La vida te da sorpresas

Efectivamente, sorpresas te da la vida. Estos días, la vida política, la vida política catalana. Primero hablemos de dos sorpresas, inesperadas e insólitas, aunque menores, sucedidas en la sesión de investidura de Artur Mas. En primer lugar, el líder del PSC Pere Navarro manifestó que se abstendría en cualquiera de las votaciones relativas al proceso de independencia que ha iniciado el nuevo Govern. Me dicen que tal posición produjo en la Cámara una estupefacción general. El PSC es un partido cada vez más original pero quizás nunca hasta tal límite. Uno puede adoptar una posición u otra, equivocarse o no, esto a veces depende del punto de vista. Pero sobre la cuestión más debatida del momento anticipar que se lavará las manos sin conocer todavía en detalle el rumbo de los acontecimientos merece figurar en la antología del disparate. En septiembre escribí en estas páginas, a propósito de unas declaraciones de los diputados Bustos y Geli, que votar al PSC era votar a Poncio Pilato. Entonces lo hice en tono irónico, hoy lo repito pero totalmente en serio.La otra sorpresa de tono menor fueron las declaraciones del diputado portavoz de la CUP referentes a que durante el franquismo existía en España un Estado de derecho. ¡Caramba! Y nosotros sin enterarnos. Esta si que es una aportación importante a la memoria histórica. Con todo, no es una novedad. Recuerdo que el Ministerio de Información y Turismo, al frente del cual estaba Fraga Iribarne, publicó un libro en 1964 -al cumplirse los «25 años de paz» que el montserratino abad Escarré denominó por aquel entonces en Le Monde «25 años de Victoria»- defendiendo la misma tesis. Las protestas en el mundo fueron muchas y tuvo una especial importancia el libro de réplica que publicó la Asociación Internacional de Juristas. La CUP no reescribe la historia, sino que la copia.Por último, una pincelada sobre la sorpresa auténticamente relevante, ya conocida días antes. El pobre Artur Mas, un liberal convicto y confeso, defendiendo el programa socialdemócrata de ERC. Ya veremos si se aplica o no. Algunos dicen que la nueva Esquerra de Oriol Junqueras, al contrario de la de Carod, Puigcercós y Ridao, sólo tiene de socialdemócrata la fachada, pero que en realidad es únicamente independentista, al modo de Estat Català durante la República. Sea lo que sea, ha sido patético leer las cláusulas económicas y sociales del pacto firmado por Mas, todas ellas contrarias a su manera de pensar. Disolvió el Parlament para obtener la mayoría absoluta y apenas alcanza la mayoría relativa. La vida nos da sorpresas, a veces sorpresas amargas nos da la vida.