La venta de armas a Taiwán enví­a un mensaje a Pekí­n

«Durante el pasado año, China ha adoptado una posición cada vez más fuerte hacia Estados Unidos, reprendiendo a funcionarios estadounidenses por la crisis económica mundial, orquestando la visita del Presidente Obama a China en noviembre, negándose a respaldar una posición más firme en el acuerdo sobre el cambio climático en Copenhague y volviéndose rápidamente en contra de las exigencias estadounidenses para endurecer las nuevas sanciones del Consejo de Seguridad contra Irán».

Mientras funcionarios de la administración lanzaban una misma valoración ública, advirtiendo que Beijing no iba a utilizar este último altercado para dañar las relaciones en general, algunos funcionarios de la administración sugirieron en privado, que el momento de la venta de armas y el lenguaje más duro contra Irán fue calculado para enviar un mensaje a Beijing desmintiendo la hipótesis de que el presidente Obama sería condescendiente con China por motivos de seguridad y los acuerdos existentes. (THE NEW YORK TIMES) KOMMERSANT.- La oposición kazaja acusó al Gobierno de "chinizar" Kazajstán durante un mitin celebrado en la antigua capital, Almaty. La protesta fue una reacción al anuncio, hecho por el presidente kazajo Nursultán Nazarbáyev en diciembre pasado, de que China planea arrendar en Kazajstán un millón de hectáreas para el cultivo de soya, colza y maíz. EEUU. The New York Times La venta de armas a Taiwán envía un mensaje a Pekín Helene Cooper Durante el pasado año, China ha adoptado una posición cada vez más fuerte hacia Estados Unidos, reprendiendo a funcionarios estadounidenses por la crisis económica mundial, orquestando la visita del Presidente Obama a China en noviembre, negándose a respaldar una posición más firme en el acuerdo sobre el cambio climático en Copenhague y volviéndose rápidamente en contra de las exigencias estadounidenses para endurecer las nuevas sanciones del Consejo de Seguridad contra Irán. Ahora, la administración Obama ha comenzado a hacer el viaje de regreso. Al anunciar el paquete de venta de armas a Taiwán por 6 mil millones de dólares el viernes, Estados Unidos dirigió un golpe directo al corazón de la cuestión diplomática más sensible entre los dos países desde que Estados Unidos afirmó el principio de "una sola China" en 1972. El paquete de armas ha sido doblemente indignante para Beijing al llegar inmediatamente después de que la administración Bush anunció un paquete similar de venta de armas a Taiwán en 2008, y entrometiéndose en cierta medida de forma directa en las tensiones en las relaciones entre Beijing y Taipei. La reacción inmediata, y furiosa, de China –cancelación de algunos intercambios militares y anuncio de sanciones punitivas contra empresas estadounidenses– demuestra, dicen los expertos en China, que Beijing se siente un poco escocido, sobre todo porque el anuncio de la venta de las armas a Taiwán llegó el mismo día en que la Secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton reprendió públicamente a China por no tomar una posición más fuerte en las sanciones a Irán por su programa nuclear. Mientras funcionarios de la administración lanzaban una misma valoración pública, advirtiendo que Beijing no iba a utilizar este último altercado para dañar las relaciones en general, algunos funcionarios de la administración sugirieron en privado, que el momento de la venta de armas y el lenguaje más duro contra Irán fue calculado para enviar un mensaje a Beijing desmintiendo la hipótesis de que el presidente Obama sería condescendiente con China por motivos de seguridad y los acuerdos existentes. "Esta ha sido una medida para no dejar ningún malentendido de que vamos a actuar de acuerdo con nuestros propios intereses de seguridad nacional", dijo un funcionario de alto rango. Un funcionario de segundo nivel de la administración Obama, hablando también anónimamente debido a lo delicado de la cuestión, dijo tajante: "A diferencia de la anterior