Liz Taylor, la última reina de Hollywood

Un conocido crí­tico de cine decí­a: Cuando Liz Taylor tose, la Fox coge una pulmoní­a. Porque Liz Taylor era la última reina de Hollywood cuando la Meca del cine empezó a apagarse.

Solo Liz Taylor odía interpretar a Cleopatra, la última Reina de Egipto, en la colosal superproducción que resultó una verdadera ruina para la Fox. La aristocrática Liz Taylor se convirtió en la actriz mejor pagada del mundo con ese papel. Reinó en Hollywood durante los 50 y principios de los 60. Mimada por la crítica y el público, el productor Walter Wagner rechazó a actrices como Kim Novak, Marilyn o Sofía Loren para el papel de Cleopatra. Sólo el famoso y tormentoso matrimonio Liz Taylor y Richard Burton podían interpretar a Marco Antonio y Cleopatra y salvar una película que a pesar de la dirección de Mankiewicz a punto estuvo de hundir a la Fox. Porque Liz Taylor era la última reina de Hollywood cuando la Meca del cine empezó a apagarse tras la caza de brujas.Su vida personal llena de excesos era un guion extraordinario. Adicta a los diamantes, sus matrimonios y divorcios, sus excesos y adicciones, su salud de cristal la convirtieron en la más buscada por los paparazzi. Retratada por Andy Warhol y princesa de Hollywood antes de que Grace Kelly se convirtiese en princesa de Mónaco.Dirigida por los mejores, estrella infantil de la Metro, protagonista de las populares historias de la perrita Lassie o la pequeña Amy de ‘Mujercitas’. Con sólo diecinueve años interpretó su primer papel verdaderamente importante en “Un lugar en el sol” adaptación de “Una tragedia americana” junto a Montgomery Clift, del que se enamoró irremediablemente, tras numerosos papeles menores con la Metro. De niña a mujer en memorables personajes como Leslie Benedict en “Gigante” o en los ardientes y sensuales personajes de Tennessee Willians como Maggie, personaje apasionado e intrigante en “La gata sobre el tejado de zinc” junto a Paul Newman. Con la pluma de Tenessee Willians y su talento hizo sus mejores películas. Reina del melodrama, nominada cinco veces al Oscar, obtuvo la estatuilla por “De repente… el último verano” dirigida otra vez por Mankiewinz, extraordinario director de actores, película censurada en España. “Castillos en la arena” era su película favorita; ¿Quién teme a Virginia Woolf? para muchos su mejor papel.