Corresponsalí­a Asturias

Los trabajadores de Diana Pharma al paro

Los trabajadores de la farmacéutica Diana Pharma, irán a la cola del aro en breve, al final nada han podido hacer contra el expediente de regulación de empleo que tenía planteada la empresa para el total de la plantilla.La empresa farmacéutica tiene problemas de liquidez y los empleados llevan ya cinco meses sin cobrar sus sueldos. Una situación que llevan arrastrando con incertidumbre y que no ven resuelta tras estos cinco meses. Les queda la vía legal para reclamar sus sueldos y con el ERE la empresa ya les ha reclamado la asistencia para recoger los papeles para solicitar el desempleo. El expediente de regulación tiene estimado un tiempo de cuatro meses aunque no está nada claro que la farmacéutica vuelva a abrir sus puertas debido a los problemas que tiene de viabilidad.La filial de Hunosa, Sadim, posee el 40% del accionariado, y el resto está en manos privadas. Potenciar empresas productivas como esta dedicada a la producción de medicamentos debería ser una cuestión muy interesante en esta crisis para plantear un plan de viabilidad en el que se puedan producir medicamentos al servicio de la gente, medicamentos que se distribuyan en la sanidad pública si desde el estado se diera una alternativa viable que financiara esta empresa y contratara servicios a cambio de accionariado de forma que se puedan producir medicamentos propios y económicos que puedan estar al alcance de todos e independientes de las grandes farmacéuticas.Pero ¿Acaso es una locura plantear un proyecto así? La verdad, si el ejército lo hace teniendo una producción de medicamentos propia para sus componentes que salen a precios de risa, como una caja de aspirinas a unos céntimos de euros ¿Por qué no se puede hacer lo mismo para el resto de la población? Es tan solo una posición por hacerlo, ya que una empresa farmacéutica propia que se oriente por las necesidades de la gente produciría riqueza y empleo , que pueden suponer no solo mantener puestos de trabajo, también desarrollar un proyecto en el que la gente pueda decidir, desarrollar una producción de medicinas que produzcan no solo un ahorro para el sistema sanitario y la población, también supone el potenciar la investigación en una dirección que beneficie a la calidad de vida de la gente. Dirigiendo la investigación en solucionar y dar calidad de vida a las enfermedades de nuestro siglo como el cáncer, el sida u otras, y que los beneficios de todo se dirija a la reinversión en este sentido.Son oportunidades que con la crisis se presentan en bandeja para cambiar el sistema productivo, desarrollando sectores cualitativos como este, y adquiriendo en este sentido una independencia de las grandes farmacéuticas que deciden lo que se investiga y para qué, son las grandes farmacéuticas las que deciden de lo que moriremos y lo que no, guiándose por la rentabilidad a costa de la vida de la gente. Una farmacéutica rentable y al servicio de la gente si se puede, solo hace falta la voluntad política de coger este trabajo como propio y asegurar las condiciones para que la orientación no se despegue en ningún momento de la buena salud de la gente.

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