitaria que recoja las demandas de estos sectores imprescindibles en la existencia de la agricultura.

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Cuáles son nuestras demandas

Impedir la división del movimiento de los agricultores es, de entrada, el interés general. Desde final de enero las tres organizaciones agrarias principales ASAJA, UPA y COAG han acordado un plan de movilizaciones que recogen una plataforma donde se recogen las principales necesidades comunes de todo el sector. Tanto agricultores independientes asociados o de cualquier ideología debemos ir todos juntos.

En estos momentos nuestras demandas son:

1. Derogar los acuerdos de libre comercio con terceros países. No a los acuerdos con Mercosur y paralizar las negociaciones con Nueva Zelanda, Chile, Kenia, etc. Estrictos controles con la frontera con Marruecos. Aplicar en su caso las “cláusulas espejo”.

2. Cumplimiento estricto de la cadena de valor estableciendo un precio justo. No vender a pérdidas. Control de los precios de materias primas: reducción de los impuestos del gasoil, contención de precios de los fitosanitarios, topar los precios de lamquinaria.

3. Flexibilizar y simplificar la aplicación de la PAC (ecoesquemas, BECAM, etc.). Las Administraciones deben ponerse al servicio de los agricultores, facilitando al máximo la transición a prácticas más ecológicas, dando soluciones concretas viables en este sentido.

Estos son tres puntos básicos. Es necesario, a medio plazo, impulsar el rendimiento de las explotaciones agrícolas, al tiempo que se combate el despoblamiento rural, partiendo de promocionar la incorporación de jóvenes a la agricultura. Para ello proponemos:

  • Frenar la especulación y la compra de tierra de cultivo por parte de fondos de inversión con el interés de trasformar en parques solares o bien en macro explotaciones intensivas que degradan los suelos y el medio ambiente.
  • Poner al servicio de nuevos agricultores o de aquellos que tienen una base de hectáreas insuficiente, mecanismos para adquirir o arrendar tierras en abandono.
  • Impulsar y apoyar la creación de nuevas Cooperativas agrarias, donde no haya, o bien apoyar económicamente inversiones necesarias.

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