administración, no vamos esperar hasta el final de nuestra administración para seguir adelante con la venta de armas a Taiwán. Lo hemos hecho a tiempo." Pero todavía hay grandes dudas sobre si la administración Obama está redirigiendo su política hacia China, y si la dureza de las nuevas señales apuntan en una dirección fundamentalmente nueva y darán más resultados de lo que lo hizo el enfoque suave del año pasado. Más allá de las guerras en Afganistán e Irak, la gestión de la relación de Estados Unidos con China es uno de los mayores desafíos de Obama en política exterior. Gracias a su liquidez, la economía china está creciendo con fuerza, y China se ha convertido en uno de los mayores prestamistas extranjeros a los Estados Unidos. China también es un socio comercial cada vez más crítico de América y un rival mundial en influencia y poder económico. "La opinión del Presidente es que, obviamente, tenemos que tener una relación lo suficientemente madura con China, en la que podamos ser sinceros y firmes en lo que no estamos de acuerdo y cooperar con fuerza cuando estemos de acuerdo", dijo un funcionario de alto rango. Insistió en que el calendario del paquete de armas y las duras palabras de Clinton "no estaban diseñados para enviar un mensaje gratuito a China, sino para demostrar la firmeza de nuestra posición". China tiene una larga historia mantener comienzos difíciles con las administraciones norteamericanas. El presidente Bill Clinton se alejó de Beijing con palabras duras sobre los derechos humanos, incluso llegó a firmar una orden ejecutiva por la que la renovación de hecho de los privilegios comerciales de China dependían de los avances en los derechos humanos. Pero el señor Clinton se retractó en 1994, diciendo que Estados Unidos y China avanzarían más rápido en cuestiones de interés mutuo en el caso de que Beijing no fuera aislado. Del mismo modo, los primeros tratos del presidente George W. Bush con los chinos también fueron ásperos, incluyendo el esfuerzo para recuperar los aviadores estadounidenses cuyo avión espía fue obligado a aterrizar en la costa de China. "La administración de Obama ha hecho exactamente lo contrario", dice Steven Clemons, director de programas de política exterior en la New America Foundation. "Necesitaban a China en cuestiones económicas, el cambio climático, Irán, Corea del Norte. Llegaron, pues, con el deseo de ejecutar una danza encantadora ante China, pero no funcionó." Por contra, China lo rechazó duramente, incluso en la reunión cumbre de cambio climático de Copenhague en diciembre, cuando Pekín se opuso a las exigencias estadounidenses y europeas de que China se sometiera a un sistema internacional de vigilancia de los objetivos de emisiones. por dos veces, el primer ministro chino, Wen Jiabao, envió un subalterno para que lo representara en las reuniones con el Sr. Obama, en lo que medios diplomáticos dijeron que era un desaire intencional. Obama tuvo que perseguir más tarde al Sr. Wen, y lo encontró sorprendentemente en la puerta de una sala de conferencias donde el Sr. Wen Jiabao se reunía con los líderes de Sudáfrica, Brasil y la India. Estados Unidos y China llegaron finalmente a un acuerdo sobre el seguimiento, pero el incidente dejó un mal sabor en la boca de muchos funcionarios de la administración Obama, quienes creen que China ha optado deliberadamente por restar importancia a Obama, por lo que están decididos a recuperar y reafirmar la autoridad estadounidense. "Los chinos, dijo James J. Shinn, quien fue subsecretario de Defensa para Asia durante la administración Bush, parecen tener ahora un sentimiento palpable de mayor confianza que hace dos años de que están en el asiento del conductor en toda una amplia gama de cuestiones ". Para Obama, la venta de armas a Taiwán, que China considera una provincia separatista, puede ser sólo el primero de muchos asuntos de este año en que va a chocar con Beijing. Algunos expertos en política exterior, dicen que el gobierno parece decidido a meter mano