Las encuestas dejan al PP en tercer lugar

El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) ha hecho público su barómetro para el mes de octubre. Si las elecciones fueran ahora mismo, según el CIS, el PSOE sería la fuerza más votada con un 31,6%, aumentando su ventaja con respecto a los datos de septiembre. Pero el dato más significativo es el ‘sorpasso’ de Ciudadanos (21%) al Partido Popular, que quedaría en tercera posición con un 18%. Podemos y sus confluencias se recuperarían ligeramente, subiendo al 17,3%.

La encuesta es fruto de 3.000 entrevistas presenciales llevadas a cabo a principios de octubre, al calor de polémicas como la tesis de Sánchez, la dimisión de Carmen Montón como ministra de Sanidad o el aniversario del 1-O y el ultimátum de Torra. Pero todo eso no parece haber hecho demasiada mella en el PSOE, que si en septiembre sacaba un 30,5% de intención de voto, ahora aumenta en más de un punto esa ventaja. La brecha que le separa de sus rivales es de más de 10 puntos.

La formación naranja tiene razones para el optimismo. Con el 21% suben casi un punto y medio respecto al barómetro del mes pasado, que les daba una intención del 19,6%. Aunque lejos de aquella encuesta de antes de la moción de censura que les llegó a colocar como la primera fuerza en intención de voto, haberse situado -según esta encuesta- en segunda posición como principal partido de la oposición es un codiciado premio. Ciudadanos ha aumentado más de un 60% en su intención de voto, restando votos principalmente al PP.

Unidos Podemos y sus confluencias también consolidan cierta tendencia al alza. En julio tenian un 15,6%, en septiembre un 16,1% y ahora llegan al 17,3%. Y se ven como la opción clave de la gobernabilidad del PSOE: la suma de socialistas y morados da una estimación de voto del 48,9% frente al 39,2% del PP y C´s.

El gran perdedor de esta encuesta es el PP de Pablo Casado. Si es que en algún momento existió algún efecto demoscópico favorable por la renovación de su liderazgo, éste ha durado poco. Los populares y su líder son señalados como los principales responsables de la «crispación política» (los encuestados los ponen por delante de Torra o Puigdemont como causa de este problema), y su escoramiento a posiciones cada vez más broncas y reaccionarias -en busca, según dicen, de los votos que pierden por la ultraderecha- les está dando un pobre resultado. De ser certeros estos datos, los populares habrían perdido casi la mitad de su intención de voto, al pasar del 33% de junio de hace dos años al actual 18,2%.

Según la estimación del CIS, la quinta fuerza política en España es ERC, con un 4,3% -dos décimas más- seguido de los animalistas de PACMA, con un 1,6%, mientras que Vox baja una décima desde el sondeo anterior (el primero que lo incluyó), hasta el 1,3%.

Menos que los animalistas sacaría el PdeCAT (1,4%, en caída libre), el PNV (1%) o Bildu (0,8%), aunque obtendrían escaños por efecto de la ley electoral.

CIS: ¿con cocina o crudo?

El barómetro del CIS ha sido duramente cuestionado por populares y Ciudadanos. Primero, por los vínculos del director del organismo público, José Félix Tezanos, con el PSOE (fue secretario de Estudios y Programas de los socialistas). Pero sobre todo por el nuevo método que utiliza el CIS para calcular la estimación de voto.

Además de efectuar su «barómetro» de forma mensual y no trimestral como hasta ahora, el CIS ha eliminado la «cocina» de los datos obtenidos y trasladan los resultados mediante una sencilla regla de tres con los datos de intención directa de voto más simpatía, sin modificar apenas lo que contestan los consultados.

Así, aunque las encuestas dan al PSOE como claramente primera en intención de voto (eso es un hecho), otras preguntas indican un menor entusiasmo de los ciudadanos hacia el gobierno y la situación política. Un 73,4% de los españoles sigue considerándola mala o muy mala, frente al 20,1% de «regular» o al 3,7% de «buena o muy buena».

Y preguntados por la valoración de los líderes políticos, todos suspenden. Pedro Sánchez es el más valorado con un 4,11 (el 72,5% de los españoles tiene poca o ninguna confianza en el presidente), pero mucho peor es la valoración de Casado: ocho de cada diez españoles no confían nada en él.