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Los juegos del hambre

Mientras España se adentra en el mayor caos político, económico e institucional desde la Guerra Civil; mientras un presidente que había sido incapaz de dirigir y controlar el poder autonómico y local bajo su mandato carece del carácter y de los recursos mentales para resolver los graves problemas de la nación; mientras una Justicia lenta y sin unidad de criterio, convertida en un circo mediático con los jueces disputándose el estrellato, en la que la fase de instrucción penal, secreta por definición, está en los medios a los cinco minutos ante el asombro de Europa y EEUU, sectores enteros de la población se deslizan inexorablemente hacia la miseria y el hambre.

La España actual se asemeja cada vez más a la reflejada en la conocida película de ciencia-ficción de Gary Ross Los juegos del hambre, en la que una élite vivía en la opulencia mientras la mayoría sobrevivía entre la miseria y el hambre. Los economistas denominan duales a estas sociedades donde el grueso de la población se empobrece y se lleva al paro y a la pobreza a millones, mientras las élites políticas, financieras y monopolistas se enriquecen escandalosamente. Un 90% de las familias españolas han venido perdiendo renta y riqueza desde 2008, pero en 2012, en un solo año, perdieron el 10% de su renta y el 24% de su riqueza, las pérdidas más altas conocidas jamás. Y aunque en España siempre ha habido ricos y pobres, la distancia entre ambos nunca había sido tan grande. Somos el país con mayor desigualdad social no sólo de Europa, sino de toda la OCDE.

¿Cómo llamar a un país que es actualmente el noveno del mundo por número de millonarios -personas que declaran unos ingresos anuales superiores al millón de dólares- y al lado de ello un 60% de la población ocupada es mileurista o menos, con la media en 800 euros, donde tres millones de personas viven, según Cáritas, en la miseria y 10 millones más se encuentran por debajo del umbral de la pobreza? Pero además, los ocho países que se encuentran por encima de España son de una población muy superior como EEUU, Alemania y China. Si referimos los datos a la población, España es el tercer país en número de millonarios.

A pesar de las mentiras continuas de Rajoy y su banda de tramposos, la situación empeora cada día. El presidente del BBVA acaba de presentar a la SEC, la Comisión del Mercado de Valores norteamericano su informe anual, según el cual “las condiciones económicas en España seguirán deteriorándose” y “la duda de que el Gobierno no pueda atender la deuda y el saneamiento del sector bancario podría obligar a solicitar el rescate a la Eurozona”, toda una enmienda a la totalidad de los engaños de Rajoy. Aunque nada comparado con el deterioro de los salarios, que ha llegado a alcanzar el 50% en algunos sectores y quieren recortarlos más, mientras la remuneración de los grandes directivos crece escandalosamente aunque sus resultados sean desastrosos. Simultáneamente, la clase media, el mayor logro no ya del régimen de Franco sino de toda nuestra historia, está siendo destruida.

Sobrevivir en la España de Rajoy

Pero las grandes cifras no revelan la profundidad del drama que día a día sufren millones de familias españolas para sobrevivir. Una gran multinacional acaba de realizar un análisis pormenorizado de los cambios de comportamiento de la familia media española con dos adultos y dos niños. Su renta disponible ha caído a 24.000 euros, pero la mediana o valor centrales es de 16.000 quitando consumos imprescindibles como gas, electricidad, teléfono e hipoteca si la hubiere, por lo que esta familia media dispone de 800 a 1.000 euros al mes para vivir. Y estas son las principales conclusiones de a dónde ha llevado a la clase media española este régimen de partidos incompetente y corrupto y un modelo de Estado inviable.

La situación económica de la clase media española ha empeorado mucho. Hace tres o cuatro años apenas se fijaban en los precios, pero hoy muchas personas hacen la compra contando literalmente los céntimos. Cambian de producto por un solo céntimo de diferencia. Conocen los descuentos y promociones mejor que el propio comercio. Siempre están buscando la mejor opción, dos por uno, cupones descuento. Detectan pequeñas subidas y bajadas de precios. Hacen eco de las ofertas. Compran marcas blancas porque los productos de marca son más caros y la diferencia de calidad no lo justifica. Sólo cogen alguna específica si les gusta a sus hijos.

La familia media se ha vuelto radical. No se permite ninguna tontería que les pueda encarecer el carro de la compra que necesita. Tonterías las justas. Antes de ir a comprar saben lo que van a gastar, tienen un control absoluto del presupuesto (…)

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