El caso Leire y las cloacas

¿Las cloacas?… ¿o el Estado?

Con el caso 'Leire' nos hablan de la actuación de "las cloacas del Estado. Pero no es posible desligar la actual tormenta de escándalos que zarandean al PSOE... de las contradicciones que éste tiene con lo centros de poder del hegemonismo norteamericano, y de la oligarquía española. Es decir, de los dueños del mismo Estado.

El nuevo ‘caso fontanera’ ha vuelto a poner de manifiesto dos evidencias. Una, que el Partido Popular ha visto en este escándalo una nueva oportunidad para redoblar la estrategia de acoso y derribo al gobierno por cualquier medio. Y otra, que las cloacas del Estado no solo existen sino que siempre han existido y no han dejado de operar en medio siglo de democracia.

Bajo gobiernos tanto del PSOE como del PP, diferentes sectores del Estado han operado las llamadas ‘cloacas del Estado’ desatando campañas de todo tipo y “guerra sucia” contra fuerzas políticas, sindicales o personas vinculadas con la política, la economía o la actividad social que chocaran con los intereses de los auténticos dueños del Estado actual, los centros de poder de la clase dominante española (la oligarquía financiera) y los centros de poder del hegemonismo norteamericano.

No son “las cloacas” y sus personajes las que mueven y sacuden el tablero político y social del país, sino el Estado de una clase el que activa las cloacas en función de sus intereses como clase o imperialismo dominante.

Y no es que en la mayoría de los casos no haya una base real de corrupción económica o intervención política, aunque en la “guerra sucia” de las cloacas todo vale y también se fabrican noticias y casos mediante los bulos, las ‘fake news’ o el ‘lawfare’ (el uso de procedimientos judiciales como parte de una campaña de persecución política, desacreditación o destrucción de la imagen pública).

Basta rastrear el medio siglo de democracia en España para encontrar su actuación. Ejemplos como las campañas contra Felipe González por su implicación en el terrorismo de Estado a través de los GAL y casos de corrupción por la financiación ilegal del PSOE (‘caso Filesa’). Las más de 30 causas por corrupción abiertas contra el PP (Gürtel, ‘caso Bárcenas” por la ‘Caja b’ del PP nacional, o el ‘Caso Kitchen’…). En ambos casos campañas que llevaron a la pérdida del gobierno.

Y ahora la etapa abierta con los casos que salpican al PSOE, desde el ‘caso Ábalos-Koldo’ a las imputaciones de Begoña Gómez, la mujer del presidente Sánchez, y de su hermano, por presuntos delitos de corrupción, y el actual ‘caso fontanera’, con la exmilitante socialista Leire Díez como protagonista estrella.

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Hundir al gobierno de coalición

Ese es el objetivo de la intensa e implacable campaña desatada contra el gobierno en los dos últimos años.

No es posible desligar la actual tormenta mediática de la derecha y la campaña “Mafia o democracia” a barra libre desatada por el PP (boicoteando de hecho la Conferencia de Presidentes y convocando la octava manifestación contra el gobierno en Madrid) de los centros de poder del hegemonismo norteamericano y Trump y de la oligarquía española y sus intereses. Y tampoco de sus diferencias y contradicciones con el gobierno de coalición que se han ido agudizando desde las elecciones generales de 2023, insuficientemente ganadas por el PP para gobernar, ni siquiera con Vox.

Aspecto de la Plaza de España durante la concentración «Mafia o Democracia» convocada por el PP contra el gobierno el domingo 8 de junio de 2025. Delegación de gobierno cifra la asistencia en 50.000 personas

Pedro Sánchez encabeza un gobierno de coalición bajo una fuerte influencia de las demandas y reivindicaciones del viento popular y patriótico que se manifiestan fundamentalmente en tres frentes.

