Música

Laboratorio de blues

El genio creativo del directo, Jonh Mayall, sigue pasando más de cien dí­as al año de gira… y tiene 77 años. Cuenta que solo toca cuando está de gira y que cuando regresa a casa, guitarra y teclado descansan con él. Hasta el próximo dí­a 21 girará por España repartiendo dolor y rabia… mucho blues.

A esta bestia del blues se le conoce or ser un extraordinario camaleón y un descubridor de talentos. Enormes figuras de la música empezaron cogidos de la mano de Mayall y saltando después a la carrera en solitario. Pero de lo que no suele hablarse es de por qué. Con dos formaciones ya a sus espaldas y a principios de los 60, Mayall funda “The Bluesbreakers”, el primer grupo con el que escribió la historia del blues. El primer bluesman blanco de la historia conocida que se monta en el caballo del Chicago sound, ofreciendo un espectáculo coral de brutal creatividad, que sufrió un proceso de transformación inusitado con la llegada de la movida hippie. Entonces Mayall apuesta por lo acústico, sin batería, acariciando guitarra y acompañado de la característica flauta travesera. Pese a cantar entre flores y símbolos de paz zen, Mayall nunca abandona el blues más eléctrico ofreciendo un resultado a veces hipnótico, mucho más allá de los sonidos más ñoños de aquel periodo. Fue en la segunda mitad de los años 70 cuando gesta el directo más espectacular, fusionando el jazz con el blues, formando una auténtica big band, y atreviéndose incluso a ligar con el country y el funky de la época. Sus escarceos con la música disco y con sonidos más superficiales son realmente insignificantes, e incluso en ellos se encuentra al mejor Mayall, siempre en directo, claro. A partir de los años ochenta Mayall vuelve al blues que ya no abandona hasta hoy en día. Pese a no ser un músico de producción explosiva, más se ha debido a su pasión por una música más selecta que por otra cosa. Con más de cincuenta discos en su haber, Mayall es un científico del blues, pero un científico loco, claro. Así que entrar en uno de los mejores laboratorios de blues del mundo debe ser algo así como vivir en la Residencia de Estudiantes, compartiendo aula con Lorca, Dalí y Buñuel. No es que Mayall haya descubierto talentos, es que el que se ha acercado a él ha mamado lo mejor de la música.Después, Mayall siempre ha sido coral. Le ha importado la música, no su música.El padre del blues blanco, llega con la misma formación que mantiene, bajo el eterno nombre de Bluesbreakers, desde hace quince años: Buddy Whittington en guitarra, Hank Van Sickle en bajo y Joe Yuele en batería. ¿La mejor? Así parece: “Llevamos juntos muchos años y me parece que es la mejor banda que he tenido, nos llevamos bien…”

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