SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Los otros (y verdaderos) culpables de la crisis

(…) ¿Cuál es la diferencia entres ambos países? Sin duda, la existencia de obstáculos de entrada al sistema productivo, lo que provoca una atrofia económica descomunal. Hoy ese el principal problema de la economía española. La existencia de un statu quo imperante que convierte a la economía en un coto cerrado, y que gira en torno a lo que pomposamente se denomina Consejo de Competitividad, una institución sin parangón en un país democrático que actúa a modo de grupo de presión. Y lo hace gracias a un sistema institucional que en lugar de incentivar los cambios sociales los enmudece.

Hoy nada se mueve si no lo decide apenas un puñado de ejecutivos. Ellos son los que acompañan al rey en sus viajes comerciales, ellos son los que tienen hilo directo con Moncloa, y ellos son los que influyen de manera torticera y vergonzante en los principales medios de comunicación. La crisis ha provocado una concentración del poder económico sin precedentes inmediatos. Y la creación de megabancos que controlan todo el sistema productivo, va en esa dirección. Una mirada al Ibex de hoy se parece como dos gotas de agua al Ibex de hace veinte años, cuando es evidente que la economía ha cambiado de forma dramática.

En ningún otro país con una arquitectura institucional sana se permitiría que ni uno solo de los primeros ejecutivos españoles haya pagado por la dimensión de la crisis, que también es la suya. Todos y cada uno de los gerifaltes del Ibex siguen ahí, en sus puestos, como si el hecho de que muchas compañías estén al borde la quiebra fuera ajeno a su gestión.

Probablemente, una de las asignaturas pendientes de la economía española es la calidad de sus altos ejecutivos. Estamos ante un selecto grupo inmune a los cambios sociales y económicos, y que, en muchos casos, se ha mantenido en el machito gracias a una generosa política de dividendos que en realidad ha provocado una descapitalización de sus compañías. ¿Alguien sabe dónde está el dinero que han ganado durante 20 o 25 años algunas grandes empresas que hoy están al borde la bancarrota?

Lo público y lo privado

Es curioso que siempre se culpe al sector público de todas las desgracias del país, olvidando que cuando se penaliza a la ‘marca España’ no sólo se saca los colores a los administradores públicos (con razón), sino también a los privados. Incluso se ignora que una parte muy importante de la descomunal deuda exterior que tiene este país -960.000 millones de euros- es de origen privado. Y en particular de algunas de esas grandes empresas que cacarean a los cuatro vientos la necesidad de que el Gobierno pida al rescate.

El gran problema de la economía española no es que entre en barrena el sector público -el 20% del PIB en términos de consumo-, sino que la crisis del Estado haya contaminado al conjunto del sector privado de tal manera que este sea incapaz de sobrevivir sin esa red clientelar que durante años ha protegido sus negocios.

Por supuesto que hay algunas anomalías históricas como Inditex o Mango, que han crecido sin mirar todos los días el BOE. Pero, ¿dónde están ahora esos grandes empresarios que se pavoneaban de sus negocios mientras se ponían sueldos estratosféricos ‘de mercado’, como el impúdico Cebrián? Los florentinos se han quedado desnudos, como el emperador, sin el paraguas del Estado. Son sólo farfolla con una deuda de más de 240.000 millones de euros, tan sólo en el caso del Ibex (..)

Deja una respuesta