Kosta Isichos (Syriza)

«La unidad ya no es un sueño»

Kosta Isichos fue secretario general del sindicato de la aviación civil griego, es miembro de Synaspimos, uno de los partidos que componen Syriza, y portavoz del departamento de polí­tica exterior de la coalición.

A dos meses de las elecciones, ¿cómo valoran la correlación de fuerzas resultante?Fue una victoria contundente de las fuerzas anti-troika y antineoliberales de la sociedad griega, y el impacto social, mediático y político es tremendo. Todavía no hemos visto las verdaderas repercusiones, que serán muy positivas para la izquierda a nivel social y político, en España, Italia, Portugal, Irlanda…Se abre una nueva fase histórica para la izquierda griega, una izquierda del siglo XXI, que tiene memoria histórica pero es muy consciente de los complejos problemas de las sociedades europeas y de su nueva responsabilidad histórica en sacar a nuestro pueblo de la situación en la que se encuentra.¿Creen que el actual gobierno aguantará las tensiones o es previsible que la presión popular obligue a no poder agotar la legislatura?El gobierno lleva cuatro semanas en el poder y ya se han retirado dos ministros. Ya hay diferencias entre las organizaciones que gobiernan, a nivel táctico, en lo que debe hacer el gobierno. Hablaron de la renegociación de las condiciones impuestas por la troika, pero ahora esta palabra ha desaparecido de su lenguaje político, solo hablan de un alargamiento de los plazos del pago de la deuda, que podría ser un año o dos.A nivel práctico ya están intentando implementar leyes que tienen que ver con las privatizaciones del agua, de la electricidad, de la tierra publica, de la riqueza mineral del país, cosas inaceptables para nosotros y para el pueblo. Con un mes de gobierno ya sabemos que las contradicciones se van a agrandar y los problemas van a ser muy graves. Parece que no va a poder salir positivamente de ellos.¿Entra dentro de sus objetivos trabajar por un Frente Amplio de Unidad que una al 90% de la sociedad contra los planes de Washington y Berlín?Sí. Cuando comenzamos con este sueño de la unidad de las fuerzas de izquierdas y democráticas en la base de la sociedad griega, hace ocho años, siempre teníamos como objetivo estratégico unir a las fuerzas antineoliberales y anticapitalistas, fuerzas que tenemos la responsabilidad de no estar cerrados en nuestro pequeño mundo y de unir, como una avalancha, sus perspectivas programáticas, para ampliar la posibilidad de gobernabilidad de la izquierda, aliviar la crisis, y finalmente acabar con ella, generando alternativas para nuestra sociedad y a nivel europeo.«En cuatro semanas ya se han retirado dos ministros»Esto ya no es un sueño, es algo práctico que se está convirtiendo en un gran movimiento político de fuerzas sociales, de militantes que nunca perdieron su fe en cambiar la sociedad, no solo del PASOK, también del KKE (Partido Comunista de Grecia), que da esperanzas para poder cambiar el futuro del pueblo griego.En los hechos, el 60% de los votos han sido contra los recortes y la política de Washington y Berlín. ¿Como se plantean avanzar en la formación de un Frente Amplio?Vamos a seguir en el camino de ampliar la unidad sobre problemas concretos, en los barrios con extrema pobreza, donde existe desempleo del 50 y hasta del 60%, donde los niños cuando van a la escuela, como no han desayunado, se desmayan. En esos barrios, los sindicatos de maestros, asociaciones de desempleados, las fuerzas de izquierdas tienen que encontrar caminos de colaboración y solidaridad con esta gente, que es más de un tercio de la nación. Cuando se consigue este trabajo en común para aliviar el sufrimiento de la gente, se puede construir la unidad. Si esperamos que se haga desde arriba, solo desde los partidos de izquierdas y demócratas, esperaremos por mucho tiempo.La velocidad de la unidad tiene que ser como la velocidad de la luz, rápida y efectiva. Por eso pensamos que podemos solucionar estos problemas para construir pragmáticamente otra sociedad y experimentar desde abajo para poder gobernar mañana. Ha planteado que se miran en el espejo de Argentina y Ecuador… ¿se consideran ustedes parte de el movimiento que se está dando en todo el mundo, con diferentes colores, que se opone a los dictados del FMI?Por supuesto. Syriza es parte de la izquierda mundial. La izquierda es como un arco iris, y como él representa la esperanza después de la lluvia y la tormenta. Como estuvimos representando a Syriza en el Foro de Sao Paulo en Caracas, pudimos hablar con cientos de organizaciones, revolucionarias, indígenas, transformadoras, sociales y gubernamentales. La crisis en Europa no está cerrada en ella, es global. Por eso la izquierda tiene que mantener viva su utopía y sus sueño, y al mismo tiempo construir un nuevo mundo diariamente. Por eso la izquierda debe colaborar y construir caminos en común para enseñar el mundo que queremos, de justicia social, de paz, con equilibrio ecológico, y donde frente a los nuevos imperialismos del siglo XXI, como los que vivimos en nuestra esquina del mediterráneo, la izquierda esté presente en cada trinchera, contra el neoliberalismo al que tenemos que combatir y vencer.