Cargando...En pocos meses usted podría sacar de la máquina una cajetilla con un mensaje más contundente que «fumar mata» o «fumar baja la calidad de su semen». Se trata de fotografías de los efectos nocivos del tabaco. Una imagen mejor que mil palabras para luchar contra el tabaquismo. Pero no parece buena idea intentar crear miedo o asco en el consumidor en lugar de apuntar con el dedo acusador a quien provoca y se enriquece del hábito entre los hábitos.
El Ministerio de Sanidad y Política Social esta ultimando las modificaciones legales necesarias ara obligar a la industria tabacalera a publicar imágenes de los efectos del tabaco sobre el organismo, como fotos de tumores pulmonares o de cuello, dentaduras dañadas, pieles envejecidas o intervenciones quirúrgicas a causa de infartos. Tan ilustrativo y aleccionante como inútil.Otras imágenes buscan concienciar sobre lo nocivo del tabaquismo pasivo para los niños. Para ello muestran cigarrillos simulando los barrotes de una cárcel, o fotos de fetos y niños inhalando el humo del tabaco. Tan acongojante como inútil.Cogiéndolo por el punto débil podríamos exigir al Ministerio que ponga fotos de hígados cirróticos en las botellas de rioja para combatir el alcoholismo. Es más, siguiendo esta lógica habría que colgar fotografías de desprendimientos de retina en la bollería industrial. Fotografías de parálisis de medio cuerpo en las comidas preparadas con alto contenido en sal. Una pierna amputada en un bote de…¿Por qué sólo en el tabaco? Si la industria alimentaria provoca un gasto sanitario mucho más elevado a la larga al estado. ¿Por qué imágenes de los destrozos provocados por el tabaco en sus víctimas y no imágenes de los responsables de su consumo adictivo? ¿Por qué no imágenes de los altos ejecutivos y propietarios de estas empresas que lo que hacen es enriquecerse a costa de arruinar la vida y la salud de millones?Según la titular de Sanidad, Trinidad Jiménez, el objetivo es que haya "pictogramas que disuadan a la persona que lo reciba y sea consciente de que el tabaco mata y produce daños irreversibles en la salud", y ha recordado que existe una gran demanda social acerca de la importancia de introducir determinadas medidas para reducir el nivel del tabaquismo. Claro que existe una gran demanda social. Pero no de culpabilizar a la persona que fuma de los males derivados del hábito tabáquico (que, en definitiva es lo que buscan estas campañas, el “ya se lo advertimos, luego no reclame nada”) sino de plantar cara a los auténticos responsables de la pesadilla del tabaquismo. Aunque, difícil es, cuando (si fumar mata) tienen licencia para matar.