SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

Lo más gordo de Caja Madrid está por salir

Veo a diario a unas docenas de pobres ancianos, mujeres y hombres, blandiendo sus carteles ante una sucursal de la antigua Caja Madrid protestando porque han sido despojados de los ahorros de toda su vida por una “inversión” en la entidad que presidia ese enorme estadista sin par llamado Miguel Blesa Parra.

Suelen estar rodeados los pobres ancianos por una seguridad impasible que ni siquiera les permite acercarse a unos diez metros de una de las sucursales señeras de la antigua y esplendorosa entidad popular sita en la Puerta del Sol. En ocasiones me he parado a conversar con ellos y se me parte el alma. Desesperados, sin dónde caerse muertos, les ven como un “peligro” cuando han sido esquilmados. Mientras tanto, Miguel Blesa disfruta de la enormidad de sus caudales acumulados en sus casoplones de aquí y de acullá, de sus monterías y alardea obscenamente de sus emails con unos y con otros.

¿Alguien se puede sorprender siquiera de que la muchachada de la coleta siga engordando? ¡Porque sigue engordando! Como bien me alecciona el sociólogo Narciso Michavila. Hablo luego con un alto cargo que lo fue durante los muchos y largos años que el amigo y protegido de Aznar estuvo al frente de la que fue la cuarta entidad financiera y de ahorro de España.

“Todavía queda mucha mierda por salir de esa etapa”, me alerta mi interlocutor. Sólo se conocen una parte de los correos electrónicos incautados y lo “que resta por conocer no son precisamente las florecillas de San Francisco…”

Intento profundizar pero el interlocutor, amén de hacerme jurar por el santo Cristo que su nombre no aparece, se muestra esquivo. “Créditos de Caja Madrid que tienen nombres y apellidos, fundaciones parapolíticas, medios de comunicación, consejeros de la propia Caja Madrid, negocios nada convencionales, viajes, francachelas, que finalmente acabó en el agujero de 21.000 millones de euros…” El escándalo aumentará.

Básicamente, sí se conoce una carta que un político –mal que le pese- remitió a otra política cuando empezaron a moverle la silla a la principal escopeta de Jaén. Pregunto seguidamente, ¿por qué no sale todo ese detritus a la luz de una puta vez?

Contesta: ¡Pregúntele usted a Goirigolzarri o al juez Andreu! Ellos deberían estar en el secreto de todo lo ocurrido. Y añade: también Rodrigo Rato, claro, aunque estuvo unos meses por allí. Concluye: Mire usted, el PP llegó al poder con el apoyo de esos pobres ancianos esquilmados en sus ahorros pero quien realmente se aprovechó de ese poder lo sabe ya todo el mundo.

¿Todo el mundo? Ninguno de ellos está en la cárcel. ¿Se extrañan, por tanto, de que Podemos dentro de poco PUEDA más?

Lo que me sorprende es que no salga todo el detritus a la luz de una ver todas. ¿Qué tienen que esconder?

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