La tibia reacción de Washington y Bruselas alienta los ataques contra la unidad en Cataluña

Las declaraciones del gobierno Trump, aceptando la independencia catalana como una posibilidad, o las ambiguas afirmaciones del presidente de la Comisión Europea, son un calculado y peligroso ataque contra la unidad.

Cuando se celebró el referéndum escocés, todo el Estado y la burguesía monopolista norteamericana cerraron filas apoyando explícita y contundentemente el mantenimiento de la integridad territorial británica.

Con España las reacciones han sido, cuanto menos, mucho más tibias.

Hemos vivido estos días un nuevo episodio de la calculada y amenazante ambigüedad de los grandes centros de poder mundiales cuando se trata de la unidad española.

En un gesto insólito, la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Heather Nauert, se negó a pronunciarse a favor o en contra del referéndum del 1-O, alegando con frialdad no querer profundizar en un “asunto interno” de España. Previamente había declarado que EEUU “trabajará con el gobierno o entidad que salga del reférendum de autodeterminación de Cataluña previsto para el 1 de octubre”. Contemplando, desde la única superpotencia, la independencia unilateral de Cataluña como un hecho factible que no impedirían. Negándose a anticipar si el presidente Trump apoyaría públicamente la unidad española en la visita que Rajoy realizará a Washington el próximo 26 de septiembre, una semana antes del 1-O.

Casi al mismo tiempo, el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, daba una de cal y otra de arena, posicionándose a favor del “respeto a la legalidad emanada de las Cortes Españolas y el Tribunal Constitucional”, pero al mismo tiempo deslizando que “si un sí a la independencia de Cataluña llegara un día, respetaremos esa elección”.

¿Qué está pasando? ¿Acaso los grandes centros de poder mundiales apuestan ahora por la fragmentación de España?

No parece que sea así. EEUU vería peligrar la estabilidad de un enclave tan importante como España, con cada vez más peso en los proyectos militares de la superpotencia. Y la desestabilización de España contribuiría a agudizar la profunda crisis que atraviesa la Unión Europea.

Pero hurgar en las heridas contra la unidad, provocando que permanezcan abiertas por mucho tiempo, sí es una de las tradicionales formas de intervención empleadas por los grandes imperios.

Estos días se ha difundido un informe secreto, elaborado en 1990 por la División de Investigación Federal de la Biblioteca del Congreso de los EE.UU. para las agencias de inteligencia, seguridad e información del Gobierno norteamericano, y titulado “International Security Environment to the year 2020: Global Trends Analysis”.

En él se hace una proyección a largo plazo, con el horizonte de 2020, de las principales tendencias de la geoestrategia internacional. Señalando que era probable que “el declive del Estado-nación tradicional en gran parte de Europa” iría acompañado de un “renacimiento del regionalismo”. Así consideraban también “probable” que “regiones históricas como Escocia, Baviera, Eslovaquia, Sicilia, Provenza y Catalunya” trabajaran para lograr el derecho a funcionar como “entidades políticas” con “sus propios intereses”. “Algunas de estas regiones incluso pueden lograr la independencia”, sentenciaba el estudio.

Es decir, en los proyectos y planes norteamericanos para garantizar su hegemonía se contempla la agudización de los ataques contra la unidad en determinados países, llegando incluso hasta la fragmentación.

En las grandes potencias no se permite ningún movimiento que cuestione o debilite su integridad territorial. La constitución norteamericana prohíbe explícitamente la posibilidad de realizar un referéndum de secesión. El Tribunal Constitucional alemán denegó la petición del Partido de Baviera para celebrar un referéndum de ruptura alegando que “en la constitución alemana no hay espacio para procesos secesionistas”.

Pero si que han maniobrado para debilitar la unidad de los países que controlan, como una forma de incrementar su dominio sobre ellos.

Las ambiguas declaraciones del gobierno Trump o del presidente de la Comisión Europea han alentado las ambiciones de los Puigdemont. Quienes encabezan el procés de ruptura celebraron la victoria de Trump, afirmando que “abría una ventana de oportunidades” que Cataluña debía aprovechar. Y han reiterado que “Europa es pragmática y si la independencia es un hecho la aceptará”. Ahora utilizan las declaraciones llegadas desde Washington o Bruselas como gasolina para hacer avanzar el incendio del 1-O.

La defensa de la unidad es también la lucha contra la intervención exterior de quienes quieren abrir todavía más las heridas contra la unidad para aumentar su dominio, tanto en Barcelona como en Madrid.

4 comentarios sobre “La tibia reacción de Washington y Bruselas alienta los ataques contra la unidad en Cataluña”

  • Se respeta el derecho a decidir, algo que quiere el 70 y pico por ciento de los catalanes, pero no es apoyable ese referéndum del 1-O porque no es democrático. Es unilateral, con tintes totalitarios aunque legales en su Parlament, y no busca decidir, sino declarar independencia ipso facto, sin que nadie pueda expresarse. Ese proceso dirigido por unas élites reaccionarias, de derechas, y con tintes identitarios solo puede ser malo para la clase trabajadora. Condenamos las actuaciones de Rajoy, algo que beneficia también a Puigdemont, al igual que los recortes y el 3% del PdCat antes CiU. Dividir y confrontar para explotar mejor. Un clásico, Invictus.

  • No es Puigdemon, Mas o el que se ponga enfrente del Gobierno de Cataluña, Somos la mayoria de Catalanes. Hoy he comprado vuestro periódico y me he quedado de piedra… Unidad Nacional…pero esto que es?? Yo que soy de izquierdas, y mucho, me he quedado de piedra…Sois una estafa nacional , De Verdad….no tiene nada de creible y no sois imparciales. No hablais del 80% de ciudadanos de Catalunya que quiere votar ni los 750 alcaldes imputados por la Fiscalia. Persecución de la guardia Civil a imprentas y multas por hablar de la independencia , ataque total a la libertad de expresión… ¿¿De que lado estais?? De Verdad, no sois nada creibles ni respetais al pueblo de Cataluña…. por eso cada vez vamos a ser mas los que estemos en contra de vuestra unidad nacional…Dejadnos marchar en Paz

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