El cartel de Tijuana repuntó, tras el asesinato de un juez que procesaba a 25 narcotraficantes mexicanos
Perú asó por un conflicto armado interno de casi 15 años, justo después de un régimen militar de 12 años. Por esta razón, el Ministerio del Interior y, en particular, la seguridad pública, habían estado militarizados.Al peruano promedio le molesta tanto la coima(soborno) al menudeo para evitar una multa de tránsito como las grandes denuncias de contrabando de combustible que implican a más de 300 agentes, entre ellos varios altos oficiales y el altísimo nivel de corrupción en las instituciones policiales y judiciales.Cabanillas, congresista y una de las figuras de más alto perfil en el partido de Gobierno (el Apra), no ha perdido el tiempo e inmediatamente después de que el presidente, Alan García, le tomara el juramento, el pasado jueves, anunció una «reorganización» de la policía nacional.El gran problema que afrontará Cabanillas será el de las pugnas entre los cuerpos de seguridad por cuotas de poder, una vieja rivalidad entre las tres instituciones -Guardia Civil, Guardia Republicana y Policía de Investigaciones- que fueron unificadas en 1986, en el primer mandato de García. «Ya no habrá guerra interna, habrá sólo unidad, la única guerra será contra la delincuencia y el narcotráfico», dijo la ministra.En lo que se refiere a la lucha contra los carteles del narcotráfico, y en especial el de Sinaloa -el grupo mexicano es el responsable del 80% de los envíos de droga desde Perú hacia Norteamérica-, Cabanillas ha dicho, en una entrevista con el diario La República, que reforzará los cuerpos antidrogas, el servicio secreto y el de migraciones. El sábado fue destituido el director de Instituciones Penitenciarias, Carlos Madueño, a quien se responsabiliza por la fuga de dos procesados por narcotráfico.El cartel de Tijuana repuntó, tras el asesinato de un juez que procesaba a 25 narcotraficantes mexicanos, colombianos y peruanos miembros de este cartel. En el Perú operan cinco carteles mexicanos que se llevan del país miles de toneladas de clorhidrato de cocaína.Un 55 a 60% de la droga que va a México sale de Colombia. Perú aporta del 30 al 32%, unas 70 u 80.000 toneladas de clorhidrato de cocaína, la mayor parte de la producción nacional. El resto lo provee Bolivia.El cartel de Tijuana es una de las organizaciones de narcotraficantes más importantes del mundo, luego de la desaparición de los carteles colombianos. Casi toda la marihuana, mucha de la cocaína y parte de las metanfetaminas que compran los consumidores estadounidenses es proveída por este grupo.