en las cuestiones de soberanía que han sido durante mucho tiempo el talón de Aquiles de China. La señora Clinton señaló el viernes que el Sr. Obama pronto se reunirá con el líder espiritual tibetano, el Dalai Lama, una reunión que funcionarios de la Casa Blanca aplazaron el pasado verano para evitar el enojo de Beijing antes del viaje de Obama China. China considera al Dalai Lama como un defensor de la independencia tibetana. "China se siente muy confiada estos días, pero la única cosa en la que los chinos pierden constantemente los papeles es sobre las cuestiones de soberanía", dijo Clemons de la New America Foundation. "Así que cualquier cosa relacionada con Taiwán o el Tíbet lo conseguirá." Sumado a esto, la defensa de la libertad en Internet que la administración ha levantado recientemente, ha sido otra fuente de tensión pública con Beijing. El gobierno chino está envuelto en una pelea con Google sobre las quejas de la empresa acerca de la censura en Internet y los ataques de hackers que dice se originó en China. Pero las posiciones más duras de América no cambian el hecho de que Obama necesita la cooperación de China en una serie de cuestiones. Más allá de sus esfuerzos para frenar las ambiciones nucleares de Irán, el Presidente también está trabajando con Beijing sobre las ambiciones similares de Corea del Norte. Y el Sr. Obama anunció en su estado de la Unión la semana pasada que tenía previsto duplicar las exportaciones de Estados Unidos en los próximos cinco años, un objetivo ambicioso que no puede cumplirse a menos que de alguna manera persuada a China para que permita apreciar su moneda, de modo que los productos fabricados por los chinos sean más costosos en Estados Unidos y los productos estadounidenses sean más accesibles en China. THE NEW YORK TIMES. 31-1-2010 Rusia. Kommersant La oposición acusa al gobierno de la “chinización” de Kazajstán La oposición kazaja acusó al Gobierno de "chinizar" Kazajstán durante un mitin celebrado en la antigua capital, Almaty. La protesta fue una reacción al anuncio, hecho por el presidente kazajo Nursultán Nazarbáyev en diciembre pasado, de que China planea arrendar en Kazajstán un millón de hectáreas para el cultivo de soya, colza y maíz. Un activista opositor recordó que "todo Kazajstán tiene tantos habitantes como un centro regional en China" y calificó el plan de "amenaza que emana del Gobierno propio", pues "se vende gustosamente". Kazajstán es el noveno país del mundo en cuanto a la superficie, que alcanza 2.724.900 kilómetros cuadrados, pero sólo el 61º por el número de habitantes (15,9 millones). La densidad de población es de seis personas por kilómetro cuadrado. Yarmaján Tuyakbay, copresidente del partido socialdemócrata Azat, manifestó que China controla a día de hoy un 40% de la producción kazaja del petróleo y ya procedió a "una expansión reptante en materia territorial", lo que "tendrá a la larga fuertes repercusiones en la independencia" de Kazajstán. "Es importante que tengamos relaciones de buena vecindad con China pero no a expensas de intereses nacionales", subrayó. En abril pasado, Pekín otorgó a Astaná un crédito a largo plazo por valor de 10 mil millones de dólares. La corporación china CNPC recibió a cambio la mitad de Mangistaumunaigaz, compañía que controla un 33% del mercado minorista kazajo de derivados del petróleo. La prensa kazaja señala que el gigante metalúrgico chino MCC planea adquirir un jugoso paquete en Kazajmys, una de las principales proveedoras mundiales del cobre. Esta empresa obtuvo del Banco Chino del Desarrollo un empréstito de 2,7 mil millones de dólares para el desarrollo de yacimientos y capacidades industriales orientadas al mercado chino. El pasado año se completó la construcción de un oleoducto entre ambos países y se puso en marcha una tubería del gas. Como resultado, China saltó del noveno al primer lugar entre los países que realizan inversiones en Kazajstán. KOMMERSANT. 1-2-2010

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