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Los crí­ticos de UGT se movilizan para forzar una renovación total

La dimisión de Francisco Fernández Sevilla al frente de UGT Andalucía, lejos de cerrar la crisis abierta en el sindicato por la investigación de las facturas falsas, ha sacado de nuevo a la luz la brecha abierta entre la dirección regional y muchos militantes de base que piden desde hace meses una renovación de la cúpula. Ayer, mientras los secretarios provinciales, los dirigentes de las federaciones sectoriales y la comisión ejecutiva actual se reunían para empezar a sondear opciones de una candidatura oficial a suceder a Fernández Sevilla, la corriente crítica, de la que forman parte varios exdirigentes del sindicato, empezaba a maniobrar en el sentido contrario: borrar todo rastro de la cúpula que ha dirigido UGT en Andalucía los últimos 15 años.

Los críticos ya intentaron forzar una renovación profunda cuando Manuel Pastrana anunció en abril que no se presentaría a la reelección como secretario general. La formación de una una lista alternativa a la oficial que encabezó Fernández Sevilla no cuajó, pero la tormenta desatada apenas seis meses después de la elección de la nueva ejecutiva ha vuelto a dejar vacante la dirección andaluza. Y, según los críticos, la elección de una cúpula nueva que no haya estado implicada en las presuntas irregularidades de la gestión del sindicato no es ya una oportunidad de regenerar UGT sino la única opción de salvarlo.

Uno de los que se ha puesto al frente de la corriente crítica es Germán Domínguez, un veterano sindicalista que fue secretario de Formación durante tres mandatos de Pastrana. Acabó enfrentado al líder regional, intentó esta primavera organizar la lista alternativa y ahora vuelve a llamar a la renovación. “Hace falta gente nueva, que esté en contacto con la calle, con los parados, con los desahuciados”, señala. Pero además de aire fresco, la nueva dirección, según el exdirigente, tiene que atesorar otra cualidad: “Debe ser gente valiente, sin miedo a las presiones que va a recibir para que tape todo lo mal hecho por la gestión anterior”, afirma

Este exdirigente cree que debería dimitir “toda” la ejecutiva actual, pero asegura que es “pesimista”: “Es difícil que triunfe una corriente crítica”, sostiene. Asegura que cuando él lo intentó hace unos meses, recibió “muchas presiones, incluso amenazas” y que frenaron su intento desde la dirección regional. “Temían que saliera todo lo que ahora está saliendo. Se sabía que antes o después esto iba a pasar”, advierte Domínguez que se autodescarta para encabezar ninguna lista porque admite que su nombre, como el de todos los que han formado parte de las direcciones de Pastrana, está “manchado”. “Yo lo único que puedo hacer es poner mi experiencia al servicio de los compañeros que estén dispuestos a salvar la situación”, afirma el sindicalista. “Las siglas de UGT no pueden arruinarse por cinco o seis sinvergüenzas que tienen nombre y apellido”, lamenta Domínguez, que señala al “núcleo duro” de Pastrana, buena parte del cual sigue en la dirección del sindicato.

Y mientras los contrarios a la actual cúpula intentan articular una corriente crítica, el Consejo Regional de UGT analizó ayer la situación creada tras la dimisión de Fernández Sevilla y apostó por una solución “de consenso”. Fuentes presentes en la reunión señalan que por ahora se descartan nuevas dimisiones antes del 9 de enero, fecha prevista para la celebración del comité regional, máximo órgano entre congresos. Ese es, por ahora, el día marcado para elegir entre nombrar una gestora que lleve a un congreso extraordinario o renovar la confianza en la ejecutiva actual y elegir a un nuevo secretario general.

“Estamos todos de acuerdo en que son momentos delicados y no podemos fallar. Nos vamos a poner seguro de acuerdo y si hay que elegir a un candidato hay muchos posibles”, señalan estas fuentes. Entre los nombres que ya han empezado a sonar como candidato oficial para suceder a Fernández Sevilla, algunas fuentes señalan que se ha ofrecido este puesto a una mujer que no forma parte de la ejecutiva actual, pero sí de una de las direcciones provinciales.

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