¿Podríamos decir que la defensa de la soberanía nacional es la clave de bóveda del proceso?Sí, pero la soberanía nacional debe estar conectada con la soberanía de los trabajadores, con el respeto que se merecen en su vida diaria, con trabajo total, convenios dignos y leyes que les aseguren una vida digna y normal para ellos y el futuro de sus hijos. La soberanía nacional que tiene que ver con los trabajadores frente al gran capital tiene sentido, una soberanía nacional sin contenido clasista es como hablar de un vaso vacío.Por eso creemos que en este contexto, en el que hay que reconstruir la UE en base a los derechos sociales, también hay que reconstruir la democracia que fue creada en Grecia hace 2500 años, pero no solo en Grecia, por toda Europa. El primer paso se dio en la plaza de los indignados en Madrid, Barcelona, el resto de ciudades españolas y también las griegas. En estas plazas renace la esperanza para todos los pueblos de Europa.«Si esperamos que la unidad se haga desde arriba, esperaremos mucho tiempo»¿Está España y su tradición revolucionaria muy presente en el movimiento revolucionario y social griego?En las manifestaciones griegas se ha visto el “No pasarán” y la bandera republicana española. Así que en nuestras plazas seguiremos con las banderas españolas, argentinas, chilenas, brasileñas, portuguesas, irlandesas… los jóvenes deben reinventar el mundo desde las plazas, pero preservar la memoria histórica de sus padres y de sus abuelos.Nuestros movimientos de indignados tienen que crear una cadena muy fuerte entre los movimientos sociales, especialmente en el sur de Europa, Debe ser una cadena que no se rompa, de resistencia y alternativas para nuestro pueblo. Esperemos que en el futuro inmediato los jóvenes españoles, griegos, italianos, portugueses… caminen juntos desde un punto del mediterráneo a otro, desde Gibraltar hasta Estambúl, para poder construir los sueños del siglo XXI, el socialismo en un contexto democrático donde nuestros pueblos puedan vivir en dignidad.En 3 años han pasado del 4% al 27%, y todos los pueblos europeos observan a Syriza para aprender de cómo articular un proceso de unidad, en el que incluso al principio hay fuerzas que se oponen o lo dificultan. ¿Cuáles han sido las claves, las dificultades y recursos?Nosotros no estamos en la posición de dar lecciones históricas a nadie, porque cada pueblo tiene sus particularidades históricas y su camino, pero sí tenemos denominadores comunes: la pobreza, las políticas de la troika, las políticas ultraliberales de Bruselas, y el neoliberalismo de Europa. Y en ese contexto la izquierda debe superar cualquier dificultad, mirarse al espejo y olvidarse del narcisismo que existe siempre en la izquierda, en pequeño o gran tamaño, y mirar a la gente que está sufriendo, a los jóvenes que están inmigrando, a los niños que pasan hambre en las escuelas, a los padres y madres que no quieren ver a sus hijos irse de su país, como Ulises en el siglo XXI, tratando de ver en los próximos años cómo sobrevivir. Todos los padres quieren ver a sus hijos volver a Ítaca. Si uno contempla esa verdad y realidad social, y trata de redescubrir junto al pueblo las políticas de resistencia, todas las dificultades se convierten en pequeñas, porque la gente nos empuja hacia el futuro de gobernar. ¿Un gobierno de Syriza es el futuro inmediato para Grecia?El gobierno de las izquierdas es nuestro futuro. No donde nos presentemos como alternativa del sistema, porque eso ya pasó con la socialdemocracia. No podemos repetir el crimen histórico de la socialdemocracia en el siglo XXI. Debemos gobernar para dar soluciones y esperanza, gobernar frente a un capital ultra agresivo que nos quiere devolver a la época medieval. Debemos ser un pequeño grano de tierra en el que cultivar las ideas del siglo XXI, ideas revolucionarias, de