– La política de denuncia de la intervención genocida de Israel en Gaza apoyada por Estados Unidos, encabezando el denuncia en Europa uniendo cada vez más a países europeos en la posición defendida por España. También su desacuerdo con la posición de Trump en relación a Rusia y el apoyo a Ucrania. Este es el aspecto principal a pesar de las inconsecuentes compras de armas israelíes.

– Las resistencias a la imposición imperial del 5% del PIB en gastos militares que exige Trump. Y que aún está por dirimirse en la cumbre de la OTAN este 24 de junio.

– Y las políticas de avance en derechos sociales y laborales (revalorización de las pensiones, subida del Salario Mínimo, reducción de jornada laboral, ayudas sociales…) o la imposición de impuestos especiales a energéticas y bancos… que se chocan con los intereses de una oligarquía y capital extranjero que quieren más desregulación del mercado al estilo Trump, y menos impuestos especiales como pedía la presidenta del Santander, Ana Botín. Aunque con importantes déficits, como no atajar el saqueo de bancos y monopolios y el aumento de la desigualdad entre quienes acumulan beneficios cada vez más escandalosos a costa de la mayoría social, por falta de políticas redistributivas de la riqueza.

Cercar, debilitar y reducir al máximo la influencia del viento popular en el gobierno, para rebajar las resistencias a las políticas que buscan el hegemonismo y la oligarquía es el objetivo que se persigue y se activan todos los instrumentos y cloacas de Estado para conseguirlo. Incluso preparando una alternativa nueva de gobierno, con o sin el PSOE.

Apoyar las posiciones del gobierno que sirven a los intereses generales y a satisfacer las necesidades y demandas populares en estos tres frentes, no puede significar de ninguna manera ser condescendientes con la corrupción política venga de donde venga.

La respuesta del PSOE al ‘caso fontanera’, dejando entrever que sería hasta cierto punto justificable la búsqueda de informaciones que desacrediten a los jefes de la UCO y fiscales que están al frente de las investigaciones judiciales relacionadas con el gobierno, mediante intrigas con empresarios encausados por fraudes en la Audiencia Nacional, no es aceptable. No hay “cloacas buenas” y “cloacas malas” según convenga.

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Crónica de una falsificación

En medio del estallido del ‘caso fontanera’, hemos conocido otra noticia relacionada con las cloacas del Estado y la falsificación de noticias. El ex número dos de Interior con Rajoy admite que la “cuenta de Granadinas” contra Pablo Iglesias era falsa.

Según un audio difundido por el diario El País, Francisco Martínez, exsecretario de Estado de Seguridad con el gobierno de Rajoy, atribuye al comisario Eugenio del Pino la difusión en 2016 de una información falsa sobre una cuenta de Pablo Iglesias en un paraíso fiscal, con 272.325 dólares, pagados supuestamente por Maduro.

Francisco Martínez, imputado en varias causas relacionadas con la llamada “policía patriótica” y la guerra sucia contra Podemos, admitió al empresario Javier Pérez Dolset, compañero de investigaciones de Leire Díez, que la cuenta en el paraíso fiscal de Granadinas era una falsificación. En la grabación de El País, Martínez afirma que “lo de Granadinas sabíamos que era mentira”.

Martínez en la grabación de El País: “lo de Granadinas sabíamos que era mentira”.

Según la información de El País, Martínez habría hecho esta confesión como una vía para colaborar con la justicia ante su inminente juicio por las actuaciones de la brigada de la “policía patriótica” en el ‘caso Bárcenas”, el tesorero del PP. Bajo el gobierno del PP y Rajoy comenzó a actuar la llamada “policía patriótica” con fines políticos, que desarrolló la guerra sucia contra Podemos en el momento de su ascenso político.

La información falsa fue filtrada por el entonces director adjunto de la policía, Eugenio del Pino, a varios medios y publicada por el digital OkDiario en mayo de 2016. La falsedad del documento fue acreditada por la entidad Euro Pacific Bank.

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