Entrevista de Global Viewpoint al director de la CIA

Lo que calla Panetta

El Director de la CIA revela lo que quiere revelar, y centra la atención en los problemas que ocupan ahora la atención prioritaria de la superpotencia: la amenaza nuclear iraní­, la piraterí­a en el cuerno de África o el avance de la insurgencia en Afganistán y Pakistán. En una entrevista con Nathan Gardels, director de la revista Global Viewpoint, León Panetta habla de estos temas y afirma que la prioridad de EEUU es la lucha contra el terrorismo, pero no menciona sin embargo otros retos geoestratégicos mucho más importantes y cruciales para el destino de la superpotencia.

La entrevista arranca con el eriodista inquiriéndole acerca de su reciente visita a Israel –previa a la entrevista entre Netanyahu y Obama de la semana pasada- donde el director de la CIA advirtió a las autoridades israelíes que bajo ningún concepto atacaran Irán “sin consultar antes con EEUU”. A la pregunta de si cree que el gobierno Netanyahu acatará la orden, Panetta responde afirmativa y condescendientemente con el ejecutivo de Tel Aviv: “por el bien de su seguridad, Israel tiene que colaborar con los demás”, dice.Gardels va al grano y le pregunta: “¿Cuáles son las prioridades de la CIA en la Administración Obama?”. Panetta responde con el discurso oficial: “El antiterrorismo es la principal misión de la CIA. Al Qaeda sigue constituyendo la amenaza más grave para Estados Unidos y la de nuestros aliados en el extranjero”, dice Panetta, que argumenta que la amenaza de la red terrorista se extiende no sólo a Afganistán y Pakistán –en cuya frontera está la cabeza- , sino a Irán, el norte y el este de África y la península Arábiga, y que una prueba del éxito de la estrategia norteamericana en Asia es que los terroristas buscan refugio en el cuerno de África. Somalia y Yemen, dice el jefe del espionaje, son posibles refugios seguros. Luego insiste y remarca: “el objetivo primordial de la CIA es debilitar, desmantelar y derrotar a Al Qaeda”, perseguirla “hasta cualquier escondrijo y tratar de destruirla”. Panetta advierte también sobre la “amenaza que representa Irán”, a la que acusa de ser una “fuerza desestabilizadora en Oriente Próximo”, debido a su programa nuclear, y sus injerencias en Siria, Irak y su apoyo a Hamás y Hezbolá. “Evaluar las intenciones de Irán es, por tanto, una de las prioridades”, afirma el director de la inteligencia norteamericana. El periodista se centra ahora en el doble escenario donde EEUU se juega su influencia en el tablero euroasiático: el binomio Afganistán-Pakistán, y le pregunta si es suficiente desbaratar las redes de Al Qaeda para que retorne la estabilidad a los dos países. Panetta responde según la nueva doctrina Obama: “Al Qaeda y sus aliados se alimentan de la frustración de la gente”, dice, y apunta “eso es lo que más daño nos hace”. El director de la CIA afirma que EEUU ha de ser capaz de ofrecer “educación, alimentación y seguridad personal” a los habitantes de aquellas zonas. “No podemos vencer únicamente con medios militares. Si queremos desarrollar la estabilidad a largo plazo en Pakistán o en Afganistán, tenemos que contar con la colaboración de las zonas tribales”, remarca.Antes, el periodista ha objetado un problema. “algunos escépticos aseguran que los ataques con aviones teledirigidos en las zonas tribales sólo han matado a 14 agentes de nivel medio, mientras que han acabado con la vida de más de 700 civiles. ¿No contribuye eso más a fomentar un mayor sentimiento antiestadounidense en Pakistán?”. Panetta esquiva el problema. “Le aseguro que en lo que respecta a nuestra estrategia, es muy precisa”, dice. “Las operaciones han sido muy eficaces porque han sido precisas en lo que se refiere a derribar objetivos con un mínimo de daños colaterales”. Las operaciones de la CIA son asépticas, quirúrgicas, viene a decir Panetta, y entonces lanza el balón a otro tejado: “a veces los detractores sacan víctimas de otras operaciones menos precisas, por ejemplo de ataques de aviones F-16, que se adentran en estas zonas y pueden causar daños colaterales significativos”. La CIA es limpia y precisa, el ejército es el que hace las chapuzas sangrientas…Sin embargo, llama la atención no tanto lo que dice el Director de la CIA, sino de lo que no habla. Panetta insiste en señalar al terrorismo islámico y a Irán como sus enemigos o rivales por el control de Oriente Medio y Asia Central, especialmente en Afganistán y Pakistán. Está claro que en lo que han denominado `Afpak´ la superpotencia se juega una derrota que podía significar un retroceso gigantesco en su presencia en Eurasia. ¿Pero que se juega en Eurasia, y contra quién?. ¿Es realmente el mundo islámico –liderado por una cabeza sunni o chií- la amenaza más importante del planeta para la única superpotencia?. El director de la CIA no menciona siquiera a las potencias emergentes asiáticas que en el medio o largo plazo, sí representan –por sí solas o de conjunto- un severo desafío para el hegemonismo norteamericano: la reactivada Rusia, la ascendente India y sobre todas ellas, una imparable China. Es sobre todo ésta última potencia el principal rival geoestratégico para Washington, ya que además de su fortaleza económica, su creciente poder militar y su absoluta independencia política –impermeable a la infiltración- suma ahora el ser el principal sostén financiador de la economía norteamericana. Por mucho que la CIA se empeñe en desviar nuestra atención, es China –no Al Qaeda, ni los talibanes, ni tampoco los ayatolás- la prioridad de la agencia de inteligencia y de todos los aparatos de Estado norteamericanos. ¿Y por qué tanto empeño en `Afpak´?. Un vistazo al mapa permite ver que los dos países, en especial el avispero afgano tienen una situación geográfica clave. Al sur del vientre exsoviético, al este del problemático Irán, al noroeste de la pujante India, y en la puerta trasera de las regiones más recónditas de… China.

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