esperanza y desde las que compartir una visión global para nuestras izquierdas.Nos llegan noticias de que la participación popular en Syriza se ha incrementado notablemente, incluso hay poblaciones en las que se han formado comités de apoyo de forma espontánea. ¿Cómo están articulando todo ese torrente de apoyo popular?Tenemos barrios donde se crean comités de apoyo y nosotros les pedimos que se incorporen como ciudadanos independientes, conservando sus luchas, sus ideas y sus particularidades, pero siendo parte del proceso histórico político, cultural y revolucionario de nuestros tiempos.Se han creado comités de apoyo a Syriza en Australia, Sudáfrica, Nueva York, Asturias, en comunidades griegas, pero también hisponoamericanas, grupos de gente que vive en el exterior que se llaman «Somos todos griegos» o «Apoyamos a Syriza». Es tan novedosos que no lo analizamos sino que buscamos incorporarnos todos a un barco que pretende navegar en mares profundos.«La gente nos empuja hacia el futuro de gobernar»Así se construye la esperanza contra el miedo causado por las fuerzas conservadoras y tradicionales que trataron, por ejemplo, en las ultimas elecciones griegas, de incorporarlo como un elemento mediático. Pero el miedo no tiene futuro, solo la esperanza, y por eso vemos constantes comités de apoyo a Syriza en Grecia y en todo el mundo. Lo observamos con una sonrisa pero con la responsabilidad de tener que cambiar la situación.Alemania está en primer plano como responsable de la situación, por la trayectoria de la clase dominante alemana, y por la actual intervención. Pero el país más endeudado del planeta es EEUU, con un 700% de deuda producida por lo que supone sostener la hegemonía mundial. ¿Podríamos decir que éste es el origen de la crisis, porque todos los países crecen menos los dependientes de EEUU?Yo creo que es un saqueo multipolar imperialista que no solo se encuentra al norte de Río Grande, también en Europa. No nos olvidemos de la guerra contra Libia, o de la intervención de Alemania, pero también de Gran Bretaña o Francia, que quieren crear nuevas colonias en el norte de África, en el Medio Oriente, o en el Golfo Pérsico. Estamos viendo un nuevo tipo de imperialismo multipolar con muchas contradicciones pero con muchos puntos de acuerdo a nivel estratégico, por eso la izquierda debe encontrar a sus propios aliados, en Occupy Wall Street, en la clase obrera norteamericana, en latinoamérica, en África… ya hay puntos de referencia muy importantes en los países avanzados e imperialistas. Tenemos la oportunidad de encontrarnos con estos referentes, tener planes de acción comunes, y entrar en un dialogo productivo para ver cómo podemos combatir estas políticas tan parecidas de un punto a otro del planeta. El saqueo no es norteamericano solo, también de una élite europea, principalmente alemana, pero también otras, donde quieren recrear una Europa del siglo XVIII.Pero sin duda los resortes de intervención que existen en España o en Grecia son principalmente norteamericanos, desde el fin de la IIGM…Sí, lo mas complejo es que tenemos muchos niveles de poder paralelos dentro del sistema financiero global donde vivimos una situación de intransparencia que va paralela con el imperialismo norteamericano, el imperialismo económico alemán, el imperialismo económico francés y británico. Hay contradicciones pero también puntos en común.El sistema financiero es la mano fuerte de los nuevos estados imperialistas que están tratando de ejercer un nuevo domino mundial. Pero yo creo que también existen muchas contradicciones entre ellos y que también hay un nuevo tipo de conciencia de soberanía de clases, de conciencia de las masas. No se puede quitar el futuro de los hijos de los pueblos diciéndoles que vivimos una crisis mundial y que tienen que adecuarse a vivir como vivían sus bisabuelos. Las conquistas históricas sociales después de la IIGM no pueden hacerse desaparecer de un plumazo. Hay que encontrar alternativas y tener un proyecto social y político con principio y fin. Este es nuestro reto, que debe ser rápido y efectivo, y que no este apartado de la sociedad.¿Quiere añadir algo más? Quiero decirles a los españoles que la esperanza tiene que vencer al miedo. Nosotros estábamos donde están ustedes ahora hace dos años. Se que la gente tiene miedo, pero tienen que tener esperanza para cambiar las cosas. No podemos ser espectadores de una película de Hollywood, tenemos que ser los protagonistas.

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